𝙉𝙐𝙈𝙀𝙍𝙊 𝘿𝙊𝙎

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Ahora ni si quiera sabía de que escapaba. Sabía que algo andaba mal, no estaba segura de que era el, y tenia miedo de que fuera verdad. Una de las razones por las cuales se fue, por el y solo por el.

Corría no tan deprisa pero si quería alejarse pronto. No pudo estar tan lejos cuando choco con alguien haciendo que ella cayera hacia abajo de rodillas, toco su cabeza adolorida por aquel golpe con esa persona extrañamente alta.

-¿Esta bien señorita?- Una voz algo gruesa hizo que ella alzará la cabeza para ver a aquella figura alta.

-S... si- Aun tomaba su cabeza algo adolorida, se levanto con cuidado hasta quedar completamente de pie pudo reconocerlo.

-¿Vil?- El hombre funcio el ceño.

-¿Bill?- Soltó un suspiro confundida.

El no pudo más y la abrazo fuertemente.

-Oh dios, tanto tiempo.- Se separo de ella un poco. -Pero mira que hermosa estas.- Volvió a abrazarla.

-También me alegro de verte.- Ella lo abrazaba suavemente.

Después de un pequeño lapso ambos se soltaron de aquel abrazo cálido.

-¿Que haces aquí?- Cuestiono ella.

-Vine por trabajo. ¿Y tu?- Sonrío confundido.

-Por mi hermano y escuela.- Frunció el ceño junto a una sonrisa.

-¿Tienes un hermano?- Cuestiono muy indiscreto.

-Si, el...- Se detuvo ella sola. -¿Viniste solo aquí a Singapur?- Cruzo los brazos.

-Por supuesto que no, después de salir de la cárcel vine con mi hermano y los chicos.- Sonrío.

-Tienes que contarme...

-¿Te apetece un café?- Señaló la cafetería que estaba a un lado de ambos.

>Bill Kaulitz (2 meses antes)<

-¿Entonces ahora a donde iremos?- Cuestiono el, cruzado de brazos, esperaba la respuesta de su hermano.

-¿Por que no podemos quedarnos aquí en Stuttgart?- Cuestiono Georg.

-Por qué aquí ya nos tiene vigilados la policía idiota.- Contestó furioso Gustav.

-No es verdad, ni si quiera hubieran sabido lo de Dylan por el soplón.- Afirmó Georg dándole vueltas con los brazos cruzados.

-¡La! Soplóna de Kaly.- Suspiro Gustav molesto.

-¿No piensas decir nada?- Bill se sostuvo firmemente cuestionando a Tom, quien estaba sentado sin prestarles atención.

-Iremos a Singapur.- Afirmó, levantándose de su lugar sin decir más.

-¿Eso esta decidió?- Georg hizo una mueca.

-Si.- Tom corto la conversación.

[Presente día...]

-¿Entonces Tom simplemente decidió que vendrían aquí?- Vil tomaba su taza con interés a Bill.

-Así es..- Suspiro. -Cuando llegamos aquí el dijo que solo serian negocios, la ganancia a sido muy buena.- Agacho la cabeza admirando su taza de café.

-¿Negocios?

-Comunes.- Rodeo los ojos con una sonrisa.

THE EVILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora