MI ESPOSA GIGANTE (G!P)

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Era ambrosía los labios dulces de su esposa.

-- tanto anhelaba éste momento gatita, sabes a miel de durazno, a pecado, un pecado que sólo yo quiero cometer.
--Déjame amarte mi hermosa esposa.

Lisa habló sobre los rosados e hinchados labios de Jennie, su cuerpo abrazó fuertemente a la pequeña mujer, ya no podía huir más.

-- y yo quiero ser tú dueña, la única aquí, dijo tocando el corazón de Lisa, quiero que me ames, que me consumas completamente en tu cálido cuerpo.
-- eres lo más hermoso que he visto en mi vida, y sabes algo? Preguntó tímida y coqueta, con esa carita pícara mostrando a sus anchas esos hoyuelos que Lisa adora tanto.

-- que mi dulzura, respondío mientras caminaba hacia su caballo para emprender viaje a su hogar, a su pequeño mundo, dónde logrará reternerla por siempre, en sus fuertes brazos, dónde nadie jamás se la quitará, ella es suya, sola suya.

-- eres mi enorme esposa que amo, que me abriga calidamente con la que quiero amanecer abrazada todos los días por el resto de mi existencia, calentita en tus fuertes brazos y arropada con tu calor y delicioso cuerpo.

Lisa estaba exitada , cómo una cosita tan pequeña podía controlar su enorme tamaño con tan pocas palabras?
-- eres una pervertida gatita y ahora te voy a devorar todita hasta que te quede claro que no puedes volver a dejarme, entendido?

Habló dulce al oído de Jennie ya que ellas ya iban montadas en el caballo con su mujercita pegada a su pecho, respirando su rico olor que lleva disfrutando por toda la casa desde que llegó a revolotear su vida, a calentar su frío corazón y a invadir sus oscuros pensamientos, llenandolos de luz y vida.

En cuanto arribaron a la mansión, ya eran pasada la media mañana, así que no le importó quien las viera, acaba de encontrar un tesoro tan invaluable que lo único que quería era asegurarse de resguardarlo muy bien. ( pensamientos con doble sentido, pervertida)

Por suerte, los empleados habían tenido que estar organizando todo para la recolección de la cosecha y casi todos los empleados estaban ocupados, Lisa bajo con cuidado a su mujer, mientras amarraba a su bello corsel para volver a tomar en brazos a su esposa, iba a mimarla, a adorarla y a volverla loca de deseo por ella.

Llegó a su habitación, la que de ahora en adelante será de las dos, ella cree que las parejas deben dormir siempre juntas y va a enseñarle a su pequeña esposa que su lecho es para todas las noches y para siempre.

Jennie estaba hechizada con su esposa, se dejó hacer lo que ella deseara, no puso resistencia en absolutamente nada, estaba fascinada con que esa enorme mujer tan intimidante y fuerte, ésa que gruñe y grita, ésa que cada vez que la veía salía huyendo, y ahora ahí está, es su cariñoso esposa!!, y ella por primera vez desde que sus padres murieron se siente segura, amada y en casa...

Lisa no perdió tiempo, la deposito en la cama con mucho cuidado, llegó al baño preparó el agua tibia, por suerte había mandado a instalar una estufa pequeña para tener siempre a mano agua a temperatura para los tiempos de invierno, agregó aromas fragantes y salió con una cara de tímida que derritió a Jennie.

-- sabes lo dulce que ahora te ves esposa?

Ella sin filtro alguno en sus palabras le expreso sus emociones.

-- no me hables así gatita, no sabes el poder sobrehumano que estoy haciendo para poder prepararte para este momento.

-- no derribes mis barreras con ésa mirada ardiente mujer, apiadate de mí y entra rápido y aseate, ya regreso corazón, lo prometo.

No, dijo más y con un corto beso en la frente salió a la cocina por unas frutas picadas, quesos con pan y un vino suave se uva, debe alimentar a su gatita porque sabe que debe contenerse con ella, no quiere lastimarla y por primera vez en su vida se preocupa por alguien más que no sea ella y sus propias necesidades, hoy quiere hacerla sentír placer, que disfrute igual que ella, porque Lisa, de algo si está realmente segura y es que hoy serán una, y así ella no logra recibirla completamente no importa, estará satisfecha y muy felíz.