Bésame, Bésame Mucho

Esquimal

Cuando vió salir a Velvet de su caravana, totalmente deslumbrante y más hermosa de lo que ya de por sí era con ese vestuario, maquillaje y peinado que iba a ser utilizado para la persecución final, supo que iba a estar jodido en el momento que viera a Veneer.

Si había quedado maravillado con Velvet, era seguro que quedaría totalmente hechizado con Veneer. Fue por eso mismo que decidió ir a su encuentro en la caravana del muchacho, aunque se quedó afuera pensando en si entrar o esperar a que saliera. Cuando se decidió por entrar, alguien abrió la puerta desde adentro, dejando salir a una figura con una botella de agua en la mano mientras la otra estaba en su celular.

—Oh, hola —saludó el chico bajando de la caravana—. Floyd, ¿verdad? —preguntó cerrando la puerta. El troll asintió.

—Hola, ¿Kid Ritz? —El mount rageon dió un gesto afirmativo.

—¿Buscas a Veneer? —Ante la afirmación de Floyd, continuó:—. Está dentro, le están terminando de hacer su maquillaje, no debe tardar en salir.

—De acuerdo, gracias. —Kid Ritz inclinó la cabeza antes de seguir con su camino. Floyd decidió que esperaría un poco a un costado de la puerta.

No pasó mucho tiempo antes de que una chica y un chico mount rageons salieran con grandes maletines en la mano. Floyd en ese momento decidió que era hora de entrar y, cuando se subió, pudo observar a través del espejo a Veneer con los ojos cerrados, probablemente concentrándose en las próximas escenas que tendría que actuar.

Floyd se quedó totalmente embelesado por su imagen y, cuando Veneer abrió los ojos para mirarlo al escuchar la puerta cerrarse, sintió que su respiración se detuvo por completo.

¿Este chico era real?

—¡Floyd! ¡Hola! —Saludó el mount rageon con una sonrisa, levantándose de su asiento.

No, definitivamente este chico era un ángel que había decidido bajar del cielo para vivir una vida mortal. Las hombreras aunado con las botas con plataforma le daban una mayor presencia a la que ya de por sí tenía,  los flecos rosas adornando asimétricamente sus brazos que terminaban en unas manos con medios guantes de un rojo vibrante y el pantalón en coordinación con las hombreras dejaban a la vista su blanco y delgado, pero formado, abdomen. Su brillante cabello verde, concebido en los bocetos para que sea la clave de Fa, tenía una forma de arabesco que inevitablemente jalaba la atención hacia su rostro donde estaban sus brillantes ojos enmarcados con delineador y sus párpados con una sombra azul grisáceo metálica, sus mejillas acentuando su rubor y los labios pintados del característico labial verde del personaje…

Sus labios…

—¿Qué te parece el vestuario? —preguntó Veneer, dando una vuelta modelar, aparentemente ajeno al efecto que tenía sobre Floyd en ese momento.

—Tú… te ves increíble. —Fue lo único que atinó a decir Floyd en medio de su fascinación por el chico. Cualquiera que lo viera podría decir que parecía un completo idiota mientras admiraba a Veneer.

—¡Muchas gracias! La verdad es que el equipo hizo un gran trabajo —dijo mirándose al espejo—. No puedo esperar a ver qué es lo que hicieron con Velvet, seguro se ve espléndida. —Floyd se acercó con pasos suaves y una mirada hipnotizada.

—¿Tu labial ya se secó? —preguntó, aún embobado por su apariencia.

—Uhm… No, tarda un tiempo en secarse por completo y ya no se mueva para nada —explicó mientras se giraba para verlo, confundido—. ¿Por qué?

—Porque tengo unas ganas horribles de robarte un beso, pero no quiero arruinar tu apariencia y molestar a la maquillista —confesó Floyd sin pena alguna, pues seguía absorto por la belleza del otro.

En verdad que estaba equivocado cuando pensó que Veneer no podía ser más hermoso de lo que ya era.

Veneer sintió calor en sus mejillas, abriendo un poco los ojos en señal de sorpresa.

—Uhm, bueno… —murmuró rascándose un poco en cuello, no se esperaba tal desfachatez y honestidad del otro—, aún podemos intentar un beso sin la necesidad de molestar a nadie —ofreció. Floyd ladeó la cabeza para que continuara su explicación, sin embargo, se quedó quieto ante la repentina cercanía del rostro del otro con el suyo. Pudo escuchar a su corazón bombear fuertemente, expectante a lo que sea que estuviera pensando en hacer el contrario.

Veneer lo miró a los ojos un momento antes de, tímidamente, rozar su pequeña nariz con la de Floyd.

Ah… en verdad lo iba a matar de un ataque al corazón.

Cuando Veneer se alejó, no muy seguro si su acción había sido del agrado del otro, Floyd se inclinó para seguirlo y le respondió el roce de la nariz. El mount rageon soltó una risa ante eso, correspondiendo al beso con una sonrisa de oreja a oreja, misma que se mantuvo una vez se enderezó.

—Bueno, no hay que hacer esperar a los demás —dijo antes de comenzar a caminar hacia afuera de la caravana, al notar que su compañero no le seguía, rotó un poco su torso para poder verlo—. ¿No vienes? —preguntó divertido al ver al otro totalmente ido.

Floyd parpadeó antes de sacudir su cabeza.

—Uhm, eh, sí —logró balbucear antes de encaminarse rápidamente hacia donde estaba Veneer mientras este salía del lugar.

¿Acaso ese chico estaba consciente del poder y efecto que tenía sobre su persona?

La respuesta a su pregunta fue un rotundo “no” cuando Veneer se inclinó para rozar su nariz en su mejilla al bajar al suelo, tan rápido para evitar que alguna mirada curiosa los descubriera, pero fue suficiente para que Floyd sintiera que su corazón estaba a punto de explotar.

—Floyd, sé más discreto. Un poco más y se te cae la baba.

—Perdón, Branch, pero esto es mucho más de lo que puedo manejar.