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Jennie estaba hechizada, su esposa era una mujer hermosa , sus ojos eran tan oscuros y misteriosos que ella por un momento se perdió en ellos, su cuerpo era, Dios!! Cómo describirlo, grandote!!! Sí, ella era una gigante, su gigante, y su olor, ummm respiro profundamente mientras se acercaba a ella peligrosamente, olía delicioso, a madera fresca, a hojas de menta, y ése enorme cuerpo era suyo, siiii!!!! Gritó su mente eufórica, era su generala, su caballera, su esposa... suya...

-- te gustó esposa? Volvío a repetir su pregunta con una alegría que Lisa quedó petrificada, era la primera vez en su vida que una mujer la miraba con tanta ternura, que la devoraba con la mirada, y vaya mirada se dijo ella.

-- hermosos ojos, dijo sin conectar correctamente cerebro boca cuando su mirada oscura estaba en ésa diminuta y pecaminosa mujer, su color de ojos eran únicos, realmente impresionantes, no sabía que existiera ése color igual al -- durazno?? Dijo en voz grave y demasiado sensual.

-- yo??? Dijo cariñosamente Señalandose a sí misma.

-- soy lo que quieras Mi generala, Jennie sonrío coqueta mostrando sus lindos hoyuelos, ella jamás en su cortita vida había actuado así, tan descarada, tannnn lujuriosa?? Pero no la podían culpar, su esposa era un deleite, y ella quería saltar a sus brazos y besarla, darle su primer beso y hasta más.

La general Lalisa estaba avergonzada, ja!! -- Cerebro estúpido se dijo, avergonzada de que una mujer como la que tenía en frente, ella, tan perfecta le estuviera coqueteando? Y ése dulce de durazno era su pequeña esposa, suya, así que si ella era suya podía hacer lo que quiera con ella verdad? -- no!! Gritó furiosa su conciencia, ésa cosita deliciosa y tan delicada no iba a poder aguantar su enorme tamaño, y ella sabía que ninguna de las mujeres con las que había estado sexualmente la habían aguantado en sus experimentados coños, si ésas cortesanas ávidas y bien abiertas no les entraba sino un poco hasta la mitad, sin gritar de dolor o rasgarse en el intento, y para terminar su eyaculacion tenia que ayudarse con la mano, sexualmente estaba frustrada, por eso muchos la llaman bestia por los gritos desgarradores que las mujeres daban, y siempre terminaba insatisfecha.

Ella jamás lo soportaría, su pequeña esposa, se sacudió exasperada con ésos malos pensamientos sobre su tierna esposa con miradafelina.

Se aclaro la garganta cuando ella  no dejaba de verla como comida, se mordía el labio y la miraba de pies a cabeza descaradamente, ella no le teme, no la esquiva, la mirada, no deja de sonreirle, de sonrojarse y mover su cuerpo suavemente mientras la observa detenidamente.

-- sí, respondío al fín, pero la próxima vez me preguntas si quiero algún cambio en mi despacho, esta claro mujer??trato de sonar ruda.

-- sí esposa, respondío muy feliz de que por fin ella le hablara y de un tono más suave, sin alzar la voz.

-- esposa, ¿ya te sientes mejor? Quizo saber Jennie muy preocupada ya que Lisa estaba usando un uniforme que se veía pesado y no quería que su esposa se lastimara más, no ha podido ver sus heridas y ella realmente quiere cuidarla.

-- perfectamente, respondío inflando su pecho, -- soy un hueso duro de roer, y para que puedan acabar conmigo será realmente difícil, habló rápidamente mirando al frente como si estuviera hablándole a su ejército orgullosamente.

-- ohh!!  dijo dando un paso atrás para poder verla a la cara, Lisa es muy alta y Ella a duras penas llega a su pecho, su metro sesenta y cinco no va a alcanzarla jamás con los dos metros pasados de ella, así que felíz porque ella es enorme y ahora se siente muy segura con ella.

-- voy a trabajar, y salió rumbo nuevamente a su despacho, porque dónde esté un minuto más cerca de ella, se la echa al hombro para meterla en su cama y devorar ésa dulce carne de gatita, que está seguro sabrá más dulce que la miel, y más jugosa que un durazno, sus morbosos pensamientos la pusieron realmente dura y no puede permitirse éso con ella.
--es muy pequeña, dice pesarosamente, Lisa la quiere probar, pero está casi segura que en cuanto vea a su bestia ( miembro)
Saldrá corriendo y gritando como todas.

Suspiro ruidosamente, enojada por éso, era un motivo por el cual no se quería casar, -- y ahora que?? Se preguntó viendo a la nada.

Rato después la general se dispuso a distraer su mente con trabajo por revisar del tiempo que estuvo en cama.

-- esposa, llamó la joven a la puerta, -- el almuerzo está listo, habló Jennie aún al otro lado de ésta.

Lisa estaba tan concentrada en unos documentos de sus terrenos que no notó cuando su esposa entró.

-- esposa?? Volvío a repetir, vamos?
-- Ella en que momento se me acercó?  tanto así que sus narices estaban casi tocandose, se preguntó mirandola, sus ojos estaban fijos en sus lindos labios, carnosos y ella olia a pecado, a ambrosía, la quería besar...

-- siii, respondío levantándose de la silla bruscamente para salir huyendo nuevamente de su diminuta esposa.

Ella era un peligro para su cordura y su necesitado miembro erecto.

Después de comer tan exquisitos platos, Lisa estaba feliz, pero con su rostro de malas como siempre, inexpresiva,Jennie cocinaba tan delicioso y parece que era sólo para ella, se sentía como nunca se había sentido, dichosa.

-- toma querido esposa, come más, necesitas recuperar fuerzas para que tus heridas mejoren rápido.

Jennie  le decía mientras le servía cuidadosamente más proteínas sin grasas y mas verduras sanas, las que orgullosa había sembrado en su huerta.
Sabe perfectamente que su esposa tiene mucho dinero, ella entiende muy bien de cuantas financieras, calculó que mucho dinero pero aún así adora ser útil para su esposa y cuidar de ella y su hogar, sabe que puede tener muchas servidumbre a su disposición pero lo que Lisa le ofrece va más allá del dinero, ella siente la mirada más cálida y apasionada que su adorable esposa le da, y aún no entiende porqué Lisa huye de ella.

Lisa estaba hechizada, ella tan delicadamente le sirvió más comida, deliciosa comida casera, por manos de su dulce esposa.

-- eres una mujer enorme y con muchos músculos, ¿debes comer más verdad?
Dijo sin filtro en su boca, -come, dijo  señalandole el plato, sonriendole nuevamente mostrandole esos lindos hoyuelos y ésa mirada ardiente que hace que su cuerpo se caliente y se sienta como un plato de comida exótica a punto de ser devorada.. devorada por su dulce miel de durazno.

-- mujer, habló roncamente, no me mires así, no me calientes con tu sonrisa, no podrás contenerme dentro tuyo, soy un monstruo...susurró

Por fín Lisa encontró palabras para expresarle a su esposa el deseo reprimido por ella, jamás pensó en tener una compañera, una amante, menos una esposa.

Ella es una bestia, un moustruo y no quiere perder el control con ella.

-- ummm, dijo haciendo ella un sonido con su garganta que sonó cómo a un gemido.

-- mi moustruo...

Susurró Jennie con una sonrisa pícara.

MI ESPOSA GIGANTE (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora