Clases Celestiales.

Cap 2.

EN LA TIERRA.

Jack estaba listo, por último añadió un poco de perfume de Ann, esta simplemente sonrió con melancolía, de verdad detestaba que Jack hiciera esto, cuantas veces más necesitaba verlo en un lugar tan desagradable, cuantas veces más tenia que curar sus heridas DE aquellos clientes barbaros que le propinaban grandes golpizas a su dulce Jack, cuantas veces más tendría que ver los ataques psicóticos de él. 

- Sabes... Desearía que pudiéramos escapar, olvidarnos de este horrendo lugar, dejar todo atrás, e irnos, conseguir una mejor vida, estar juntos...-

Jack con sus manos acuno el rostro de la mujer, tratando de sonreír para aliviar un poco su dolor, y aunque sabía que eso era imposible, ya había comenzado a planear algo, para poder liberar a la única mujer que realmente lo amaba. Él igual detestaba el lugar, y era cierto que estaba cansado de estar ahí, solo que no puede escapar, oh su cabeza tendrá precio, no podía dejar que todo se fuera a la basura, así que ideo un plan sobre como liberar a Ann.

- Ya hemos hablado de esto, se que no quieres esto por más tiempo, pero solo prométeme que no harás ninguna estupidez, estoy muy cerca de conseguir nuestro pase a la libertad...Solo, se paciente, por favor...-

La mujer solo lo vio con desesperación, lo conoce tan bien...Que sabe que ese mal presentimiento que siente clavarse en su pecho, es por que Jack, esta a punto de tomar un riesgo muy grande, antes de que pudiera mencionar algo; una de las chicas del lugar entro, indicándole a Jack que ya era hora de comenzar...

EN EL VALHALLA, DESPUÉS DEL ENCUENTRO DE HADES...

Caminando por los grandes salones, sin mirar a nadie ni nada en especial, el soberano de los mares, estaba en búsqueda de una Diosa en especial... Artemisa, sinceramente odiaba la idea de tener que recurrir a otros, para obtener lo que deseaba, pero si quería lograr su objetivo, no importaba lo que tuviera que hacer, aunque realmente no era un problema, ya que los buenos amigos de su hermano lo están ayudando, claro, sin saber realmente el propósito de lo que Poseidón trae entre manos. No le importaba si tenia que pasar un calvario, oh si fuera algo demasiado doloroso, él lo soportaría como fuera, siempre y cuando obtuviera lo que hace tantos eones añoraba.
Al llegar al templo de la Diosa se encargo de que nadie pudiera interrumpirlos, también se aseguro de que Apolo no estuviese cerca, y así el Dios sin la mínima consideración, ni pudor se adentro exactamente en los aposentos de esta; todo estaba planeado, cada momento, cada palabra, y cada golpe, se podía sentir la emoción tan palpable, que destilaba Poseidón, por estar cada vez más cerca de conseguir lo que él tanto desea...
Antes de que la deidad femenina pudiera pronunciar palabra, el Dios cerro las puertas, no sin antes sellarlas, a manera que solo este pudiera volver abrirlas, descaradamente comenzó a ir tras ella, mientras se reía y veía con total emoción el rostro de desesperación de la Diosa.

- Poseidón...podemos hacer un trato...-

No pudo pronunciar nada más, pues aquel soberano, estrello la cabeza de ella en una de las columnas, mientras le apretaba cada vez con más fuerza la mandíbula, hasta que escucho el dulce "crack!" y el grito de horror de esta, Artemisa se resistía y forcejeaba, aunque su mandíbula dislocada se lo impedía, como es posible, que este pasando esto...
Poseidón veía con diversión la escena, mientras la habitación se llenaba y mezclaba con la risa cínica de él y los gritos de ella.
El Dios, entono con orgullo aquella melodía que tanto le recordaba a Hades, mientras iniciaba una rara danza macabra con Artemisa entre sus brazos; de un momento a otro, el tridente de Poseidón la atravesó, siguiendo con su vals bañando las paredes con la sangre predilecta de la hija de su hermano Zeús. Para cualquiera que intentara ver la escena, se ahogaría de terror, no había duda alguna de que Poseidón estaba, demente.
Ya con gran parte de su deidad drenada de Artemisa, Poseidón paro, tomo el cuerpo de la mujer, como si de un trapo se tratara, e hizo que tragara lo que parecía ser una gota cristalina que Morfeo le había entregado, esto haría que quedara profundamente dormida, como si el mismo Dios Morfeo la hubiese besado, recito las palabras que Hipnos le indico para que no quedara rastro alguno de que la durmieron, y por último recolecto sangre de la Diosa, una vez echo todo, la dejo tirada, borrando hasta el más mínimo rastro de que él estuvo ahí...Pero claro sin borrar la horrida escena que él mismo cometió, marchándose del lugar como si nada.

- Y con esto, estamos más cerca...Solo espera, y todo lo que hemos querido será por y para nosotros...-



EN OTRO LUGAR DEL VALHALLA...

- En vista de que los preparativos están listos, podemos iniciar con la selección de las deidades que serán requeridas para, ayudar al noble semi Dios Hércules, Se que nadie más quería estar involucrado, pero en vista de que, Hércules es un tanto idiota ustedes, le ayudaran. Y no, no pueden declinar ni negarse, por que así se a decidido -

De inmediato, las quejas comenzaron a resonar, claro, como siempre Zeús estaba haciendo todo a placer de su diversión, algunos no estaban de acuerdo, otros solo tenía curiosidad por saber, que es estar entre los terrenales, con la libertad de andar por ahí, y sobre todo con la autorización del padre del cosmos.

Una sonora carcajada, proveniente de Hades hizo que las demás deidades guardaran silencio.

- Bueno...entonces menciónalos, y no perdamos más tiempo. -

Zeús se levanto de su asiento, estiro los brazos al aire y como si se tratara el inicio de un juego de niños, menciono... - Los jugadores serán... Hércules, Hades, Beelzebub... y nada menos que... -

De golpe el sonido de las puertas abriéndose de par en par de aquella sala, dejaron ver a Poseidón, el ambiente se tenso, y no era de sorprenderse, ya que mayoría de las deidades le temían, tal vez por su horrible temperamento, entre otras cosas, lo que si era bien sabido es que el soberano de los mares, tenia un poder abrumador. Alguien decidió romper el ambiente, y una vez más como si todo fuera un juego para él se escucharon los aplausos de Zeús cual niño que se emociona al ver entrar a su hermano.

- Y por supuesto no olvidemos a nuestro carismatico...Dios de los mares, ya que también ah sido seleccionado para descender... jajaja -

Hades claramente estaba molesto, pues se supone que todo había sido aclarado momento atrás, ya que el peli plateado le había prohibido descender, solo por que este lo haría, y en vista de que recurrió a Zeús para desobedecer su petición, ahora tendría que convencer a su otro hermano para que no cometiera una locura.
Hades sello el trato junto con los demás, más su sorpresa sería grande, ya que Poseidón ya había "firmado" antes que ellos. Sus ojos violetas se quedaron sin brillo, irritado y fastidiado, pidió hablar solo con Zeús, las demás deidades salieron.

Y mientras que los hermanos se encontraban ocupados, teniendo una conversación sobre que hacer, acerca de su hermano Poseidón, en otra sala alejada del ruido, se encontraban otros dos Dioses, uno era inexpresivo, y un tanto apacible, o eso aparentaba, mientras que la otra Deidad es, una deslumbrante diva, ridículamente preciosa, oh eso dice ella, sin olvidar que también es un tanto arrogante. 
Ella lo miro fijamente, mientras que Poseidón le ofrecía la sangre de la Diosa Artemisa, que hace no mucho tiempo, estuvo atormentando.

- No cabe duda de que eres impresionante, jajaja. Espero que no hayas sido tan duro con ella, y en vista que ambos conseguimos lo necesario, solo falta un ingrediente más...Y estarás listo -

La Diosa tomo con delicadeza las manos de Poseidón, suspiro brevemente con malicia y puso en las manos del rubio una granada, levemente se dibujo una sonrisa en los labios de él, mientras tomaba la fruta en sus manos como si fuera el objeto más precioso, que allá tenido en sus manos.

- Perséfone esta lista, solo tienes que tomar el último ingrediente, y de lo demás, yo me haré cargo, solo recuerda que tienes que darte prisa. Por cierto, tiene que ser una incisión limpia, no solo lo destaces, o no funcionara, recuerda que será tuyo y debes cuidarlo... -

Por último cada uno guardo su parte, y como regalo extra, ella le ofreció una daga de oro. Ambos estaban igual de retorcidos, secretamente, estos Dioses eran como mejores amigos, y sabían cubrir muy bien sus fechorías. Es cierto que cada quién tiene sus razones de cometer su actual "mejor trato", sin embargo no les interesaba el daño que les hicieran a los demás, siempre y cuando ellos fueran los victoriosos...



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BUENO, EH AQUÍ EL SEGUNDO CAP, SE QUE LAS ACTUALIZACIONES SON LENTAS, PERO HAGO LO MEJOR QUE PUEDO, ADEMAS DE QUE QUIERO QUE LOS CAPS, QUEDEN BIEN Y REALMENTE ENTRETENIDOS PARA USTEDE. ESPERO LES ESTE GUSTANDO



SIN MÁS QUE DECIR...ᕮ〇ᙡჄƝ FUERA...