𝐻𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑒𝑣𝑎𝑝𝑜𝑟𝑎𝑟𝑛𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑣𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜...

Capítulo 2

El sol se alzaba en el horizonte dando inicio a un nuevo día, eran aproximadamente las 6:30 de la mañana. Y Robert ya estaba despierto, a pesar de haber dormido solo dos horas. Se levantó de su cama, se duchó y se cambió, para después empezar a preparar él desayuno para el y su hija.

—Buenos días, pa—dijo Fede entrando a la cocina, ya vestida con el uniforme de su colegio, aunque todavía medio adormilada.

—Buenos días, mi princesita, ¿qué tal amaneciste hoy?—Dijo Roberto a su hija, mientras le servía el desayuno.

—Paaa, ya te dije que no me gusta que me llames "princesita"— al decir la última palabra hizo unas comillas con sus dedos— y amanecí muy bien, ¿y usted?— pregunto a su padre.

—Bien también— Mintió Roberto, él en realidad estaba muy cansado y se sentía agotado, pero dijo que estaba bien para no preocupar a su hija— ¿Y porqué no te gusta que te diga princesita?— dijo desviando el tema, mientras se sentaba a comer su desayuno.

—Por que ya soy grande— Dijo Fede.

—Está bien mi bella flor, bueno, apúrate para irte a dejar al colegio.— Dijo Tito.

Roberto era un hombre rutinario, aunque eso a él no le gustaba y le aburría, a él le gustaría ser tan espontáneo como otras personas, pero siempre caía en la misma rutina, ya que el mundo que lo rodeaba le parecia agobiante e impredecible, esto es un tanto contradictorio, ¿no les parece?

...

Por otro lado, estaba Gustavo, en su casa, profundamente dormido. Estaba teniendo un sueño muy extraño en el que por alguna razón Roberto se estaba casando con un flan y el simplemente esperaba el momento para impedir la boda.

De repente sonó la alarma de su teléfono, asustando a Topo, haciendo que este cayera al suelo con todo y sábanas.

—¡AYY!— Gritó Gustavo, gracias al fuerte golpe que se dió— Carajo, si así voy empezando el día, no quiero saber como me va a ir después— dijo levantándose del suelo.

Gustavo apagó la alarma ya que seguía sonando, y se colocó sus lentes. Se fue al baño y trató de seguir su rutina al pie de la letra, fallando en el intento.

Desayunó y luego se recostó en su sofá para ver la televisión, ya que no tenía algo mejor que hacer.

Así pasó por dos horas, hasta que llegó la hora de ir al ensayo de la banda.

Cuando iba a bajar la escalera, casi cae por esta, pero sólo término callendo hacia atrás, callendo fuertemente sobre su parte trasera.

—¡¡¡QUE VIDA DE MIERDAAAAA!!!— Grito Topo ya harto, para él realmente su vida era una vida ingrata.

Se levantó del suelo y siguió por su camino.

Topo era alguien distraído y muy procrastinador, por eso trataba de seguir una rutina, pero nunca lo lograba por alguna razón(la cual era que siempre se distraía por "a" o "b" razón), lo contrario a Roberto.

Cuando llegó vió Marre sentado en un sofá azul mientras veía su celular, Topo se sentó a su lado y lo saludó, y este correspondió al saludo.

—Ya me dijo tu íntimo amigo, la ardilla, que le contaste que te gusta Roberto—Dijo Marre mientras sonreía. — Mira que mal amigo eres a mi no me quisiste contar— dijo poniéndose una mano en la frente, haciéndose el dramático— Aunque igual ya lo sospechaba—

—¿¿¿DE VERDAD TE LO DIJO??? LO VOY A MATAR — Exclamó Topo enfurecido.

—A ver, vamo' a calmarno' — Dijo marre mientras Roberto y Tavella entraban por una puerta cercana a ellos.

—Hola boludos— Saludó Tavella.

—Hola— Dijo Tito mientras movía su mano de un lado a otro en forma de saludo—Bo, ¿y Alvin?—

—Aún no llega, el cabeza de rodilla— Dijo Marre.

—Tú no hables, que estás igual— Dijo Topo mientras ponía los ojos en blanco.

—YA LLEGÓ POR QUIEN LLORABAN— Dijo Alvin entrando junto a Riki.

—Hola mis esquizofrénicos homosexuales de las montañas— Saludo Riki a los integrantes de la banda.

—Hola hermanito, ¿y ese milagro de que estás por aquí?— Preguntó Robert a Riki.

—Ni te emociones solo vine a dejar a Alvin— Aclaró Riki— Así que ya me voy, chau retrasados mentales—Dejó un beso en los labios de Alvin y se retiró del lugar.

—Ay, pero que horrible— dijo Marre mientras hacía un gesto de desagrado.

—Cállate pendejo, o quieres que diga eso que me contaste— Amenazó Alvin a Marre.

—Yo te mato— Dijo Marrero.

—Oye Topo ¿y esa falta de respeto? saluda bien pues— Dijo Roberto a Gus.

—A sí cierto. Hola mi vida ¿cómo estás~?— Dijo Topo con un tono coqueto mientras se levantaba y se acercaba a Tito.

—Ahora sí, bien pues mi amor, ¿y tú?— Dijo Roberto agarrando de la cintura a Topo, el cual abrazó al contrario.

—No jueguen de esa forma, así empezaron Riki y Alvin, y míralos ahora— Está vez quien habló fué Tavella.

Roberto y Topo tenían la costumbre de saludarse como si llevaran diez años de novios y veinte de casados.

Roberto en ese momento bajó su mano y le agarró una nalga a Topo, haciendo que esté se sonrojara a más no poder.

—A ver pues, tampoco abuses de mi confianza.— Dijo Topo alejándose de Roberto, el cual solo se río y se fué a conversar con Tavella.

—Mira yo te voy a ayudar, mi estimado Topolino— Dijo Marre, obviamente tramando algo.

—¿Qué?— Preguntó Gustavo, estába realmente confundido.

—Bo Robert,—Dijo Marre llamado la atención del nombrado-ven para acá- Tito se empezó a acercar.

—¿Qué haces Santiago?—Dijo Topo susurrando, Marrero no le respondió.

—¿Qué pasa?— Preguntó Roberto.

—Es que Topo te quiere invitar a salir.— Habló Marrero.

Topo se quería morir, obviamente se puso rojo hasta los pies, parecía un tómate.

—¡TRÁGAME TIERRA!— Gritaba mentalmente Gustavo, su mente en menos de un segundo se hizo un caos, aunque por fuera se veía tranquilo.

—Claro, solo dime ¿dónde? y ¿a qué hora?— Preguntó Tito.

—En mi casa, después del ensayo— Dijo Topo sin mover ni un músculo del cuerpo, habló casi sin pensar por culpa de los nervios.

—Ok, bueno vengan que ya vamos a empezar— Dijo Roberto, mientras se volteaba y se iba.

—De nada— Dijo Marre mientras le daba un pequeño golpecito en el brazo a Topo, y luego se dirigió hacia donde fue Robert.

Topo se quedó paralizado, no creía lo que acababa de pasar.

—GUSTAVO— Le dijo Marre para que él también fuera para poder empezar el ensayo.

—Voy— Dijo Gus, y los siguió.