Me cuesta ver en el espejo y no llorar al no reconocer en qué me he convertido. Antes era una niña "feliz" que no tenía mayores preocupaciones, y ahora me he convertido en una adolescente con varias marcas y cicatrices, cada una con una historia distinta.
El estar dudando de mí misma fue acabando con cada momento en el que pude disfrutar, y ahora estoy más cerca de recaer que de mejorar. Pero no me rendiré, lo lograré... ¡Lo prometí!
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corazón sin voz
PoetryAquí quedan mis pensamientos, aquellas palabras que me guardé, aunque guardarme no es lo mejor, ahora puedo plasmar lo que siento en la escritura.