¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra la narradora
-¿Que hace una niña pequeña en medio del bosque?- dijo un chico que parecía de unos 20 años de edad, de unos 1.87, piel pálida, uñas largas y filosas, cabello algo largo y rubio plateado, sus ojos eran increíblemente raros y hermosos, estaban formados por varios tonos pastel arcoiris, los cuales tenían escrito "Creciente dos", vestía una camisa de mangas largas a color rojo, ajustada al cuerpo permitiendo que fuera notable su musculatura mientras que el cuello de la camisa estaba rodeado por un patrón de color negro dando la impresión de una mancha goteando, también utilizaba unos pantalones en tonos beige con líneas negras sujetados con un cinturón en tonos dorados con una hebilla plateada.
-¿Deberia comerla...?- dijo mientras se acercaba más a la niña y la observaba con atención- ¡Pero si es demasiado tierna y adorable!~-
El chico se agachó y levanto cuidadosamente a la pequeña- Aww~ yo creo que te llevaré conmigo... Aunque... Aun no se si convertirte en demonio o no... Hmmm... ¡Seguramente a Akaza-dono le encantará esta cría humana!
Dicho eso, se fue a su hogar ansioso con la niña en brazos.
. . .
-¿Hmmm?- fue el primer sonido que hizo nuestra niña zombie al abrir los ojos.
Pudo sentir que se encontraba sobre un lugar cómodo y suave, se sentó lentamente y miro a su alrededor, noto que estaba en una habitación no muy grande pero tampoco pequeña-¿Donde estoy...? -
-Baizhu... - Qiqi se levantó y lo primero que hizo fue estirarse para evitar que rigor mortis se establezca, luego de su corta pero útil rutina de estiramiento, salió de la habitación para tratar de encontrar a Baizhu, lo cual sería algo difícil ya que no podía recordar muy bien su rostro.
Pudo notar en los pasillos donde se encontraba paseando, algunas sirvientas trabajando, algunas la miraban con ternura y otras con duda, también pudo notar que el lugar era demasiado grande, por lo cual, se perdía muy fácil.
-¡Oye, niña! -dijo una voz detrás de Qiqi.
Qiqi volteo a ver atras y vio a una mujer de la tercera edad, parecía ser otra sirvienta más del lugar, tenía el pelo amarrado y su el uniforme de las demás sirvientas, la mujer se acerco a Qiqi y la agarro bruscamente de la muñeca- Se supone que no deberias estar aquí.
-A su santidad no le gustara para nada que una mocosa se haya colado aquí, ¿donde están tus padres? -Qiqi no respondió a su pregunta, ni siquiera se molestó en mirar a los ojos a la mujer, lo único que hizo fue intentar liberar su muñeca de su agarre.
-Mirame a los ojos cuando te hablo, respeta a tus mayores- dijo la mujer aún más enojada, Qiqi siguió sin mirarla ni responderle y siguió tratando de liberarse de su agarre- Maldita mocosa, su santidad decidirá qué hacer un usted.
La mujer empezó a arrastrar bruscamente a Qiqi, la cual solo empezó a forcejear para liberarse de ella.
Así siguieron hasta llegar a una habitación algo oscura, la mujer intento meter ahí a Qiqi pero Qiqi no dejaba de forcejear- ¡Mocosa, cuando su santidad se entere-!
