Cap 2: Lluvia de tormenta

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(1 semana después)

6:30 am
El bello amanecer rojo puro con toques naranjas se muestra en el cielo por unos cuantos minutos, acabando luego esos hermosos colores y terminando con un tono azulado fuerte, haciendo mostrar que el día ha comenzado.

Mis párpados comienzan a moverse y acabo por abrir los ojos, mantengo mi respiración tranquila e intento estirarme lo máximo posible colocando mis brazos hacía atrás y mis piernas hacia los lados, como si estuviera haciendo un angelito en la nieve.

Miro por la ventana y me digo susurrando —Realmente el día si que está hermoso.—Con una buena sonrisa en la cara y repito.—No puede ser en serio que esté tan pero tan hermoso.

Asombrado porque son cosas que pasan una vez cada año. El clima estaba perfecto, la temperatura cálida y por alguna razón amanecí con buenos ánimos.

Hoy me veo con mi linda mejor amiga Geraldine, Geral de cariño. Tenemos una salida al cine para ver una película que tenía ganas de verla con ella hace tiempo; PARANORMAN, esa película siempre me llamaba mucho la atención y se veía que tenía buena trama. Así que tome la desición de que tenía que ver una película especial con una persona especial.

Termino de levantarme de mi cama. Me coloco mis chanclas de andar, una camisa de algodón bien cómoda y froto mis manos para generar un poco de calor. Abro la ventana de mi cuarto para que fluya el aire dentro y prendo la luz.

Universidad y cine, ese es mi plan del día de hoy. Acomodo mis trabajos para luego colocarlos en mi bolso y dejarlo a un lado de mi escritorio. Me voy al baño que se encuentra en la misma planta, camino tranquilamente y abro la puerta.

Prendo la luz, agarro mi cepillo y le coloco pasta de dientes cuidadosamente, abro el grifo del lavamanos y comienzo a cepillarme mientras veo mi reflejo en el espejo marcando mis dientes perfectos. Acabando de limpiar mis dientes me lavo la cara para despertarme un poco, me seco con una toalla que se encuentra guindada y me miro nuevamente al espejo para apreciar las facciones de mi rostro, que probablemente para mucha gente eran increíbles pero a mí nunca me han convencido.

Bajo a la cocina directamente luego de eso. Ligero ya que no traigo el estómago ni con agua. En eso pienso que podría comer, porque en verdad no tenía nada en la nevera. Abro la nevera y observo que está más vacío que mi corazón, reviso cada esquina y cada centímetro de la nevera pero en verdad no había ni siquiera una mosca. No le pude dar importancia porque no encontré otra solución.

Decido regresar para arriba ya que tengo que ir a la universidad y me tengo que preparar para eso. Tendré que comer afuera antes de entrar a ver las clases de ingeniería, así que es mejor que me apure.

Busco mi ropa habitual para ir a estudiar y voy directo a bañarme. Apurando mis pasos giro la manilla izquierda para que salga el agua caliente. De un momento a otro me desvisto y entro rápido bajo la ducha, siento como cada gota más que tibia roza mi piel lentamente produciendome un nivel de estrés de 0. Termino el baño y me cambio lo más rápido posible.

Ya al tener todo preparado salgo disparado de mi casa. El día estaba más que despejado, ni el rastro de una pequeña nube se encontraba por ningún alrededor, pero aunque sea el clima no era de un infierno de calor. Siempre he tenido que caminar mucho en el recorrido hacia la universidad, pero la costumbre hace que no me vuelva a quejar como lo hacía en los inicios.

Analizo bien las posibilidades de donde podría desayunar, guiandome por el precio, ubicación y hasta por lo más básico, ¿Qué podría comer?
Pero gracias a mis recuerdos termino por elegir una pequeña tienda al lado de la universidad, que era el único lugar que era más a mi estilo y me traía la suficiente confianza como para poder consumir así sea unas papas fritas.

Y si todo fuera una mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora