James conoció a Severus en un baile.
Cuando le dijeron que el mismo joven con el que terminó cautivado se encontraba en su hogar buscando a una de las herederas de la Familia Potter para desposarla tuvo que hacer lo inimaginable para no perderlo.
¿É...
Pasando de una página a otra las fotos y unos cuantos retratos pintados en oleo asombraba quien viera el álbum fotográfico.
-Y de tanto esplendor una oscuridad siempre debe llegar... -dijo refiriéndose a su desgracia.
Su pasatiempo era ver generaciones pasada y plasmarlas en liensos que luego adornarían las paredes de la extensa finca que pertenecía a su familia.
Ya hace un par de años que había empezado a tomar clases de pintura con su querida profesora Minerva quien a pesar de la obligatoria etiqueta ella sin falta llevaba su singular reboso con tejidos que representaban a su inigualable Escocia. Gracias a Fate que olvido su gaita que si no hubiera tenido que gozar de una interminable tarde de tan gloriosa melodía en la intemperie cerca de un acantilado para darle sentimiento y que uno lograra imaginar tan majestuoso escenario.
La última vez había atrapado un resfriado que lo dejo tirado como mínimo 15 días donde se perdió el baile por parte de la familia Black quien sus dos hijas se habían quejado por su ausencia y aparte se jactaron de presumirle que había asistido su apuesto e intrigante caballero.
Si, a sus 23 se encontraba incontrolablemente encantado e ilusionado por aquel hombre. Que por desgracia conocía de vista. No se atrevía a preguntar ya que su círculo era tremendamente criticón y le causaba incomodidad que aquel hombre lo llegará a evitar por la fama de su familia.
Bueno ni siquiera debería hacerse ilusiones de que lo eligiera. Alguien como él tendría que desposar a una dama de una prestigiosa y privilegiada familia de alcurnia que él no pertenecía.
El era un doncel, pero no una dama. Podría albergar vida, sin embargo, eran escasos los matrimonios con alguien así... peligrando que su decendencia naciera con ambos aparatos reproductores siendo mujer u hombre correría el riesgo de heredarlo.
Fue así que para el hijo doncel de la honorable casa Potter desilusionado aceptara la idea de quedarse solterón y quedado.
Luego que se fueran las chiquillas Black recuerda haber suspirado, que se convirtió en leves sollozos, en aquel momento había cumplido 18 y tendría que haberse presentado en la temporada, la cual no asistió y sólo fue espectador del matrimonio de Lupin con Evans, Crouch Jr con Pettigrew y Bellatrix con Riddle.
Varias ocasiones quiso dibujarlo, pintarlo... lo cual no ha logrado hacer. Y no porque no quiera, sino que no quiere que le tengan lastima bastante era ver en sus ojos la resignación de su desgracia.
Este año por fin abría la posibilidad de asistir, -ya no como candidato- sabía que andaría de chaperón con las escurridizas herederas Black, pero era mejor que sólo quedarse a llorar en su habitación.
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Y quien hubiera dicho que ambas conseguirían pretendientes en menos de 3 días... ahora no sólo se estaba aburriendo, sino que su hermano y hermana se la estaban pasando de lujo con toda la atención que obtenían.
No era hijo único, su hermano contaba con 21 años y su hermana con 19 años exquisitos pastelillos para tan grande degustación. Era su temporada, la de ellos claro está.
Llego agotado en el carruaje a la estancia que solían visitar en esta temporada, solo ya que sus acompañantes tenían una larga noche como semana por delante. Literal su trabajo se culminaría pronto.
Tendría que avisarles a sus padres que por fortuna sus 2 hijos restantes contraerían nupcias próximamente si así Fate lo permitiera.
Pero considero apropiado avisar por la mañana.
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Lo que no espero fue que muy temprano recibiría un vociferador donde le indicaban con suma delicadeza que tendría que alistarse para recibir a una persona importante y que tendría que vestir y actuar además tomar la poción para el especial encuentro.
Extrañado y hasta cierto punto asustado prefirió dormir, ignorando el hecho que una elfina se aparecería para ayudarle a estar presentable con gusto o no.
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James quería cometer un asesinato, posiblemente el suyo.
Se veía ridículo.
Usando un hermoso y entallado vestido, un peinado laborioso, soltando los mechones rebeldes que se reusaban acomodarse, escote pronunciado donde a su parecer no había nada que lucir a, pero luego de tomar la poción lo hubo... oh claro que lo hubo.
Ante el espejo se veía como una dama...
-¿Por Morgana en que lio me han metido mis padres? -mi voz- ¿Qué le paso a mi voz?
-Srta. Cuide su lenguaje por favor. Y es el efecto de la poción sirve para ocultar sus rasgos ligeramente masculinos y así acentuar los femeninos cautivando quien lo vea.
-Así que un matrimonio arreglado, gracias... lo que me faltaba.
¿Qué tanto tardaría en llegar a Azkaban y llamar la atención de un dementor?
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