𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐜𝐡𝐢𝐥𝐝 𝐨' 𝐦𝐢𝐧𝐞 || Eddie Munson

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-Mierda, esto está siendo más difícil de lo que pensé -dijo Dustin sentándose en una mesa algo apartada de las demás.

-Socializar no es para nosotros amigo -dijo Mike rendido, Lucas solamente asintió.

Desde el otro lado de la mesa Eddie estuvo pendiente de los recién llegados, hasta aquel fijo la atención en tres chicos bastante peculiares.

-Alto -dijo alzando la mano en su mesa y parando la conversación de sus amigos- Opiniones -dijo misterioso, mientras bajaba la mano y apunta a una mesa.

-En su verano seguramente fue a un campamento de robótica y no a fiestas -dijo Jeff sobre aquel chico de risos y gorra.

-La mamá de ese mismo chico les lleva galletas a las otros dos cuando se reúnen a jugar -comento Garrett fijando su atención en el pelinegro.

-Su hermanita molesta a ese de allá por ser demasiado nerd -se río Carter sobre el chico de color.

Todos los chicos de esa mesa se voltearon a ver unos a otros y asintieron.

-Nos sacamos la lotería señores -dijo Eddie orgulloso de su gran hallazgo.

Caminó orgulloso por el comedor hasta llegar a la mesa donde se encontraban aquellos chicos tan perdidos y confundidos.

-Caballeros -dijo poniendo un mano un Mike y Lucas los cuales estaban en las orillas y acercó su cabeza al centro donde estaba Dustin.

-¿S-sí? -balbuceó nervioso Dustin girando su cabeza.

-Creo que ustedes y yo tenemos que hablar -la voz de Eddie siempre era algo extravagante a la hora de hacer amigos y ésta no era una excepción-. Sobre su futuro en esta asquerosa escuela y un increíble club del que pueden ser parte -enfatizó la palabra increíble.

Los chicos tragaron saliva pesadamente y decidieron seguir a Eddie hasta su mesa con todo y sus charolas de comida. Estaban tan nerviosos que no sabían que decir o hacer aparte de obedecer a Eddie si no querían ser golpeados o al menos eso pensaban ellos que podía pasar.

Mientras tanto por la puerta del lugar estaba entrando una curiosa Emira que con la mirada buscaba a sus amigos que recién habían llegado a sus dominios.

-¿Entonces es un club de Calabozos y Dragones? -preguntó estupefacto Mike después de escuchar la propuesta de Eddie.

-Correcto.

-Al fin encuentro a mis nerds favoritos -dijo Emira abrazando a los tres menores por el cuello. Eddie se quedó sorprendido viendo a la chica.

-Tu también eres una rarita -replico Mike sacándose de su agarre.

-Parece que a alguien no le ha ido muy bien que digamos -comentó Emira-. Parece que ya encontraron nuevos amigos -señaló al ver a Eddie y a su grupo-. Hola Eddie.

-¿Se conocen? -preguntaron los tres niños a Eddie y viceversa. 

Hubo un pequeño silencio en lo que todos acomodaban sus ideas, en especial los amigos de Eddie que no sabían quien era la chica.

-Conocemos a Emira desde que llegó a Hawkins -explicó Mike-. No sabíamos que eran amigos.

-Eddie y yo nos conocimos en vacaciones -dijo Emira pasándose a un lado del chico y poniendo su mano en su hombro- ¿no es verdad?

-Claro -volteó a verla el chico con una sonrisa encantadora, los dos se miraron fijamente a los ojos y el corazón de ambos se alboroto. 

-¿Entonces tu eres Emira? -soltó Jeff interrumpiendo las miradas de los chicos. La chica asintió y los muchachos se vieron totalmente sorprendidos, la descripción de Eddie encajaba perfectamente con la chica que tenían ante ellos.

-Me alegro que hayan encontrado más amigos, deberían unirse al Hellfire Club -sugirió Emira-. Eddie es una gran persona y no decepciona nunca, están en buenas manos si se unen a él. 

Eddie sonrió embobado de oreja a oreja al escuchar los halagos de Emira.

-Bueno, será mejor que vaya a apoyar a Robin con una pelirroja de por allá -dijo Emira señalando con el pulgar la mesa donde estaba su amiga-. Nos vemos luego chicos, adiós Eddie - dijo despidiéndose especialmente de Eddie con una voz muy aterciopelada.

-¡Ella es real! -exclamó Garret sorprendido cuando Emira ya había llegado a donde Robin.

-Claro que es real, es la chica más real que puede existir -dijo Eddie con una gran sonrisa.

-¿No tendrá una amiga que me presente? -dijo Garret desesperado por una chica. Los chicos rieron de Garret.

-¿Nos perdimos de algo? -preguntó Mike algo confundido.

-A Eddie le gusta tu amiga -dijo Carter animado.

-Lo trae loco -bromeó Jeff.

-¿Emira? -preguntaron extrañados Lucas y Dustin, al ver la cara enamorada de Eddie los tres chicos se echaron a reír.

-¿Algún problema? -dijo Eddie.

-Eso solo que es Emira -dijo Dustin sin darle importancia.

-Sí, es algo rarita, creo que no es para tanto Eddie -dijo Lucas todavía riendo. Para esos chicos Emira era una persona normal, pero para Eddie ella era la más perfecta en el mundo-. Ni que fuera Chrissy Cunningham.

-Emira es mil veces más interesante que cualquier chica y también más linda -dijo Eddie algo serio-, pero nos estamos desviando del tema -dijo sacudiendo la cabeza- ¿Entran o no al club?

Los chicos meditaron todo durante un minuto.

-Entramos -aceptó Dustin con entusiasmo.

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Minutos antes de eso Emira tuvo que ir con la consejera estudiantil como parte de un nuevo protocolo.

-Entonces... -dijo Emira algo incomoda observando toda la habitación en donde estaba, la silla era algo cómoda, pero el ambiente no mucho- ¿hice algo malo?

-Para nada Emira -dijo amable la consejera-. La razón por la cual estas aquí es por el incendio del centro comercial, estamos evaluando a todos los estudiantes que perdieron a algún familiar en el incendio.

-Entonces estoy aquí por la muerte de mi padre -dijo en un suspiro algo irritada-. Sabe yo estoy bien, nada malo sucede conmigo ya lo estoy superando -dijo Emira queriendo evadir el tema.

-Esta bien si no lo quieres aceptar, pero creo que necesitas ayuda -señaló la Sra. Kelley- es un proceso difícil de vivir.

-Estoy bien, de verdad.

-Creo que te estas cerrando linda, deja que te ayude a sanar y pasar tu duelo -pidió la Sra. Kelley tomando de la mano a Emira.

-No quiero ayuda, no la necesito -dijo Emira entre dientes muy seriamente-, sabía que algo así podía pasar y ya estaba preparada.

La maestra simplemente suspiro.

-Por protocolo necesitamos tener al menos unas cinco sesiones juntas y si veo mejoría podrás dejar de venir.

-¿Es todo? -preguntó Emira tomando su mochila y poniéndola en su hombro.

-Sí, ya te puedes retirar linda -aceptó la consejera y Emira salió inmediatamente de la oficina.

Emira siempre se supo cuidar solo y nunca recibió ayuda de nadie, no la iba a aceptar con facilidad en este momento.