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Distracción • Cap 16

Desde ya hace unas semanas todo el hotel estuvo bastante tenso, aun con la fiesta cada integrante tenía uno que otro problema personal que parecía no permitir seguir con una continuidad los ejercicios del hotel y Charlie sabiendo esto perfectamente pensó en que lo mejor sería hacer un ejercicio diferente a los demás, uno donde todos los integrantes olviden las cosas que los atormentan, aunque ella no quería una simple salida a un bar como siempre porque planeaba incluir a su padre y a Alastor los cuales Charlie suponía que no les agradaría la idea de ir a tomar tomando en cuenta la incomodida, así que no había otra opción o al menos para a ella que ir a tierra, digo cualquiera lo vería como un lugar "relajado" o al menos era lo más acercado que tenían al cielo por lo que a pesar de todas las quejas de Lucifer el cual siempre que iba a ese lugar terminaba llevando otra leyenda la cual siempre lo tomaban como malo aunque esas no fueran sus intenciones originales. Aun así Lucifer tenía que esforzarse demasiado para conseguir la oportunidad de ir a ala tierra ya que aunque lo pudiera hacer con facilidad debía de tomar permiso al cielo lo cual Lucifer no estaba dispuesto a hacer por lo que recientemente había pasado con su hermano, aun así quería ver a su hija junto a sus amigos felices así que por una vez en toda su existencia no pediría permiso sabiendo perfectamente que tendría más de una consecuencia que estaba dispuesto a aceptar.

Lucifer estaba en su habitación guardando sus últimas cosas en su mochila, no tenía planeado quedarse más de un día ahí pero al igual que su hija tenía la costumbre de siempre ir precavido ante cualquier cualquier situación por más imposible que fuera, una vez ya listó y después de salir de su habitación se percataria que todos lo estaban esperando siendo que el era el último.

-Lo siento, ya están listos?- diría un poco avergonzado que todos ya estuvieran listos aunque se acercaría de inmediato a Charlie para reducir este sentimiento aunque sin darse cuenta también estaría junto a Alastor quien estaba sentado en el sillón de la Sala principal, el solo admiraba todas las acciones de su rey como si buscara algo.

-En efecto mi rey- contesto Alastor después de estar un buen rato en silencio después de darse cuenta que nadie respondió la pregunta

-Si ese es el caso entonces no hay nada más que tengamos que esperar- cuando dijo eso saco un libro que tenía en su bolsillo abriendo un portal directo a la tierra donde el primero en pasar serían Charlie con Vaggie y después ellas le seguirían los demás hasta al último Alastor quien estuvo esperando a Lucifer.

Cuando todos llegaron notaron la poca cantidad de gente desde lejos al haber caído ellos en un callejón lo que dejaría tiempo para que Lucifer les logrará dar unos collares que les harían cambiar de apariencia siendo estos disfrazes de como se vieron en su vida humana aunque Charlie y el solo les cambiaría la piel y algunas partes de su cuerpo, mientras todos veían su nueva apariencia Lucifer notaria el ya Alastor humano dejándole un leve brillo en sus pupilas que no logro notar. Siempre les dijieron que la tierra era un lugar muy sobrepoblado donde con suerte podías moverte con tranquilidad por más calles pero por suerte para todos Lucifer escogío un lugar más acogedor el cual era Francia, Lucifer tenía fuertemente conexión con  este país aun que solo haya ido un poco de veces eran suficiente para aprender sobre toda su cultura y paisajes, siempre deseo llevar a Charlie y Lilith hay aunque por lastima para el solo logró llevar a una de ellas, sin importar todos esos pensamiento amargos decidio seguir caminando por las calles dejando que los demás apreciarán el país siendo el más emocionado Ángel dust quien nació en Italia recordando varios de sus recuerdos en Francia siendo este un lugar similar.

Mientras Lucifer caminaba encerrado en sus pensamientos sintió que Alastor lo tomó de su hombro recapacitando y volteandolo a ver

-Sucede algo Majestad? Lo veo alterado- empezaba a caminar más despacio para quedarse un poco atrás, lo suficiente para que los demás no escucharán su conversación pero que aun los lograran ver.