― Te lo estoy diciendo, estos pantalones vaqueros encajaban como un guante cuando los compré. ― Wonwoo gruñó mientras intentaba de nuevo cerrar el botón de los jeans nuevos de marca que había comprado hace tres semanas. La maldita cosa simplemente no se cerraba. Tal vez necesitaba disminuir todos los dulces que estaba comiendo.
Al diablo con eso.
― Dame el helado de nueces. ― Él le dijo a su mejor amigo cuando cayó en el sofá. Tiró de la camisa para abajo sobre los pantalones abiertos antes de que él cogiese el pote de helado que Jeonghan le entregó. Cavó, lamiéndose los labios y la cuchara entre cada bocado.
Sintió ganas de hacer un baile feliz cada vez que la cuchara encontró sus labios.
Pero algo faltaba.
― Necesita salsa de pimienta. ― Saltó y corrió a la cocina, abriendo la puerta de la nevera en busca de la salsa de pimienta, cuanto más caliente, mejor.
― Desde cuándo te gusta la salsa picante? ― Jeonghan gritó desde la sala de estar.
― No lo sé. ― Normalmente, no le gustaba. El por lo general era un tipo más suave. ― Eso suena muy bien. Ah, y algunas aceitunas. ― Tomó la botella de salsa de pimienta encontrada en el refrigerador, y luego un recipiente de plástico con aceitunas negras en rodajas. El cerró la puerta y gritó cuando una estúpida cabeza apareció y dejó caer todo.
― ¡No hagas eso! ― Jeonghan gritó mientras saltaba para atrás, presionando su mano en el pecho.
― ¿Yo? ― Wonwoo gritó. ― Tú fuiste el que estaba detrás de la puerta.
― Yo estaba tratando de ver si estabas hablando en serio sobre las aceitunas.
Los ojos de Wonwoo se desviaron hacia el recipiente de plástico en el suelo. Afortunadamente, la cubierta era apretada y se había quedado cerrada pero la botella de salsa de pimienta no le fue tan bien, se había roto y había salsa roja esparcida por todas partes.
Maldita sea. Ahí va el aperitivo perfecto. Aceitunas en su helado tendría que servir, pero no sería tan bueno sin la salsa de pimienta.
― Toma la escoba. ― Dijo Jeonghan. ― Voy a tomar algunas toallas de papel.
― Cuidado con el cristal. ― Wonwoo dijo al dirigirse a la despensa, donde estaba la escoba. Llevó apenas sólo unos minutos para limpiar el desorden. En el momento en que el guardó la escoba de vuelta, el helado no sonaba tan bien. Sonaba a nada. Wonwoo hizo una mueca mientras miraba al pote de helado.
― Era tu combo repugnante.
Sí, Wonwoo no quería nada de eso.
― Necesito de alguna terapia de compras.
― Fantástico. ― Jeonghan tarareó. ― Hay un magnífico par de botas negras abajo en esa pequeña boutique de la quinta avenida que puse mis ojos.
El interés de Wonwoo se animó.
― ¿Botas?
El rápidamente se guardó la comida antes de ir a la mesa junto a la puerta principal, donde el mantenía su bolso. El quería ver esas botas. El nunca pudo tener suficientes zapatos. Imelda marcos no tenía nada en contra de él.
― ¿Tú en serio vas a salir con tus jeans abiertos y colgando de ese modo?
Wonwoo miró hacia abajo.
Mierda.
― Dame cinco minutos.
Jeonghan paró cruzando sus brazos.
― ¿En serio? ¿Puedes estar listo para ir a algún lugar en cinco minutos?
― ¿Diez?
Jeonghan puso los ojos y agitó despectivamente.
— Vete, antes de que yo decida salir sin ti.
Wonwoo se precipitó, pero, sinceramente, por el tiempo que le llevó de vuelta a la sala de estar, se sorprendió al ver que Jeonghan todavía estaba allí. Su mejor amigo estaba sentado en el sofá, con las piernas cruzadas, navegando por la última revista de moda.
― Llegas tarde. ― Él dijo sin levantar la vista.
― Lo siento. Mi pelo no se comportaba. ― Wonwoo se acarició el cabello sedoso, rezando que parezca que él había trabajado tan duro para dejarlo suficientemente ordenado para él salir y volver a casa de nuevo. Odiaba no parecer ordenado.
― Es necesario un gel mejor, querido. ― Jeonghan lanzó la revista en la mesa de café y se levantó. – Tú insistes en comprar esa mierda que Minho te habló que llevaba. ― La mano de Jeonghan cayó sobre su cadera, sus caderas empujando por un lado. ― Un hombre que sabe de su cabello no rellenaría su suporte atlético.
