XII

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Superficie.
Castillo del oeste.
En la oficina de myoga.

_Acordamos que rin sería mía!.-golpeando el escritorio con fuerza y alzando bastante la voz, totalmente furico.

_majestad, entienda...-tratando se razonar con el pelirrojo.-no es mi culpa, ese afeminado se le metió por los ojos a la princesa en tan solo una noche, nisiquiera me dio tiempo de impedir aquel baile.-igual de molesto que el rey que le reclamaba.-es extraño.-no comprendiendo para nada lo que había sucedido la noche anterior.

El pelirrojo estaba totalmente pensativo, caminaba de un lado al otro meditando sobre la noche anterior y sobre el sorprendete suceso que fue enterarse que la princesa acpetaba casarse con aquel afeminado.-como es posible que la princesa halla aceptado tan fácilmente aquel compromiso? ...nisiquiera se conocían, es absurdo, no...más que eso, ridículo.-mirando de reojo al anciano.-usted sabe algo que yo no?.-apuntándole acusatoriamente.-la princesa rin era reacia a los hombres haata no hace mucho y el duque no ha estado nunca con una mujer por que todo el mundo sabe perfectamente que no le gustan ¿entonces como es si quiera posible que anoche los dos se hayan comprometido en matrimonio?.-sospechando no solo de aquellos jóvenes, sino también de él anciano, que parecía bastante nervioso y tenso.

_no tengo la menor idea, yo no se nada.-trágando grueso, el día anterior cuando vio a kagura y a rin acostadas en la misma cama abrazadas le había dado la leve impresión de que se habían entregado al placer, pero como estaba tan distraído con la fiesta que había planeado no le dio importancia.

_más le vale anciano decrépito.-posó sus manos en el escritorio y se inclino hacía el canoso peligrosamente, fulminandolo con la mirada.-por que si me llego a enterar de que esta cubriendo a la princesa en sinvergüenzuras, usted será el mas perjudicado, quedará fuera de este plan y yo me aseguraré de que se pudra en una celda húmeda y oscura.-amenazo, haciendo que el viejo flaqueara, temía que rin solo haya aceptado ese compromiso por motivos ocultos, tenía que descubrir porque el duque y la princesa estaba comprometidos antes de que el rey kirinmaru lo hiciera o estaría perdido.

Carraspeo y se acomodo el cuello de la camisa sintiendoce sofocado.-esta delirando majestad, la princesa no me tiene secretos a mi.-apretando la mandíbula, aquello era una gran mentira. La castaña jamás le contaba nada porque nunca le ha tenido confianza.

El pelirrojo entrecerro los ojos no creyendo nada de lo que decia el canoso que tenía en frente, quien parecía bastante nervioso y evasivo, ansioso por terminar aquella conversación.-bien.-enderezandoce, fingiendo normalidad.-por el momento dejaremos que esto continúe, pero usted tendrá que estar más al pendiente de esos dos, si ve algo extraño hagámelo saber de inmediato.-acomodandoce el saco de su traje, que estaba desabrochado.

Myoga exhala lentamente, sintiendo que su nerviosismo se disipa poco a poco mientras kirinmaru vuelve a su actitud relajada habitual. Su pecho deja de subir y bajar tan rápidamente, y su mandíbula se relaja, dejando de apretar los dientes.

Con un esfuerzo visible, el canoso logra recomponerse y adopta una expresión más serena, aunque todavía hay un rastro de tensión en sus hombros y en la forma en que sus ojos siguen al pelirrojo con una mezcla de alivio y precaución.

_Por supuesto, majestad.- repite Myoga, intentando sonar lo más natural posible, aunque su voz todavía tiene un ligero temblor. Se aclara la garganta y se inclina ligeramente, como si estuviera listo para seguir con la conversación, pero en realidad está esperando a ver qué hará kirinmaru a continuación.

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⏰ Última actualización: Oct 14 ⏰

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