Lo peor de darte cuenta de que te gusta tu mejor amigo es que, en mi caso, no tenía forma de evitarlo. Peor aún, se me hacía demasiado difícil esconderlo cada vez que Suguru se me acercaba mucho, me hacía ojitos o hacía prácticamente cualquier cosa.
Y el maldito idiota lo disfrutaba, estoy seguro de que lo hacía a propósito para verme nervioso. O quizás no, en realidad no estaba seguro, es más fácil creer que estoy sobrepensando sus acciones y que no son más que los mismos juegos que siempre han existido entre los dos, aunque sí he notado que últimamente ha estado más cercano, ya no actúa como si mi tacto le desagrada y empieza más seguido a molestarme de la misma forma que yo suelo molestarlo a él.
En fin, solo suposiciones, dudo mucho que le guste y prefiero no imaginarme esa situación.
Shoko me metió la idea en la cabeza, siempre preguntándome cosas sobre Suguru y sacando el tema cuando no había nada más de que hablar. Algún día me iba a vengar, estaba más tranquilo cuando podía hablar con mi mejor amigo sin tener una taquicardia.
Hoy tenía la mañana libre, mis amigos estaban ocupados haciendo quién sabe qué y los mocosos todavía no salían de la escuela, por lo que decidí que iba a aprovechar la soledad.
Busqué en la escuela un lugar tranquilo, en el patio, bajo la sombra de un árbol, me recosté en el pasto y apagué el infinito. No es algo que haga a menudo, normalmente ahora lo mantenía funcionando en automático la mayor parte del tiempo, los seis ojos es mi técnica más preciada, pero si no fuera por el infinito probablemente me hubiera vuelto loco con la sobre estimulación, había veces en las que ni siquiera los lentes de sol completamente negros eran suficientes como para evitar esa sensación, por eso descubrir la forma de usar todo en automático era lo mejor. Pero en días como este, donde veía la brisa y como se movía entre las hojas, algo dentro de mí me pedía poder sentirla, en especial ahora que el frío del invierno todavía era soportable .
Apagué la técnica y pude sentir todo, el pasto bajo mi cuerpo, el viento que revolvía mi cabello y los rayos de sol sobre mi piel. Era escalofriante, no poder sentir nada sobre mi cuerpo y de la nada sentirlo todo de golpe, es un movimiento que requiere preparación mental previa y este día iba a disfrutar de lo poco y nada que quedaba de días soleados.
Tomé mi celular y aprecié el nuevo fondo de pantalla, la foto que tomé de todos el primer día de clases de los mocosos. Una muy linda foto, probablemente por el excelente fotógrafo.
Luego me aburrí. Di vueltas sobre el pasto y me di cuenta de que no sirvo para estar solo, no cuando podría estar haciendo cualquier cosa con Megumi o Tsumiki o Nanako o Mimiko o Shoko o... Suguru. Las horas se hacen largas y necesito un poco de ruido en mi vida, ellos son la adición perfecta.
Las plegarias de mi cabeza fueron contestadas cuando de la nada me entró un mensaje de Yaga. Clases sorpresa, perfecto, ya me arrepentía de pedir compañía.
Al llegar, yo no era el único con mala cara, a Shoko se le marcaban las ojeras y Suguru llevaba el cabello medio despeinado, mi querido profesor aún no llegaba.
—Organizando clases sorpresa y llegando tarde, terrible —Shoko apenas parpadeó con mi comentario y Suguru no levantó la vista de su cuaderno. Había sido ignorado por mis amigos, que bien.
Me senté al lado de Suguru y le pegué una patada a su mesa para que me pusiera atención, me levantó una ceja.
—¿Qué haces? —pregunté mientras miraba las hojas que estaban sobre su mesa, no tenía nada escrito.
—Estoy disociando —era el cansancio, ya me había dicho que últimamente el cansancio se le estaba comenzando a acumular.
—Que divertido —tomé uno de sus lápices y dibujé una estrella al borde de una de sus hojas, casi lo hago sonreír.
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Nuestra Familia ͟͟͞͞➳❥ Satosugu ˏˋ°•*⁀➷
FanfictionSin previo aviso los hechiceros más fuertes se convierten en padres adolescentes, niñeros de tiempo completo sin opción de echarse atrás. ¿Será está situación capaz de hacer que los amiguitos se conviertan en algo más?