Wonwoo parpadeó.
― Cómo tú sabes el tamaño de su suporte atlético? ― El rostro del Jeonghan se sonrojó, y Wonwoo sabía que había una historia allí. ― Qué hicieron ustedes?
El rostro del Jeonghan todavía estaba ruborizado cuando sus labios se torcieron en la sonrisa más grande de “un gato que se comió la crema” que había visto nunca.
― No es lo que hicimos, miel. Es lo que yo hice.
― Lester? ― Se quedó sin aliento. – Lo hiciste con Lester?
Los ojos de Wonwoo se agrandaron.
― Choi Minho, nuestro peluquero en el armario. ¿Ese Minho?
― Bueno, seguro que no me crees, no después de que descubrí cuán pequeño es su suspensorio atlético, realmente es, y porque.
― Pero… Minho siempre parecía que estaba seriamente dotado en sus pantalones. ― Cuando Jeonghan se limitó a mirar para él, la mandíbula de Wonwoo cayó. ― ¡No! ― Dijo con fingido horror, su mano presionando contra su pecho.
― Calcetines de fútbol, Wonwoo, un par completo. ― Jeonghan levantó la mano. ― Lo juro por el código del pañuelo.
Mierda. Eso era como, escrito con sangre y esas cosas.
― Pero parece tan… tan…
― ¿Dotado? ― Jeonghan ayudó.
Wonwoo asintió rápidamente.
― Bueno, no lo es.
Wonwoo aun seguía riendo un par de minutos más tarde, cuando él seguía a su mejor amigo fuera del apartamento y bajaron por las escaleras a la calle. Dado que ninguno de ellos tenía un vehículo, comenzaron a caminar hacia la Quinta avenida.
Caminaron a dondequiera que iban, cogiendo el autobús o tren dependiendo de la caminata. Ser propietario de un coche en la ciudad era una locura.
― Oh, quiero parar en el café de la esquina y conseguir un Frappé. ― Wonwoo estaba pensando en algo con caramelo y cerezas… también crema encima.
― Tío, ¿estás gimiendo?
Wonwoo dio a Jeonghan un vistazo por el rabillo del ojo.
― No. ― Su voz vaciló.
¿Y si él hubiera estado gimiendo?
― Uh huh.
Wonwoo hizo una mueca. Entonces, qué, ¿y si él estaba gimiendo? No habría sido la cosa más extraña que sucedió en su vida en las últimas semanas. Desde que había despertado del mejor sueño húmedo de su vida, el mundo a su alrededor parecía diferente, más vivo, si eso tenía sentido.
Wonwoo podía oír un poco mejor, ver un poco más lejos en la oscuridad y oler casi todo a su alrededor. El podría incluso sentir el olor del café que se preparaba en un café a una cuadra de distancia.
Su boca se le hizo agua.
Él realmente quería un frappé de caramelo.
― Bueno, mira, querido.
― ¿Uh? ― La cabeza de Wonwoo se animó. ― ¿Dónde?
― Al otro lado del lado de la calle de la tienda de sándwiches.
La mandíbula de Wonwoo cayó cuando él miró. Caliente ni siquiera empezaba a describir al hombre. Lleno de vapor podría funcionar. Una chaqueta de cuero negro cubría sus anchos hombros y caía casi hasta el suelo. Apretados pantalones de cuero negro se envolvían alrededor de las piernas del tamaño de los troncos de los árboles. Largo pelo negro caía en ondas hacia abajo por la espalda del desconocido. Gafas oscuras alrededor de la cara del hombre, oscureciendo sus ojos.
Estaba seguro de que los ojos del tipo serían negros también. Wonwoo estaba viendo un tema.
El era hermoso. Simplemente él no era tan úhermoso como el hombre que Wonwoo había soñado.
― Él está bien.
La cabeza de Jeonghan se giró más rápido que la chica del exorcista.
― ¿Estas loco? Es impresionante.
― Ah. ― Wonwoo se encogió de hombros. ― He visto más sexys.
― ¿Cuándo?
Wonwoo sacudió las cejas para dejar a Jeonghan fuera. El no estaba listo a compartir su hombre ideal sin embargo, incluso con su mejor amigo. Necesitaba un poco más de tiempo para averiguar por qué se había convertido en un ser tan obsesionado con un hombre que había conocido en la acera. Wonwoo lanzó al hombre en la calle otra mirada, temblando al darse cuenta de que el desconocido estaba mirando de vuelta para él. Había algo oscuro y peligroso en la intensidad de la mirada del hombre, algo que le dijo a Wonwoo que él no quería nada con ese chico. Él agarró el brazo de Jeonghan y empezó a ir por la acera.
― Ven. Este frappé me está llamando.
Cuando llegaron a la cafetería, y Jeonghan entró, la curiosidad lo venció. Wonwoo miró al otro lado de la calle. El hombre todavía estaba de pie allí, y continuaba observándolo. Wonwoo volvió y corrió adentro. En el momento en que llegó al mostrador y pidió su frappé, y luego fue a sentarse. Miró el local del otro lado de la calle, donde el hombre misterioso estaba de pie, casi podía creer que él lo había imaginado. Solo que tenía un mejor amigo que también vio lo mismo que él.
― Maldita sea, él se fue.
― ¿Quién? ― Wonwoo preguntó aunque sabia exactamente de quién estaba hablando Jeonghan. El deseó que no lo hiciese. Había algo extraño en todo el encuentro.
― Sr. Alto y hermoso. ― Sus ojos rodaron. ― Duh.
Wonwoo envolvió sus labios alrededor de su pajita y chupó hasta que sus ojos comenzaron a cruzarse. Él no quería discutir sobre el apuesto extraño. Quería olvidar todo el encuentro. El deseaba que pudiera olvidarse de aquel de hace unas cuantas semanas.
Al menos el no se había jugado a este extraño en particular. De hecho, sólo de pensar en el hombre en la calle tocarlo, hizo a su estómago revolverse. Wonwoo apretó la mano en su ombligo, deseando que él hubiese pedido galletas y cerveza de jengibre, en lugar de un frappé con una dosis extra de caramelo con crema y cerezas en la parte superior. Él iba a estar enfermo.
Wonwoo se levantó de un salto y corrió a través de la tienda de café al baño en la parte trasera. Apenas logró llegar a los baños antes de caer de rodillas y tirar su frappé de la manera más difícil. El oyó a alguien entrar en el cuarto de baño, a menos de que el pudiera dar a Wonwoo una píldora mágica para hacerlo parar de vomitar, y tal vez crecer un centímetro o dos, a Wonwoo no le importaba. Se estaba muriendo. Él estaba seguro de ello. Nadie podía sentirse tan mal y estar vivo. Su intestino estaba tratando de doblarse de adentro hacia afuera. Tal vez el frappé de caramelo había sido una mala idea. O podría haber sido el helado de nueces. O ambos. Wonwoo sólo sabía que se estaba muriendo.
Cuando el mundo dejó de girar en torno a él y era capaz de tragar sin querer escupir su lengua, levantó la mano y se sonrojó, luego se puso de pie con las piernas temblorosas. Empujó la puerta del box abriéndola y tropezó hasta al fregadero. En realidad no había una manera de cepillarse los dientes, así que usó su mano para tomar una pequeña cantidad de agua en la boca. Hizo unos buches y escupió y luego se lavó la cara y las manos. Deseaba que tener su cepillo de dientes, tal vez debía empezar a llevar uno en su bolso. Su boca tenía el sabor de cómo si hubiera lamido el suelo.
Wonwoo se quedó sin aliento en estado de shock cuando él se miró en el espejo. P
Sus mejillas estaban pálidas, y su cuidadosamente trabajo de peinado “acabé de salir de la cama” parecía más a “mañana siguiente”. Sus labios suaves por lo general rosas estaban pálidos, casi grises. Parecían piezas sopladas de carne, no los labios besables. Incluso su hermosa camisa azul bebé había recibido una mirada arrugada y mojada.
Esto no era uno de sus mejores momentos. Nunca podía conseguir una cita con esa apariencia. Wonwoo apagó el agua y tiró la servilleta a la basura. Hizo una mueca mientras se miraba a sí mismo en el espejo una última vez y luego salió por la puerta. No había esperanza para él. Hasta que tuviera un poco más de color en sus mejillas, ropa limpia, y cerca de una hora en el cuarto de baño, iba a parecer como estiércol de dos días.
― Oh disculpe. ― Dijo Wonwoo, cuando tropezó con alguien fuera de la puerta del baño.
Cuando la forma masiva no se movió ni dijo nada cosa, Wonwoo miró hacia arriba, y luego deseó que estar de vuelta en el baño vomitando sus tripas para fuera.
Los ojos que miraban para él estaban vivos y puros negros y llenos de dolor, de su dolor. Wonwoo intentó retroceder, pero él corrió para la puerta del baño. Sin ningún sitio adonde ir, sólo podía mirar con horror creciendo cuando el hombre avanzó hacia él, extendiendo la mano para él. La boca del hombre se abrió en una sonrisa maliciosa que heló a Wonwoo hasta los huesos. Él trató de correr, pero una mano se cerró alrededor de su cuello, apretando.
Wonwoo gritó cuando la oscuridad se cerró en torno a él.