CHICA MALA

Capitulo 5; Una buena chica

Selena se miro al espejo y no pudo evitar sonreír, no parecía ella, desde luego nadie diría que era ella  Seguía viéndose atractiva, pero elegante, demasiado pija para la vida que llevaba ahora 

Pero si quería mantener a sus padres lejos, debía parecer lo que ellos querían, después de todo solo seria un tiempo y después regresaría a casa   Debía mantener a su madre alejada de su nueva vida y lo sabia

Cuando bajo las escaleras lo que menos esperaba era encontrarse a todos allí, Lucas, Damian, Jack, Zack, Chloe, Natalie, Clere   Pero no solo estaban ellos en la sala, tambien sus padres  ¿Cómo no lo había pensado antes?  Tatiana Stevent, su madre, adoraba las recepciones  Por supuesto, esto era obra suya, una fiesta para celebrar su regreso  Que todos supieran que la Señora de la casa había vuelto

Katia abrió los ojos sorprendida al ver a su hermana bajando las escaleras, no parecía la misma chica rebelde que había llegado en su motocicleta, el resto siguió su mirada y se sorprendieron tambien 

-Hola –Selena se acerco a ellos y les sonrió -¿Qué pasa?

-Estas distinta –Chloe la miro de arriba abajo

-Pues si –Clere la miro de reojo, Natalie dio un codazo a su prima para que se callara

-¿Y ese cambio? –Katia frunció el ceño

-No soy tonta hermanita –Ella bajo la voz –Mantener contenta a mama es lo mejor para mantenerla alejada de mi vida

-Al fin –Tatiana Stevent, una mujer altanera de pelo negro y con una mirada intensa la observaba de arriba abajo  Llevaba un vestido negro bastante elegante –Han pasado cuatro años, ya era hora de que volvieras

-Yo tambien te he echado de menos madre –Selena sonrió –Pero no te preocupes será por poco tiempo

-Me complace que al menos hayas aprendido como vestir adecuadamente a tu estatus –Tatiana permanecía impasible mirándola, ni un simple gesto de cariño se mostraba en ella

-He aprendido muchas cosas en estos años –Ella le sostuvo la mirada fríamente –Y algunas que quizás no sean de tu agrado

-Selena –Néstor Stevent le sonrió levemente –Cuatro años es mucho tiempo sin saber de una hija

-Confió en que tu trabajo te haya mantenido ocupado como de costumbre padre –Selena le miro indiferente –Como era antes

-Sin duda, sigo teniendo muchas obligaciones –El suspiro –Yo no puedo escapar de ellas

-Mis obligaciones no están aquí –ella miro a su padre a los ojos –Pero no te preocupes me mantendré en mi lugar para que el prestigio de la familia quede intacto

-Me alegra que hayas aprendido algo útil –Fue Tatiana quien hablo –Tenemos invitados que atender

En cuanto sus padres se marcharon el ambiente se relajo, Katia miraba a su hermana confundida y al mismo tiempo con tristeza  Sus padres nunca mostraban sentimiento alguno hacia ninguna de ellas, pero llevaban cuatro años sin ver a su hija pequeña