𝐓𝐀𝐄𝐊𝐎𝐎𝐊 | En las alianzas de su matrimonio, Taehyung y Jungkook tejieron sueños y promesas, creyendo ciegamente en que su union sería para la eternidad.
Taehyung, un hombre reservado y profundamente inmerso en sus objetivos y metas de vida, v...
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«Te di cada parte de mi, no es extraño que se hayan perdido»
«No sé cómo se puede estar con alguien que es tan distante»
En la penumbra de lo que fue su santuario de amor, se halla una figura solitaria, envuelta en el eco de promesas rotas. Cada rincón de la casa resuena con el fantasma de la risa y los susurros de dos almas que alguna vez danzaron al ritmo de un futuro prometedor. Pero la melodía se ha desvanecido, y ahora solo queda el silencio pesado y frío.
El trabajo, esa adicción voraz, se convirtió en el ladrón insaciable que robó las horas, los días, los años que debieron ser de unión y crecimiento. La ambición, vestida de éxito y reconocimiento, sedujo a uno, dejando al otro en un abismo de soledad y desesperanza.
La dinastía que creyeron construir, piedra sobre piedra, con la fuerza de su amor y la certeza de su eternidad, ahora no es más que ruinas. Los cimientos, sacudidos por la indiferencia y el descuido, no pudieron sostener el peso de un sueño tan grande. Y así, lo que parecía indestructible, se desmoronó bajo la presión de la realidad.
Él, con la mirada fija en un horizonte incierto, sostiene en sus manos el poder de decidir el final de su historia. El dolor de lo que se ha perdido es palpable, pero también lo es la chispa de lo que podría ser.
La decisión pende de un hilo, y el mundo aguarda en suspenso.
El dolor es un manto que cubre todo, un recordatorio constante de lo que se puede llegar a perder.
La tristeza, un río que fluye sin fin, llevando consigo los fragmentos de un corazón que se entregó por completo hasta perderse a sí mismo.
¿Podrá él ver más allá de sus ambiciones codiciosas de grandeza antes de que el último pilar de su dinastía se desvanezca en el viento?
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