El anochecer había caído en Orario y con ello el inicio del gran conflicto entre las fuerzas del bien y las que desean sumergir a los inocentes en miseria, las del mal.
Las calles inhóspitas retumbaban con fiereza al igual que los edificios aledaños a estas mismas.
Cenizas, humo y escombros volaban por el aire tras explosiones y sonidos de batalla que hacían eco en cada rincón de la ciudad.
Sí... sin duda se trataba de una guerra a toda regla.
En diferentes puntos se desenvolvían las peleas.
Una recién iniciaba en el piso 18 del calabozo, en Rivira, la zona segura de este piso, para ser exactos. No obstante, no había contrincante, sólo se trataba de un demi espíritu demoliendo lo que había a su paso.
Las demás en cambio, bueno... al menos fueron atendidas por los hijos de las familias implicadas en la defensa de Orario.
Explosiones de magia eran visibles desde la mansión crepúsculo, sede de la familia Loki que tiene como líder a la diosa con ese mismo nombre.
¿Por qué es importante remarcar esta ubicación? Sencillo. Al interior de dicha mansión se hallaban las deidades de varias familias con los roles previamente mencionados.
Desde un gigantesco ventanal en la primera planta la escena era observada con quietud y cierta frustración.
"¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Cuántos años transcurrieron? No importa. Esto se repite. Es como si la edad oscura retornara en las pacíficas vidas de los habitantes. Esa época en la que se perdió mucho... y a muchos...".
Comentó Hermes, frunciendo el ceño y sujetando el marco de la ventana con fuerza, incluso doblándolo.
Él fue partícipe de ese conflicto. Estuvo en el bando ganador. Pero a pesar de eso, las pérdidas fueron muchas. Una en particular no la olvida. Es imposible que el fallecimiento de una querida hija tuya desaparezca.
Un par de pasos acercándose a su dirección llamaron su atención. La responsable de esto se posó a su costado, mirando lo que sucedía a la distancia con una expresión calma y totalmente en blanco, como si de una muñeca de porcelana se tratase.
"No ganaron en ese entonces. No lo harán ahora. ¿Qué importa?".
Declaró la bella mujer de cabellera plateada, la diosa de nombre Freya, con desprecio en sus palabras.
Hermes volteó a su dirección. Le causaba inquietud lo involucrada que lucía en este asunto. Años atrás solamente se limitó a entregar tropas e información. Ahora mismo parecía... personal.
"¡Luces tensa, Freya!".
La voz de una fémina que claramente no sabe mantener la boca cerrada lanzó ese comentario de forma despreocupada.
Se acercaba al par de Dioses que estaban resguardándose en su sede mientras guardaba las manos en los bolsillos de sus shorts cortos y se dibujaba una sonrisa burlona en su rostro.
Cuando la bella mujer que recibió el mensaje y atendió al llamado la miró, sus ojos demostraban un cansancio y ferocidad comparable con los monstruos de los pisos inferiores.
"¿Qué sucede? No era necesario que vinieras ¿Sabes? Pudiste mantenerte segura en tu hogar o en la Torre de Babel pero decidiste venir aquí y acompañarnos a encarar a Enyo ¿Acaso tienes asuntos personales que atender con el líder de Evilus?".
Loki le dirigió varias interrogantes, relatando el motivo por el cual éstas se originaban en su cabeza y las expresaba verbalmente sin miramientos o censura.
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El ángel que los unió...
FanficDespués de que una pequeña niña espíritu llegara a sus vidas, Bell y Syr se comenzaron a acercar más y más gracias a ella, fungiendo como sus padres. Sin embargo... ella se fue, desapareció, marcándolos en lo profundo de sus corazones. No obstante...