Kim Seokjin era muy tonto a sus 18 años, tan tonto que una vez sus mejores amigos Kim Taehyung y Choi Wooshik lo convencieron de vender sus espermas en una clínica y solo así completar el dinero para el concierto de Eminem que habría en Seul.
Proba...
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-Y bueno, entonces ¿Seokjin si será mi cuñado o no?- Jungkook volvió a tomar la misma pajilla y la inserto en un nuevo envase de leche.
-No, solo viviremos juntos para cuidar de Juwon-
-¿Pero por qué? Yo puedo hacerlo- el menor hizo un pequeño puchero, sintiéndose excluido de los planes de su hermano.
- Él también es el papá de Woonie, así que eso ya se decidió por nosotros.-
-Pero yo también quiero cuidarlo- sus dulces ojos se hicieron notar, haciendo sentir culpables a los nuevos padres.
-Sabes que podrás tener a Woonie, pero tampoco significa que estarás todos los días a todas las horas aquí-
-¡¿Por qué no?!- bajo rápidamente su bebida dejándolo en la pequeña mesa ratona. -Yo también quiero vivir aquí - su mirada determinada hizo asustar un poco a los padres de Juwon notando que si eso llegara ser así, no solo tendrían que cuidar a Woonie.
-Kook se que te importa tu sobrino, pero yo y Jin queremos tener espacio. Además, nos mudaremos al departamento de Jin, así que no puedes simplemente llegar y quedarte-
La idea dada habia hecho sentirse mal a Kook, ya que llevaba más de 1 año cercas de su hermano, como para que ahora Seokjin se lo quitara.
-Todo es culpa de Jin- volteo a verlo, haciendo una expresión de enojo. -No quiero que te lleves a mi Hyung- le apunto con su dedo, mientras aún se mantenía bebiendo de aquellas cajitas de leche.
-Ni modo niño, es hora de que tu hermano se libere de ti-
-¡Hey!-
Seokjin comenzó a reír -Vamos, no lo digo enserio- hablo después de ver como este iba con las intenciones de golpearle. -Podrás visitarnos cuando quieras-
Y aunque esa idea no era la mejor para el menor, aún no podía dejar de pensar que tal vez le ayudaría a Tae sobrellevar ese remolinos de emociones que había tenido.
Sin mucho que poder decir, termino por resignarse, viendo como por fin su Hyung comenzaría a vivir. No era como si no lo estuviera haciendo, pero siempre se limitaba a lo monótono, sin tener de por medio ideas alocadas como esta decisión.
No comprendía si sería algo correcto, aunque lo apoyaría hasta el final.
-Esta bien- se levando de su lugar -¿Cuándo te vas?-
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