escuela

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Las notas se han convertido en una pesadilla constante que me agobia, me siento atrapado en un ciclo de expectativas y decepciones. El ambiente en mi colegio solo añade presión y aislamiento, alimentando mi sensación de soledad y desesperanza. Aunque trato de ocultar mi dolor tras una fachada de normalidad, cada noche las lágrimas son mi única compañía.

La carga emocional se vuelve abrumadora, y la idea de seguir adelante se desvanece con cada día que pasa. Me siento atrapado entre la necesidad de mantener una apariencia positiva y el deseo de escapar de esta espiral de negatividad. Alejarme de los demás parece la única opción para evitar causarles daño, pero el miedo a perder mi última conexión con la felicidad me paraliza. En este oscuro túnel, la luz al final parece más distante que nunca, y la esperanza se desvanece como un suspiro en el viento.

corazón sin vozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora