Capítulo 8: And I Love Her.

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Realmente le sorprendía que Apolo estuviese ahí, no tanto, quizás, que Mike lo hubiese invitado. Teniendo en cuenta que también la habían invitado a ella, ¿por qué no lo invitarían a él? Lo que sí le llamaba la atención era que Apolo hubiese ido.

-Hm... ¿Qué te trajo hasta aquí? Además de la invitación de Mike, claro.- Preguntó intrigada aún.

Él se encogió de hombros y cuando ella creyó que la conversación entre ella y, al parecer, ella misma, finalizó, Apolo habló:

-No lo sé, realmente. Si bien Mike me insistió, como siempre, esta vez quise probar. La música no es mi estilo, créeme. Ni tampoco bailar. No sé por qué estoy aquí.- Rió bajito.

Ella le sonrió de vuelta y le dijo:

-Bueno, en ese caso, somos dos. Tampoco me gusta la música que están pasando, ni bailar. Bueno, no aquí. Pero sí me gusta el baile.- Contó.- Me sorprende que estés aquí, pero no me desgrada en lo absoluto.- Confesó.

Las mejillas de Apolo se volvieron color rojo y bajó la cabeza lo suficiente hasta que su cabello rubio cubrió la mitad de su rostro.

Anneliese estaba algo sorprendida de su sinceridad, pero realmente no le había molestado. Estaba segura que se debía a la cerveza que ella y Sally habían tomado antes de salir de su casa.

-¿Tú... hace mucho estás aquí?- Preguntó Apolo.

-Hm... creo que una media hora, aproximadamente. Vine con Sally, pero parece que ella tiene cosas más importantes que hacer.- Bromeó y señaló adelante de ella.

Los ojos de Apolo viajaron de ella a la pista de baile, en donde vio a Sally y Jimmy, muy concentrados en la boca del otro. Sonrió leve.

-Sabía que sentían algo por el otro.- Admitió.

-¿Ah, sí?- Preguntó Anne.

-Pues sí, la forma en la que se ponían nerviosos en presencia del otro, los leves sonrojos de ambos a la hora de hablarse y hasta cuando se miraban podías notar que lo hacían de forma distinta al resto.- Observó.

Anneliese se quedó estática en su lugar. Jamás hubiese pensado que Apolo era tan observador. Aunque, realmente tenía sentido teniendo en cuenta que solía ser muy callado en clase.

-¿Sabes? Me agradas demasiado. Y me gustaría muchísimo ser tu amiga.- Confesó.

Apolo sólo la observó intrigado.

-Claro que eso debe ser sólo si tú también quieres.- Hizo una pausa.- Me resultas alguien intrigante, Apolo.- Admitió.

Él se sonrojó, pero asintió con la cabeza antes de decir:

-Tú también me gustas.- Se calló de inmediato y rápidamente volvió a hablar.- Es decir, me gusta tu personalidad, me agradas mucho.- Volvió a callarse.- Bueno, me agradas. Eres simpática.- Finalizó apenado.

Anne rió, porque sabía que quiso decir que le caía bien, que la quería de amiga, pero que había escogido mal las palabras.

-Tranquilo, comprendí.- Rió de nuevo.

Luego de una hora, Sally volvió con el labial todo corrido por su rostro y le sonrió apenada a Anne, quien sólo la miró divertida.

-¿Qué tal tu noche?- Bromeó Anne.

Sally rió, pero enseguida agregó:

-Lo siento, en verdad. Sé que prometí que estaría contigo, pero a penas lo vi, no pude contenerme.- Se disculpó sincera.

Anne le sonrió y asintió.

-No te preocupes, no he estado sola.- Admitió.

-¿En verdad?- Sally preguntó incrédula.

De repente, alguien se sentó junto a su amiga y le ofreció un vaso con lo que parecía ser tequila.

-¿Apolo?- Preguntó y él levantó la cabeza.- ¿Qué estás haciendo aquí?- Preguntó confundida.- ¡Oh! No me malinterpretes, no es que me moleste. Sólo me sorprendí.

-Mike lo invitó.- Anne respondió por él, porque lo vio un poco incómodo.

Sally asintió.

-Bien, si ustedes están bien, volveré con Jimmy.- Ambos asintieron y Sally se marchó.

-¿Sabes? No suelo tomar alcohol, pero dicen que el tequila es fuerte.- Sonrió Anne.

-Lo es.- Afirmó Apolo y le dio un trago largo a su bebida.- Mañana nos dolerá la cabeza, créeme.

Anneliese rió, pero imitó la acción de él.

-¡Es asqueroso!- dijo sincera.- Prefiero la cerveza.

Él rió y volvió a darle otro trago largo a su bebida.

-Sí, no es delicioso, pero... no me quejo.- Levantó sus hombros.

Luego de unas horas, Apolo y ella se sentían algo agobiados por la cantidad de gente y decidiron ir afuera un rato.

-¿Quieres escuchar música?- Preguntó él y ella asintió. Él le ofreció un lado de sus audífonos y ella lo tomó.- No sé qué escuchas, pero podemos turnarnos para elegir canciones.

De repente empezó a sonar “And I Love Her” de The Beatles y ella sonrió.

-Es mi canción favorita de ellos.- Admitió Anne.

-También la mía.- Dijo él.

Anne sentía cómo su corazón latía rápido, pero lejos de estar incómoda, sentía mucha paz. Era como si las mariposas que tenía en el estómago se calmaran para que ella pudiese disfrutar mientras estuviera a su lado.

De un momento a otro, ambos estaban sentados a la orilla de un lago, con los audífonos puestos y muy cerca del otro, pero observando el agua.

-Amo este lugar, siempre logra calmarme.- Confesó Apolo.

-¿Eres un signo de agua?- Preguntó ella en broma.

-No lo sé, soy piscis.

-¡Eres un signo de agua!- Exclamó y ambos comenzaron a reír.- Si lo que dicen es cierto, los lugares que tienen agua y hasta los días lluviosos, te generan paz mental.

-Bueno, creo que la Astrología no está tan errada conmigo.- Bromeó él.- ¿Y tú? ¿Qué signo eres?

-Libra.

-Tiene sentido, por eso eres equilibrada.- Rió él.

-¿Crees eso de mí? ¿Que soy equilibrada?- Preguntó curiosa.

-Pues claro que sí. Tienes de amiga a Sally que es extremadamente extrovertida y luego me tienes de amigo a mí, que soy extremadamente introvertido.- Bromeó y rió.

Pasaron el resto de la noche así, escuchando música, riendo y hablando de cualquier cosa que se les viniera a la mente.

Aún no sabían lo que les deparaba el día siguiente.

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⏰ Última actualización: Apr 24 ⏰

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