LeailaDescendí del carruaje, mi corazón aleteaba como el de una joven inocente, embriagada por un amor prohibido. Avancé con pasos ligeros, una sonrisa se dibujaba en mi rostro al recordar los eventos de la mañana.
Quizás Lucerys no lo sabía, pero estas semanas que he pasado aquí me han hecho sentir más viva que nunca. Quizás, después de todo, sí merezco ser amada.
Mis manos se presionaban contra mi pecho, intentando calmar su ritmo. Perdida en mis pensamientos, me topé con la figura de alguien.
—Leaila —Su voz era inconfundible, incluso si estuviera sorda. —¿Qué haces vestida de esa manera? —preguntó, con una mirada de desaprobación en su rostro curtido y marcado por el tiempo.
—Solo necesitaba volar un poco, Vaenora tenía que estirar sus alas —respondí, sorprendida, esperando su reacción.
—Hueles... mal —Me olfateó y frunció el ceño. —Ve y cámbiate a algo más apropiado, ¿qué pensarán de mí los demás?
Asentí y retomé mi camino, pero su mano me detuvo, su agarre firme en mi muñeca.
—Esta noche te espero en mis aposentos —dijo. —Hoy no tengo ganas de buscar compañía.
La compañía de Royce no era de mi agrado, pero era necesario atender su solicitud. Al llegar, solicité a Lucina que preparara una tina para un baño que disipara el intenso aroma de Vaenora. El agua caliente se deslizaba por mi piel con delicadeza; siempre disfrutaba sumergirme más tiempo del debido en esa tina adornada con rosas y fragancias.
Mi mirada se desvió hacia las flores que Lucerys me había obsequiado, ahora dispuestas en un jarrón por la dama de compañía asignada por Royce, bajo la engañosa pretensión de ser un presente de mi padre.
El sonido de la puerta resonó, y de inmediato me envolví en una toalla, asomando la cabeza a través de las cortinas blancas que ofrecían un velo de privacidad.
—Saldré en un instante, Arnold —exclamé. Lucina apareció con un vestido café que dejaba los hombros al descubierto.
—Gracias, ¿sabes quién está afuera? —pregunté.
—Es su padre, mi Lady —respondió. Asentí y le pedí que se retirara.
—Te ves espléndida, Leaila —dijo él, envolviéndome en un abrazo cálido.
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Dear Leaila ---- Lucerys Velaryon
FanfictionSu matrimonio había acabado con su esencia Y los encuentros que tenia con su querido sobrino la regresaron Lucerys Velaryon FanFic