𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐜𝐡𝐢𝐥𝐝 𝐨' 𝐦𝐢𝐧𝐞 || Eddie Munson

𝕷𝖆 𝖈𝖎𝖙𝖆

-Esto es una mierda -reclamaba Dustin dando vueltas por su cuarto.

Dustin estaba preocupado por su entrada a la preparatoria y saber que todas las burlas comenzarían de nuevo, pero ahora con nuevas personas.

-La escuela es buena, nos tienes a Robin y a mí -dijo Emira algo irritada, llevaban toda la tarde hablando de lo mismo. Steve asentía a todo lo que decía su amiga para convencer a Dustin.

-Solo no muestres tu lado nerd y todo será maravilloso -decía Steve con una sínica sonrisa.

-Eres tan gracioso -respondió sarcástico el menor de todos.

Emira al ver el reloj vio que solo faltaban cuatro minutos para las ocho y estaba muy lejos de donde se vería con Eddie.

-Bueno creo que tengo que retirarme chicos -dijo apurada intentando ocultar su alarma al ver la hora, no lo hacía muy bien-. Gran platica Dust, Steve te enseñará a ser el más popular en una semana.

Sin que los chicos pudieran decirle algo Emira salió de la casa de Dustin y se echo a correr hasta llegar a la tienda de discos donde detrás de ella había un impaciente chico que la estaba esperando con ansias. Eddie había llegado quince minutos antes de la hora acordada y para matar tiempo había pasado a la tienda por unas bebidas. Cuando vio a Emira llegar no pudo evitar sonreír; él estaba seguro que ella era la indicada para él.

-Hola, perdón por el retraso -se disculpó con la respiración entrecortada y el cabello alborotado de tanto correr.

-No te preocupes -dijo su acompañante- Hay que sentarnos mejor.

Ambos tomaron asiento en las escaleras que tenía la tienda por la arte de atrás. Miraban de frente al bosque que tenían en frente, mientras sus pies colgaban y se apoyaban contra el barandal de seguridad que tenía a pequeña escalera.

-Traje esto, no sé si te agrade -dijo Eddie dejando ver un paquete de cervezas.

-Creo que tu y yo nos vamos a llevar muy bien, Munson -dijo Emira bastante confiada.

Eddie con una gran sonrisa procedió a abrir la primer cerveza y pasársela a Emira.

-Parece que ya te vez mejor -resaltó Eddie.

-Sí, creo que me perdí un poco durante estos días -reconoció Emira tomando un trago a su cerveza- creo que perder a tu padre dos veces es algo difícil de pasar.

-¿Dos veces?

-Cuando era pequeña mis padres se divorciaron -dijo omitiendo la muerte de su hermana Sara- y mi mamá me llevó a vivir con ella a Detroit, no supe nada de mi padre durante años. 

Eddie se sorprendió ante las palabras de Emira.

-Pero digamos que mi madre y yo no nos llevamos muy bien y decidí buscar donde vivía mi papá; luego de una gran investigación tomé un autobús para llegar a Hawkins -los recuerdos seguían muy frescos en la mente de Emira-. Fue así como llegue aquí.

-No pensé que hubieras pasado por eso -dijo quedamente. La conversación había tomado un rumbo que ninguno de los dos había pensado en tocar.

-Pero no todo fue malo, digo, ahora tengo una nueva hermana y unos amigos increíbles -dijo riendo un poco y mostrando una gran sonrisa- vivir en Hawkins ha sido lo mejor que me ha pasado. Aunque mi hermana se haya mudado a California sigo en contacto con ella y mis amigos y yo seguimos juntos. 

-Y pensar que Hawkins solo me ha traído desgracias -mencionó Eddie antes de tomar un gran trago de cerveza.

-Supongo que la escuela no te ha tratado muy bien.