𝐓𝐀𝐄𝐊𝐎𝐎𝐊 | En las alianzas de su matrimonio, Taehyung y Jungkook tejieron sueños y promesas, creyendo ciegamente en que su union sería para la eternidad.
Taehyung, un hombre reservado y profundamente inmerso en sus objetivos y metas de vida, v...
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Jungkook
No lo valía.
Desperté solo, el espacio al lado de donde Taehyung debería estar aún conservaba el pliegue de su cuerpo, evidencia de que recién se había marchado. La cama estaba fría, y el vacío se extendía más allá de las frazadas, penetrando en los recovecos de mi órgano vital ya maltratado. Me quedé un rato más mirando el techo, intentando discernir qué fragmentos de la noche anterior habían sido reales y cuáles parte de un sueño fugaz.
Había algo en la manera en que Taehyung me había mirado y tocado la noche pasada que encendió una chispa de esperanza en mí, un atisbo de que quizás, solo quizás, las cosas podrían mejorar. Pero el amanecer solitario y su ausencia temprana comenzaba a desmentirlo todo.
Me levanté y me envolví en una bata, meciéndome suavemente en el borde de la cama mientras contemplaba el silencio de nuestra habitación, un espacio compartido que cada vez se sentía más como mío solo.
La casa estaba en calma, un contraste palpable con el caos de mis pensamientos. A medida que avanzaba el día, la monotonía de nuestra vida juntos, la rutina que había empezado a asfixiarme, volvía a instaurarse nuevamente.
Nada había cambiado.
Al pasar los días me di cuenta de ello, todo siguió el curso de la vida, llegadas tardías, indiferencia, reprimendas solo por querer tener una pizca mínima de su tiempo. Incluso no se dio cuenta cuando en más de dos ocasiones me quedé a dormir en el sofá de la sala, esperándolo. Él siempre pasaba, sin percatarse de mi presencia...
Todo esto era agotador.
La esperanza que había sentido esa noche donde me hizo suyo, se evaporaba con cada minuto que pasaba sin saber noticias de él.
Nuevamente no contestaba las llamadas.
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En el otro lado de la ciudad, en un ambiente lujoso de un restaurante, las conversaciones se entremezclaban con el tintineo de los cubiertos y las copas. Taehyung estaba sumergido en una intensa negociación y celebración con un cliente extranjero y el Señor Park junto a su esposo.
