Capitulo I

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Todos quedaron sorprendidos al ver a nuevo ser, nadie sabia que decir o que hacer se esperada un príncipe no una princesa, la reina estaba más que feliz por su bebé una niña de piel blanca y ojos tan oscuros como la noche, peló negro y sedoso, labios finos de color cereza.

-Mi linda bebé….. Te pareces a tu abuela mi niña hermosa.

-Su alteza…. El Rey no estará feliz con la bebé.

-Eso no importa ahora…… Ya se pueden retirar.

Los súbditos hicieron reverencia saliendo de la habitación, la reina no podía estar más feliz por su bebé la miro apreciando su belleza sonriendo al verla abrir los ojos, ojos que sintió que le miraban cada rincón de su alma.

-Yo te cuidare mi linda bebé….. Ryujin, Shin Ryujin.

Mientras la reina no paraba de sonreír y alargar a su bebé, el rey no estaba nada feliz con la noticia de una hija el quería un hijo, un varón que continuará con su dinastía, la dinastía Shin una de las más antiguas y poderosas.

El rey llegó a los aposentos de su esposa, enojado la miro mientras esta le daba de comer a su hija y futura reina.

-Quiero verla.

Demandó mirando a su esposa con una mirada fría culpándola de no traerle un niño al mundo, la reina se percato de su mirada fría sobre ella.

-Aquí está.

Le enseño a la pequeña y frágil criatura, la bebé miró al rey como si entendiera lo que pasará. El rey solo la miro sin expresión alguna.

-Es...Hermosa se parece a tu madre.

La reina sonrió en grande ante las palabras de su esposo, el rey se acercó a ellas besando la frente de su esposa.

Miro a su hija apreciando su belleza, aún estaba enojado por que no era niño como el tanto quería pero no le impedía apreciar a su hija y futura reina.

-¿Cómo se llama?

-Ryujin.

-Lindo nombre….. Shin Ryujin futura reina de la dinastía Shin.

Tomo a la pequeña en sus brazos acunándola, miro los ojos de la pequeña, esos tan oscuros como la noche pero con un brillo especial.

-Aun así. Quiero un niño.

Miro a la reina, miro le pasó a la bebé y abandonó la habitación dejándolas solas. Con lágrimas en los ojos la reina abrazo a su hija besando sus abultadas mejillas.

-Mami te cuidara ahora y siempre…. De todo y todos.

Se acordó de madre la reina de la dinastía Choi, miro por la ventana apreciando al luna llena y luego a su hija que cerrada su ojitos dispuesta dormir.
La reina la acomodo a su costado sonriendo también dejándose llevar por el sueño y el cansancio de traer de su pequeña bebé a este mundo.

Como su majestad diga Donde viven las historias. Descúbrelo ahora