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Corazón, me apena tanto eso.

—No, está bien, perdón si me acerqué demasiado. 

—Gracias por estar para mí aunque sea para despertarme de estos trances. 

—No tienes nada que agradecer Claudia.

Por primera vez ella tomaba la iniciativa de llamarme por mi nombre. La miré directo a los ojos intentando impregnarme de su color, tenía una sonrisa cálida en ese rostro sonrojado que me hizo palidecer. 

—¿Doctora se encuentra bien? ¿Hola? 

—Necesito un café tráeme un café por favor. 

La vi correr hacia los pasillos pidiendo “café americano sin azúcar” sabía cómo me gustaba. 

—Todo está bien _____ No tienes qué preocuparte. 

—¿Estás bien de verdad? 

—Te lo puedo jurar. 

—No me gusta verte así, tus ojos están opacos, y tan bonitos que son.

—Nunca había escuchado a nadie hablar sobre mis ojos.

—Son como, tienen esa forma de almendras con el color café, son muy bonitos. 

—Gracias, gracias ______. 

—¿Claudia puedo contarte algo?

—Por supuesto, lo que sea. 

—Me ofrecieron por un candidato de oposición irme hacia donde ellos. 

—¿Lo dices en serio? 

—Completamente, hasta me dejaron un número para contactarlos —Me mostró el papel con números escritos en él. 

—Me suena raro que ellos quieran a personas jóvenes en su equipo sin tanta experiencia. 

La vista de ____ bajó con discreción pero entre esas cejas podía notar el descontento por mis palabras hirientes sobre su valor como mujer trabajadora. 

—Eso no quita lo increíblemente audaz que eres ____ a lo mejor sonó muy brusco, perdón si lo hice ver así. 

—No, es que en realidad sí tienes razón. No soy una mujer experimentada en mi área. 

—Ni tú crees esas palabras, eres una mujer con una visión increíble y por eso te llamé a unirte a este equipo. Miro en tus ojos sinceridad, nobleza, eres buena ______. 

Nuestras miradas se volvieron a conectar con misticidad y agrado, apreté sus manos tomándolas entre las mías, nuestro contacto más íntimo era el de cualquier otra, sólo un apretón de manos y nada más. 

—Claudia es que… 

—El café de la Doctora _____ toma, dáselo. Vi a Mica entrar con una taza de café en manos y entregárselo a _____.

—Bebe, te hará bien. 

—Gracias, gracias. 

La chica de ojos joviales se me quedó mirando mientras tomaba un sorbo de café, parecía conmovida por algo, quería saber la razón pero tampoco podía preguntarlo. 

—Eres tierna cuando estás concentrada. 

—¿Tierna? 

—Ujum. 

—¿Tierna yo? pues qué me ves de tierna o qué —dije entre risas. 

—Pues es que la graaaan Claudia Sheinbaum quedándose dormida y tomando un americano un poco aturdida es algo diferente ¿No crees? 

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⏰ Última actualización: Apr 25 ⏰

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Claudia Sheinbaum x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora