Hace tan sólo unos días que Alastor había acogido a Emily con las condiciones ya antes dichas, parecía que todo lo hacía con fin de manipular y claro que era así pero también se podría decir que era para seguir con su fama de cuidador de niños, desde hace años habia sido así, cuidaba de niños huérfanos les proponía que estos lo acompañaran un tiempo para cuando fueran los suficientemente adultos ellos le vendan su alma o lo ayuden a conseguir la alma de otras personas, aunque muchos de estos niños afirmaban que ellos si fueron queridos por Alastor y hasta algunos decian que lo veían como un padre pero el mismo nunca confirmó que considerara a uno como tal.
Una vez ya en el hogar de Alastor siendo este una casa grande pero que daba vibras de ser de los siglos XX debido a su decoración simple pero acogedora, cuadros de el colgados en todo el lugar mostrando su gran orgullo. Esto sólo hacia sentir a Emily más nerviosa de lo que estaba antes, nunca vio algo similar ya que en los lugares donde vivía siempre eran de lujos con decoraciónes de oro o simplemente doradas.
-Y dime, que te gusta? Pensé que como vas a estar aquí un tiempo deberíamos conocernos mejor- bromeo empezó a apartar la ropa que tenía en su armario dejándola sobre la cama donde estába Emily junto a unas vendas y desinfectantes
-Yo, creo que me gustan las estrellas y la Luna, y a ti?- Aun diciendo esto se empezó a concertar más en la ropa dejada en la cama notando que solo había dejado camisas y pantalones muy simples mostrando una mirada algo desilusionada que notaria Alastor aun estando de espaldas
En eso termina por tomar otras prendas cambiando las de las otras por el desagrado que mostró
-Pontelo, cuando termines me llamas para desinfectar tu herida- sin dejar responder a la otra con su sombra se fue hasta afuera de la habitación para que ella se cambiará en paz
Siguiendo sus indicaciones Emily tomó la ropa que había sido elegido para ella dándose cuenta que era un vestido negro largo que tenía decoraciónes de estrellas rojas junto a lunas de color rosa en la parte de hasta abajo, las mangas eran transparentes pero de un tono rojizo al igual que unos guantes formales que estaban a su lado, sin duda esto a Emily le pareció suficiente para sentirse feliz y olvidarse de todo lo que había pasado con anterioridad, con la misma felicidad se ponía su nuevo vestido que le recordaba al que usaba antes de llegar a ese lugar pero esto en vez de darle un mal trago solo le alegraba por saber que en una parte de ese gran universo habia una persona que al menos se preocupara por ella aun que probablemente todo era un cuento para manipularla prefería vivir en su mundo de mentiras disfrutando cada momento que podria pasar.
Una vez que terminó recordó que tenía que avisarle a Alastor, pero en realidad no quería hacer eso si no más bien ver en más detalle su nuevo cuarto levantándose con las pocas fuerzas que tenía aunque en realidad nada le preocupaba ahora ya se sabía que si sangraba esto no iba a manchar el vestido por la vendas que tenia. Cuando veía todo a su al rededor sus ojos de poco se abrían más y más de la emoción, no es que fuera el lugar más bonito pero sentia que este en realidad era el lugar donde siempre tuvo que permanecer
Después de unos minutos Alastor tocó la puerta sacando a Emily de su trance cuando noto que este ya había entrado, en su mano cargaba una bolsa con panqueques y miel que le dejaría a Emily en su escritorio
-Puedes comerlo una vez que ya estés mejor, te pusiste las vendas?- Emily asintió con sus ojos abiertos como par de platos, ella amaba lo hot cakes
-Las vendas? Si, si me más puse, estuvo mal?-
-para nada, en realidad fue lo mejor para no ensuciar tu ropa nueva, aun asi me dejarías curar tus heridas?- para el lo más importante era la respuesta de la chica ya que el nunca haría algo que le incomodara a una mujer, aun siendo un demonio bastante cruel nunca se atrevió a lastimar a alguien del género femenino por temas personales
-Si claro- extendió sus brazos con raspones los cuales Alastor empezaría a vendar -tardara en curar porque fueron echos con armas angelicales pero con los guantes que te regale no tienes de que preocupar-
Emily solo reía sintiendo cosquillas y sin prestar tanta atención a lo que decía Alastor, aun así se sentía bien, cuando otro término se levantó de la cama dejando la comida a un la lado ya que aun no terminaba con lo que quería hacer.
-Dime Emily, tu eras una antigua serafin, no es así?- cuando escucho eso solo se limitó a mover la cabeza asistiendo mientras comía los hot cakes co forma de pato
-Ya veo, entonces, tu sabes quien está junto a Lute en el exterminio?-
Un silencio incómodo congeló la habitación siendo Emily la que quedo callada un par de segundo en lo que se pasaba su comida hasta que por fin hablo -Creo que una tar Hartfel, es una mujer de cabello rosa y rizado, es amable pero creo que ella no quería participar en el exterminio si no que fue obligada porque antes era la jefa de ahí hasta que se retiró-
Un pitido aturdio la mente de Alastor sorprendió sin saber porque, ese nombre le era tan conocido que hasta se podría decir que se estresaba por oir aquel nombre
-Lo siento Emily pero me tengo que ir, soy anfitrion del hotel Hazbin como ya has de saber, fue un gusto hable contigo, disfruta de la comida-
Alastor desapareció con su sombra dejando a Emily sola aunque esto no le afectó en nada ya que sabía que tenía cosas mejores que hacer.
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Escribo esto sólo para agradecer el apoyo dado últimamente tanto que ya llegamos al top #26 del radioapple en tan solo una semana por los que pensé en hacer ahora los capítulos de más de 1500 palabras pero para eso tendría que cambiar la fecha de la hora siendo ahora de las 3 de la tarde hasta las 9 de la noche, además de eso ahora ya está decidido que subiré capítulo diario sin atraso ya que por fin creo tener tiempo libre cumpliendo la promesa que hice en el prólogo de la historia (ya parezco esos del Gobierno que nada más prometen pero no cumplen AJSJAJS), sin más que decir me retiro con este capítulo corto a comparación de los próximos
