THE EVIL

𝙉𝙪𝙢𝙚𝙧𝙤 𝙘𝙞𝙣𝙘𝙤

(...)

Por fin habíamos llegado a un lugar seguro.

-¡Ahora me explicaras que mierda pasa!- Ni si quiera habíamos bajado del auto y Vil estaba realmente enojada.

-Baja.- Ordene sin más.

-¿¡Que puta mierda Tom Kaulitz!? Dime que sucede.- Bajo la voz con eso último que dijo.

-¡Baja ya carajo!- La voltee a ver mientras sostenía el volante con fuerza.

Pude notar su mirada horrorizada y los ojos a punto de llorar como una maldita niña.

-Llamare a la policía.- Saco rápidamente su teléfono del bolsillo y se lo arranque de un tirón. -¡Dámelo!- Grito enojada.

-¡Te e dicho que bajes ya!- Metí su teléfono a mi bolsillo y le abrí la puerta por adentro empujandola.

Ella no se había movido del miedo y justo a tiempo llegó Bill a sacarla del auto por la fuerza de los brazos.

-Maldita niña insolente.- La jalaba hacia atrás donde se encontraba la casa de emergencia que teníamos por estas ocasiones.

Al entrar Vil seguía forsejeando con Bill tanto que tuvo que intervenir Georg para tomarla del otro brazo. Ambos la sentaron en una silla atandola lo más rápido posible de las muñecas y los tobillos a la silla para que, no pudiera forcejear.

-Ella cree que esta en una película.- Me susurro Gustav.

-Tiene miedo.- Murmure.

Me acerque a ella.

-Cálmate.- Le ordene tratando de encontrar sus ojos los cuales, estaban muy ocupados buscando que tomar para escaparse. -¿Quieres un calmante nena?- Mofe.

Eso ocasionó que me viera directamente a los ojos.

-¡Que esta pasando!.- Su mirada triste decía más de lo que quería.

-No puedo explicarlo Vil.

-Pero yo si.- Me interrumpió Georg.

Una bofetada sonó en toda la habitación donde estábamos, pude ver la cara de Vil volteada viendo al piso después de recibir el golpe fuerte.

-¿Comprendes lo importante que es para nosotros que te calmes?- El la veía mientras ella solo movía la cabeza aceptando.

-¿Cuando podre irme?- Ella nos vio de nuevo con más calma y roja de una mejilla.

-Preguntas tontas.- Afirmó Gustav dándose la vuelta.

-Vil, viviste un ataque de disparos, tu hermano seguramente ya está muerto y...

-No...- Ella no dejo terminar a Bill y comenzó a soltar pequeñas lágrimas.
-El no puede estar muerto.- Su mirada estaba en el piso y de nuevo la levantó ahora viéndome a mi.
-¿Verdad?- Me cuestiono.

-No lo se...- Susurre.

-Si ella lo encontró primero seguro que esta muerto.- Suspiro Georg con lastima.