Capítulo Trece; " mamá... "
LYRA KINGAHAN
¿Cuánto tienes ahora?- me pregunto Eduardo acariciando mi vientre abultado, sonreí de forma dulce
Voy por mi décima quinta semana de gestación.- sonreí de forma boba- aunque es un tanto aburrido estar encerrada en casa- lo mire-, por cierto, ¿cuándo vienen los niños?- pregunte
Habían pasado tres meses desde que salí del hospital luego de la fiesta de cumpleaños de los chicos, Sebastian y Hatson no me dejaban salir de casa casi nunca por precaución, tampoco dejaban que los demás, aparte de Jordan, Eduardo y Andrew me visitaran. No siquiera había sabido nada de Fabiola desde esa vez, lo único que supe, era que su relación con los chicos se iba a la mierda
Eduardo y Andrew habían logrado completar los trámites de adopción, y desde hace un mes tenían a unos lindos trilizos viviendo con ellos. Tenían diez años según me decía Eduardo, y eran un amor. Al inicio, sus planes eran adoptar a un niño o niña, pero al ver a los pequeños trillizos jugar en el jardín del orfanato, Eduardo se enamoró de ellos a primera vista, hablaron con ellos y al ellos acceder de forma sumamente contenta empezaron los trámites
Ellos aun no se adaptan al ruso, así que es complicado para ellos.- me sonrió
Sabes que hablo perfectamente español, me ofendes- le mire ofendida, Eduardo se rio de forma escandalosa, le lance un cojín
Por favor, apenas y hablas bien el ruso- se burlo de mi, le mire mal fulminandolo con la mirada-, ya, ya, lo siento... es que... no puedo evitarlo- siguió burlándose, baje del sofá ofendida
Que te den- me queje, yendo a la cocina
Uy, rico- se burlo él, rodé los ojos y seguí mi camino, lo escuche seguirme- prometo traerlos pronto, ¿si?, antes tendría que hablar con Hatson y Sebastian para ver que opinan- voltee a él mirándole sin entender
¿Y por qué tendrías que pedirles permido?- me queje indignada
Son niños- dijo, como si fuera lo mas obvio del mundo, suspire y abrí la nevera buscando algunas fresas
¿Y eso qué?, según me dices son unos angelitos. Dudo que me pongan mal- me queje
No es eso tonta, sino, de que querrás jugar con ellos, y te cansaras. En tu estado, y a estas alturas del embarazo, si te pones mal por eso, me mataran.- se quejo, no dije nada y me aturuge varias fresas a la boca
Tenía razón, más no se lo diría en voz alta.
Yo hablaré con ellos- asegure mirándole, a él fácilmente le dirían que no, pero si se los pedía yo, seguramente podría tener oportunidad a que accedieran, aunque fuese solo un rato. Estaba emocionada por conocer a mis lindos sobrinos, incluso, tenía varios regalos en la habitación para ellos
Esta bien- sonrió él, robandome una fresa, le mire mal y lo esquive cuando quiso robarme otra
Deja- me queje, mi comida era sagrada
Por cierto- sonrió, metiendo a su boca la fresa que me había robado antes-, ¿cuándo saben el sexo del bebé?- preguntó
En la última ecografia la ginecóloga dijo que ya se podría ver, pero el bebé estaba mal acomodado. Así que en la siguiente ecografia lo intentará otra vez- sonreí de forma boba
Genial, ¿los chicos que quieren?, ¿niño o niña?- pregunto, solté una leve risa
Niño, dicen que no quieren niña- tararee con calma total ignorando la mirada extrañada de Ed
Pensé que estarían locos por tener una niña- dijo extrañado
Lo mismo pensé yo, pero ve- me encogí de hombros, yo tampoco quería una niña. Según sabía, las niñas se robaban a su papi, no podría soportar tener que competir con mi propia hija por ellos, enloqueceria sin duda alguna
Por cierto, ¿y la firma de Chia?- pregunto el con calma, sonreí apenas de forma forzada cuando sentí mi pecho doler ante su mención. Acaricie mi vientre mirando al suelo, me dolía que mamá no podría conocer a su nieto- lo siento...- murmuro al notar mi expresión, negué lentamente acariciando mi vientre
Ellerin se hace cargo por el momento, aunque casi no nos vemos... me informa todo por correos y me manda por carta los documentos que necesito firmar y ya...- murmure de forma baja sin dejar de acariciar mi vientre perdida en mis pensamientos, lo extraña mucho, a él y a mamá
Mamá estaría encantada de saber que sería abuela, aunque también se quejaría de que ya estaba vieja... negué lentamente para mi misma al sentir mis ojos picar por su recuerdo, deje en la isla el boul de fresas y cubri mi boca con una de mis manos al sentir una arcada, mientras la otra la mantenía en mi vientre
Lyra...- murmuro Eduardo en tono de lastima, quise gritarle y pedirle que se fuera, detestaba que me hablara o me viera de esa forma, negué para mi misma, necesitaba calmarme, no le hacía bien al bebé, Eduardo se acercó a mi y me abrazo con ternura y cuidado, cerré mis ojos apoyando mi cabeza en su pecho tratando de calmarme
Sin importar el tiempo que pasara, la ausencia de mi madre me seguía doliendo tanto como la primera vez... aún soñaba con ese día, en como la deje sola, en como la abandone en ese asqueroso lugar, en el calor de las llamas frente a mi... lo sentía todo como si fuera ese mismo instante, ese mismo día
Solloce aferrandome a Eduardo cuando sentí mis piernas temblar, y llore sin poder evitarlo, llore como si fuera ese día, llore sintiendo como si mi alma se incendiara junto a ella
Mamá...- murmure en un hilo de voz, Eduardo me sostuvo con fuerza sentandonos a ambos en el suelo
Mi mamá estaría tan feliz... mi mamá no podría conocer a su nieto...
《 Perdóname mami...- solloce sintiendo mi corazón doler de sobre manera
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Salto de Fe
Romance2° libro de "Los Hermanos Hilxman" **** Esa noche sentí mi corazón oprimirse, de tal forma en que creí jalas podría volver a creer; pero había olvidado algo, eran seis los dueños de mi alma, de los cuales, cuatro de ellos despedazaron a su antojo si...