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Era un jueves tranquilo, algo lluvioso pero normal.

Isabella descansaba tranquilamente en su pecho, con una de sus manitos agarrandole la remera y su pelo todo despeinado porque hoy la niña no tenía un buen día Leclerc se sentía bobo mirándola descansar con tanta serenidad, sus suspiros, sus muequitas.. su inconsciente tratando de impregnarse del aroma dulzón que desprendía el Monegasco cada vez que estaban así de juntitos.

Ya estaban en Maranello y por fortuna la rutina se había mantenido estable. Charles pasaba más tiempo con Isabella ahora que básicamente Carlos también estaba muy pegado a él. Estaba bien, cómodo en todos los sentidos. Eso era lo importante.

─Buenaas, llegó el más lindo ─saludó el alfa mientras dejaba el bolso del gym sobre el sillón individual. ÉI se acerca a besar los labios de Charles como un pequeño saludo y luego, una de las mejillas de la chiquita.─ ¿Como estás, Char?, ¿preparo café?

─Recién tomé Té ─señala la taza sobre la mesita con la cabecita, todavía sosteniendo suavemente la mano de la pequeña que reposaba en su pecho─

─¿Hace cuanto se durmio? ─pregunta mientras se sienta a su lado, Charles se sonroja─ así la haras mal acostumbrarse, después no querrá dormir sin ti..

─No me doy cuenta ─acepta avergonzado─ solo.. mírala, es hermosa... ─suspira besando la frente de la niña─

Carlos sonríe, apoyando una mano en la espalda del omega y otra en la pierna de su hija. Mirando a los dos con una muequita de paz, de saber que Isa jamás va a estar tan bien en otros brazos.

Quizás estaba en su naturaleza ser algo bruto y descuidado con sus palabras, Carlos Sainz se caracterizaba por su impulsividad tan caótica que no siempre dejaba buenos resultados en su vida. Tal vez era muy denso, muy obsesivo pero también era demasiado observador. Una gran virtud que a veces estaba bien pasarla de largo.

Carlos sabía que Isabella suspiraba
casi que enamorada de Carlos. Ese
amor tan maternal, tan de omega y cachorra que se sentía lejano al sentimiento que ellos compartían. Era como estar ahí, pero no ser partícipe directo de esa nube de amor inquebrantable.

Raramente ya no sentia celos de
eso. No había inseguridad alguna
cuando se trataba de Leclerc y su sonrisita tierna cada vez que Isabella se fortaba en su cuello para
impregnarse de su esencia.

No era partícipe pero tampoco era tan ajeno a ellos. Carlos estaba ahí. Jugaba con Isabella cuando ella quería y de vez en cuando podía tener el privilegio de compartir un beso de cinco segundos con el omega. Estaba bien así. Era una rutina a la cual se había acostumbrado, a la cual ninguno parecía querer despegarse.

─Char.. ─lo llama despacio, sin querer interrumpirlo─ ¿puedo preguntarte algo?

─Ya estas preguntando ─suelta una risita, mirándolo de repente. Carlos se estira para robarle un beso, inevitablemente el aroma de Charles atrapaba a quién sea.─ No hagas eso ─lo reta con las mejillas sonrojadas y sus ojos brillantes─

─Entonces no me mires así ─suspira, nuevamente acercándose para darle un beso que esta vez, Charles corresponde. Al separarse, el omega vuelve a mirar a la nena; siempre atento a ella. Carlos entiende que es mejor decírselo antes que ocultarlo.─ Es... es Paula hace unos días me mandó un mensaje diciendo que queire ver a Isa. Todavía no le respondí.

Charles lo mira directamente un poco sorprendido y hasta preocupado. Carlos nota como de
manera inconciente abraza a la niña.

─¿Para que la quiere ver ahora?, ¿uhm? ─pregunta con la voz ligeramente temblorosa, su cuerpo ya estaba tenso y parecía que estaba totalmente alerta mientras sostenía a la niña contra su pecho─

Carlos entiende el miedo de Charles
y por eso mismo toma distancia de ellos, levantándose del sillón para luego dar tres pasos al costado. Mostrándole que no iba a quitársela.

─No se, Char..

─Ella no la necesita ─avisa protegiendo a la cachorra entre sus brazos. A la defensiva.─ Ella es mia

─Nadie te la va a quitar, Charles, pero ella es su mamá. Paula es la mamá de Isabella.. tu no. ─dice calmo, como si ese tono suave al hablar hubieses sido suficiente para no alertar al omega que ya estaba con sus ojos llorosos.─

─¿Yo no?, ¿no soy..?, ¿Qué? ─balbucea, levantándose del sillón con cuidado. Isabella se remueve incómoda por el cambio drástico en el ambiente. El aroma del omega ya no era dulce, ni reconfortante. Era ácido.. amargo.─

─Char.. ─lo llama entre sueños la cachorra, al borde de despertarse─ yo cuido ─le avisa, con su instinto de querer proteger al Monegasco─

─Yo te cuido a ti. Mi amor... yo te cuido ─murmura suavemente meciendola mientras se aleja del piloto─

─Espera. Charles.. hablemos ─mantiene esa postura pacífica, sin acercarse todavía. Sabiendo que alertar más a Julián sería en vano y podrían terminar mal─ necesito que me escuches antes, por favor

─Dijiste que no nos ibas a lastimar si nos alejas.. si me alejas de ella harías más que lastimarnos ─acomoda delicadamente a Isabella sobre su hombro, sosteniendola de las piernitas mientras que su mano le acaricia la espalda.─ No puedes permitir que nos alejen, Carlos

─No quiero alejarlos, ni lastimarlos.. de verdad ─suspira esta vez dando un paso hacia adelante; al ver que Charles no se defendió, tan solo se acercó para abrazarlo suavemente. Con su brazo envolviendole las caderas.─

─Entonces.. entonces no dejes
que la vea ─responde casi de inmediato, apoyando la cabecita en el pecho del alfa─ Si ella la ve.. no, no quiero. Por favor..

─Es su mamá. Charles... eso tienes que entenderlo.

─Ella la abandonó, Carlos.. la dejo solita ─le recuerda acercándose a el─ No merece verla.. no dejes que la vea

─Isabella no dejará de amarte, Charles. Isa solo sonríe contigo pero ella es... es su mamá.

─Por favor... ─murmura, con sus ojitos cerrados y la respiración algo densa. Tenía miedo, casi que temblaba aún cuando Isabella despertó y besó su mejilla con dulzura.─

─Yo te cuido ─volvió a repetir solo que esta vez más despierta y preocupada por el omega. Como si pudiese sentir la ansiedad que recorría al Monegasco.─ Isa y papi cuidamos

─Lo se. Mi vida.. ─responde suavemente, besando la mejilla de la niña para luego besar el mentón de Carlos. A pesar de su inquietud, todavía estaba con ellos.─

Y eso nadie podría cambiarlo.








♡♡♡
Bueno, creo que llegó el momento de sufrir chik@s. Siempre hace bien un poco de drama ;).

Espero que les haya gustado, voten o comenten pliss

Besos💋

entre aromas dulces || charlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora