𝕳𝖔𝖑𝖆, 𝖔𝖙𝖗𝖆 𝖛𝖊𝖟

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-¿Un chico? -preguntó Robin desconcertada.

Emira estaba siendo interrogada por Steve y Robin luego de encontrarla saliendo de un bar.

-Eres todo un caso Emira -decía Steve mientras se sobaba el puente de la nariz-. Desapareces en la noche para comprar droga y el vendedor te termina coqueteando.

-Ya ves como es la vida, Steve -se encogió de hombros la castaña- lo importante es que no volverá a pasar.

-Será mejor bajar a desayunar eso me quitará el estrés que me está provocando Em -dijo Robin saliendo del cuarto de su amiga, seguida por los otros dos.

En otro lugar Eddie y sus amigos estaban teniendo otra conversación.

-Creo que este chico ya enloqueció -bromeaba Jeff

-Se los digo en serio -gemía Eddie- era la chica más linda que jamás había visto.

Los chicos se miraron entre sí, todos sabían que estar en el Hellfire club era boleto suficiente para ser un repelente de chicas y un imán para las burlas.

-Creo que las drogas ya te afectaron amigo -dijo Gareth tomando del hombro a su amigo.

-No he consumido en mucho, les juro que de verdad conocí a la chica perfecta para mí -gruñó soltándose del agarre de su amigo.

Los tres chicos suspiraron.

-¿Y como dices que se llama? -dijo rendido Carter, sabía que su amigo no se iba a rendir al demostrar su punto.

-Emira, que nombre más maravilloso -dijo suspirando totalmente embelesado.

-No recuerdo a nadie llamado así -dijo Jeff.

-¿Qué no es la novia del que una vez casi te golpea? -preguntó Gareth frunciendo el ceño.

-Billy murió esa vez en el centro comercial, obviamente ya no están juntos.

-Entonces está viviendo su duelo, su novio murió -dijo Gareth, eso hizo que Eddie despertara de la ensoñación en la que estaba.

-Creo que tienes razón -murmuró Eddie amargamente- era demasiado perfecto para ser verdad.

-Pero estoy seguro que en poco se le pasará -intentó animarlo su amigo.

Después de ese primer encuentro solo pasó un día para que los dos jóvenes se pudieran encontrar de nuevo. Emira caminaba por las calles de Hawkins junto con Steve ya que iban de camino para visitar a Dustin; Robin se había quedado en casa ya que tuvo que hacer las labores de su casa esa vez.

-Vamos a ver los nuevos discos, Steve -suplicó Emira al pasar por una tienda de discos que anunciaba sus nuevas adquisiciones.

-Llegaremos tarde con Dustin.

-Pero si llegamos temprano tendremos que pasar más tiempo con la señora Henderson y...

-No le agrado mucho que digamos -completó Steve la frase.

-Exacto -asintió Emira cuando su amigo comprendió a dónde iba la conversación.

-Esta bien, vamos rápido -se resignó Harrington.

Los dos chicos entraron curiosos a la disquera donde se encontraba el chico Munson. Mientras Emira se dirigió a la sección de Rock y Metal, Steve fue a revisar los discos con los últimos éxitos que se encontraban más cerca del mostrador.

-Es una pena que Will se fuera y que no pudieran empezar su campaña de Calabozos y Dragones -decía Emira buscando Live After Dead de Iron Maiden.

-Supongo -Steve no tenía interés en los juegos ñoños que les gustaban a Emira y Dustin y la verdad no estaba enterado que Will iba a iniciar una nueva campaña.

-La primera campaña en la que participé con ellos fue sumamente divertida, no entiendo cómo es que no te gusta Calabozos y Dragones -comentaba alegre Emira.

-Es porque yo sí quiero tener novia, Em.

Eddie se acercó lentamente a la chica que hablaba de Calabozos y Dragones que, para su sorpresa, era la chica que había visto hace un día.

-Hola -la saludo nervioso, mientras salía por detrás de un gran estante.

-Hola Eddie -dijo con una gran sonrisa Emira al verlo.

-Hey, parece que ya me recuerdas -la alegría de Eddie era algo que no sé podía ocultar y que contagió rápido a Emira.

El día anterior los amigos de Eddie le dijeron que sí de verdad esa chica existía y era la indicada para él, la tenía que invitar a salir cuando se vieran. Pero Eddie era un chico inexperto con las chicas y no estaba muy seguro de invitar a salir a Emira, pero al escucharla hablar de su juego favorito fue motivo suficiente como para reunir valor e invitarla a salir ¡Diablos está chica lo sorprendía cada vez más!

-Oye ¿Te gustaría salir conmigo, como, Amm -dijo algo pensativo intentando buscar las palabras correctas. Las primeras palabras que Eddie pronunció fueron pura inercia, pero al darse cuenta de lo que estaba diciendo se acobardo a media frase.

-Claro, como a las ocho detrás de esta misma tienda, ¿Te parece? -sugirió Emira emocionada ante las palabras de Eddie.

-Claro que sí -acepto Eddie sin pensarlo dos veces.

-Bueno creo que ya tengo que irme -dijo en voz baja la chica tomando el casete que estaba buscando.

-Sí, nos vemos en la noche -se despidió de la chica que al terminar de pagar el casete que había agarrado salió apresuradamente de la tienda. Steve ya se había alejado cuando ella salió y lo tuvo que perseguir.

Cuando Eddie salió de la tienda no había rastro de a donde se había dirigido la chica, pero corrió emocionado a contarle a sus amigos sobre su encuentro de hoy.

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-Les digo que es perfecta -exclamó Eddie entrando a la casa de Gareth como si fuera su casa-. Hola señora -saludo a la madre de su amigo quien se sobresaltó al ver entrar al chico.

-¿Ahora que paso? -preguntó cruzado de hombros el residente de ahí. Ambos caminaron hasta el garaje donde estaban los demás.

-La volví a ver -soltó Eddie emocionado-. Estaba en la tienda de música y de la nada escucho como una voz empieza a hablar sobre una campaña de D&D -sus amigos escucharon atentos su historia-. ¡Le gusta Calabozos y Dragones! 

-Me suena a que enloqueciste -respondió Jeff.

-Digan lo que quieran, pero este loco tiene una cita hoy en la noche -festejó Eddie sorprendiendo a sus amigos.

-¿Cómo llegamos a esto?

-Bueno pues yo le dije que si quería salir conmigo y ella dijo que sí. Me dijo que si nos veíamos a las ocho detrás de ese mismo lugar y le dije que sí.

-JA, ella tiene más huevos que tú para invitarte a una cita -dijo Jeff burlón y todos los demás también rieron.

-Sí, al parecer alguien se acobardó a media frase -rio Carter, Eddie no pudo decir nada en contra porque tenían razón.

-Si, si, hasta acá me huele a envidia de ustedes -dijo enfurruñado cruzándose de hombros.

𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐜𝐡𝐢𝐥𝐝 𝐨' 𝐦𝐢𝐧𝐞 || Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora