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Chapter Ninety six

El tiempo pasó...

Los días se transformaron en semenas...y las semenas...en meses

El problema de las Matsuno poco a poco se fue olvidando después de la humillación que pasó Kaede a mano de ambas gemelas, la susodicha planeaba vengarse...y desde aquel momento hasta ahora, todas las veces que lo intentó falló miserablemente (pero ya eso es cuento viejo)

Los acontecimientos actuales llevaban a que Kazutora caminaba de aquí para allá con rapidez. Tenía el dedo pulgar en su boca mientras se mordía la uña y su otra mano estaba inquieta...todo su ser estaba inquieto

Hace tan solo una semana recibió la noticia de que su hermana mayor, Sairenami, lo visitaría el día de las visitas. Eso lo llenó de gozo, hacía tiempo no la veía y era que su deporte requería de estar viajando constantemente para las competiciones, saber que ir a verlo era lo primero que ella haría luego de su llegaba a Japón lo emocionada de sobremanera...todo estaba bien, hasta que supo que venía acompañada de nada más y nada menos que de Akagi Katsumi, su madre

Esa era la razón del porque estaba así de inquieto, la mala vibra no se le iba y sentía que esa visita no sería nada bueno. Su madre nunca se interesó mucho por él, su educación se la debe toda a su hermana mayor, y si eso era así ¿Qué estaba pensando esa señora en venir a visitarlo? ¿Qué quería? ¿Qué planeaba?

Por más que le daba vueltas y vueltas no daba con la razón...y por eso estaba tan preocupado

──Tora, tranquilizate ──Naoto lo veía dar vueltas y vueltas de aquí para allá ──. Que tu madre venga debe ser bueno, es lindo cuando tus padres te visitan

──No entiendes Naoto ──el chico negó haciendo sonar su cascabel ──. Mi madre no me quiere, nunca lo ha hecho y prácticamente fui criado por mi hermana mayor y los criados de la casa. No tengo ni un solo recuerdo de ella en el que haya sido feliz. Al principio solo me decían que mamá estaba ausente porque estaba de gira, la veía cantar a través del televisor, pero fui creciendo y me di cuenta que mi madre no regresaba y poco después descubrí que me odia porque mi padre murió el día de mi nacimiento. No entiendo porque me reniega tanto, pero tampoco me hace falta su cariño ──Naoto fue a abrazarlo a lo que el de ojos ámbar se aferró al menudo cuerpo de la chica ──. Que esté aquí para saber de mí me da un mal dabor de boca, me pone intranquilo y no sé que hacer

──Tora...tienes que relajarte ──la fémina le besa la coronilla y le da par de caricias en su cabello ──. No estarás solo, tu hermana mayor estará ahí, los chicos puede que también y yo igual ──le agarró con ternura las mejillas e hizo que lo mirara a los ojos ──. Yo te apoyaré, podrás sostener mi mano cuando te sientas ansioso, no me separaré de ti

Kazutora se quedó inmerso en los ojos de la chica, su actual cabello corto la hacía lucir más madura y femenina que antes y...por sobre todo, increíblemente caliente. Había momentos en los que tenía que enserrarse en el baño a bañarse con agua bien fría para bajarse el problema, y otros en los que solo sabía sonrojarse con su presencia. Tachibana Naoto era su perdición, y le agradecía a Dios de que la hayan puesto en su camino

── ¿Qué hice para merecerte? ──dejó que las delicadas manos de la contraria acariciaran sus mejillas

──Tropesarte en mi camino ──ella sonrió...y él también

Unos segundos bastaron para decirse millones de cosas con solo los ojos. Naoto se iba poniendo de puntillas dispuesta ha besar esos rosados labios que tanto a querido besar antes. Kazutora la agarró de la cintura para sostenerla y también se fue inclinando porque al parecer sus pensamientos estaban en sintonía, ambos querían lo mismo

The Matsuno's TwinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora