Y si todo fuera una mentira

Cap 4: Un pobre tonto

(El día siguiente)

-Buenas tardes, ¿qué se le ofrece?-suspiro aburrido.

-Buenas, ¿por casualidad tendría el libro de "y si todo fuera una mentira"?

-Lo siento señor, ayer quedaron agotados. Pero este fin de semana quizás lleguen más, estaremos aquí para atenderlo nuevamente.

En realidad no quería atenderlo otra vez.

-No espero de menos, muchas gracias -se va decepcionado.

-A la orden siempre.

No mucha gente entra en esta librería. Es aburrido pero tan pacífico que podría estar horas y horas aquí tranquilamente. Con estas luces amarillas que brillan poco y el silencio que abunda en cada pasillo dan ganas de agarrar cualquier libro y leer infinitamente.

El leer me sirve para prender, así sean palabras nuevas o hasta en forma de saber escribir. No es como que haga historias o cuentos pero hago poemas que es un tanto diferente, ya que explica las cosas de una manera más explícita y con un sentido que lo hace ver más profundo y conceptual. No cualquiera logra hacer poemas.

Intento acomodarme más en mi silla para que no me diera ningún calambre, mientras uso mi celular que es lo único que en teoría puedo hacer aparte de atender idiotas y jugar en mi laptop.

El estar sentado en esta silla algunas horas a la semana es lo que me salva el pellejo. Diría que mis padres me pagan todo pero ese no es mi caso, dicen que tengo que ser totalmente independiente y que con la crianza que me dieron era suficiente.

Ya desde los 16 he trabajado y he vivido solo, suena loco pero es la verdad. Ellos decidieron que todo lo tenía que aprender desde pequeño, tanto a tomar decisiones fuertes como a ser el fuerte. Les agradezco mucho siempre, aunque estemos separados y no vivamos juntos. Pero eso no quita el hecho de que los ame y que de por vida voy a pensar en que les debo algo a cambio.

Tiempo después recuerdo que traje mi laptop y la saco para ponerla sobre la mesa del cajero, la prendo y le conecto mis audífonos.

«Iniciando sección»

Entro en un juego de batallas llamado Flash Royal y reviso si mi amigo Sacredox está conectado.

Al ver que si está conectado decido invitarlo mientras pruebo el micrófono.

-¿Hola, hola? probando ¿se escucha? -digo en voz alta acomodando el cable de los audífonos y algunas configuraciones.

-No se escucha -responde Sacredox con una voz grave y ronca.

Intento acomodar nuevamente los audífonos y la entrada para ver si todo está bien y digo de nuevo -¿Ahora sí se escucha?

-No, todavía no.

-Ah pende**, claro que se escucha jaja, si no se escuchara no me contestarías.

-¿Apenas y te das cuenta?, re ido estaba el men ¿todo bien Skey? -Se ríe dirigiéndose a mí y con acento argentino.

-Todo bien pa, que tal vos Sacredoxito -intento imitarlo.

-Ah que bueno Skeysito, yo igual que usted Skeysito, ¿le damos una partida?

-Ya fue, dale -digo convencido y muy seguro.

«Buscando partida»

-¿Tiempo sin jugar verdad? me quedé en el mismo nivel de siempre -comento suspirando.

-Y si, yo ya subí como 100 niveles.

-Subiste todo eso y no me esperaste, que rata.