38

652 76 40
                                    

Chapter Thirty eight

En cuanto Chifuyu se percató de los recién llegados intentó por todos los medios de que la pelinaranja no se volteara (era la única de las que estaban en la piscina que sabía sobre la historia entre Nahoya y Ran), pero cuando la de cabellos melocotón (en contra de la fuerza de Chifuyu) chocó miradas con el de ojos amatistas, su corazón comenzó a palpitar desenfrenado, el aire le empezó hacer falta en los pulmones y la vista cada vez se le hacía más borrosa al paso que hablaba con balbuceos inentendibles

Nahoya adoraba a Ran. Amaba sus preciosos ojos amatistas, pero en ese momento no pensó en los que tanto le gustan, sino en los que tanto miedo le dan. Amaba su sonrisa, pero en ese momento no pensó en la que aceleraba su corazón, sino en una completamente macabra y desquiciada. Amaba a Haitani Ran, pero en ese momento no lo estaba viendo a él

Todo lo que le pasaba, deseaba de todo corazón que no le pasara, pero le era inevitable. Pudo controlarse aquella vez que Ran fue a su salón a pedir sillas porque su hermana estaba a su lado y en su subconsciente sabía que Ran pronto se iría de su vista ¿Cuál es la diferencia con la situación de ahora? En que Ran no se iría, y conociendo lo terco que es, trataría de acercársele

── ¡Ayuda!... ¡Angry! ──Nahoya se había desmayado y debido a la densidad del agua su cuerpo calló llevándose (prácticamente) a Chifuyu con él ── ¡Auxilio!... ──el peso extra le impedía mantenerse estable en la única zona en la que no daba pie, las demás intentaban mantenerla a flote, pero temían hacer algo que empeorara todo con el caso de Nahoya ──. A Smiley... creo que a Smiley le está dando un... un ataque de pánico...

Los segundos que le tomó a Souya reaccionar fueron lentos comparados con los que a Ran le tomó tirarse al agua. Nadó hasta donde estaban las chicas apartando a todas de un ligero empujón llegando a la rubia que intentaba sostener a la de cabellos melocotón con algo de dificultad

── ¡Dámela! Yo la llevaré ──la ‘‘arrancó’’ de los brazos de Chifuyu para cargarla como princesa

── ¡No! Espera, ella... ──nadaba detrás de él para detenerlo, pero le era imposible seguirle el ritmo ──,... ella está así por tu culpa...

── ¿Por mi culpa? ──usó un tono de voz inquietantemente tranquilo que le erizó la piel y la mirada siniestra que le lanzó le recordó a los ojos oscuros y ‘‘perversos’’ de Mikey

Chifuyu se detuvo, y Ran entendió eso como que ya no lo molestaría. Salió de la piscina con ella todavía en brazos y cuando Takemichi los vio acercarse se levantó de la tumbona para que Ran acostara a Nahoya. Inmediatamente todos los demás comenzaron a rodearlos, mirando con preocupación la escena, pues todo fue tan repentino que nadie se esperaría que un día de diversión acabara así

Souya se arrodilló a su altura y agarró su mano izquierda entre las suyas, para reconfortarla, y le decía par de cosas al oído, para reanimarla

Ran hizo exactamente lo mismo. Se arrodilló a su altura (todo lo que la de el mismo le permitiera) sostuvo entre sus manos la mano derecha de Nahoya, la apretó con delicadeza y apoyó su frente en la esquina de la tumbona. Extrañaba tanto la sensación de cuando sostenían sus manos, de cuando entrelazaban sus dedos, de cuando besaba el dorso de esta. Le cabreaba el hecho de que todos pensaran que lo que le pasaba a ella era por su culpa, cuando él no hizo nada y nunca se atrevería hacerlo, le enfurecía demasiado... todo culpa de Haitani Yoshiro (haciendo referencia a que el nombre de su padre ‘‘Yoshiro’’ significaba correcto y buen hombre... y de correcto y buen hombre, no tenía nada)

──Ran ¡Vámonos! ──intentaba alejarlo, tratando de que las cosas se complicaran lo menos posible

──No pienso irme de aquí, no la dejaré sola... <<otra vez>>

The Matsuno's TwinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora