Conocí a Ran

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Ya había pasado una semana desde que se me había acercado en un café y me pidió mi número, a primera vista me pareció buena onda, pasaron un par de semanas, salvé a Draken de una puñalada... Recibiéndola yo.

- ¡COÑOOOOOOO!

- ¡TAKEMICHI HAZ PRESIÓN EN LA HERIDA! ¡TENGO QUE CONSEGUIR UNA AMBULANCIA!

- B-bien, Miss, respira por favor.

- ¡¿QUÉ CREES QUE ESTOY INTENTADO?! ¡ME VOY A MORIR OTRA VEZ!

- ¡¿Otra vez?!

- ¡CÁLLATE Y SIGUE HACIENDO PRESIÓN!

Llegó Mickey junto con toda la pandilla y lo siguiente que supe fue que estaba despertando en el hospital mientras Mickey hacía un contrabando de mi comida favorita y por supuesto con su detalle especial.

- Aww, gracias por la banderita.

De repente mi día a día en el hospital era recibir visitas por la semana en la que estuve internada y justo un día antes de que me dieran de alta estaban Chifuyu, Baji y Takemichi pasándome la tarea y de la nada que se aparece Merlina asiática sin siquiera haber tocado la puerta con tremendo ramo de flores menos mis favoritas y eso que le dije (rosas negras y lirios de araña rojo y azul por kny), y se dignó a apartar a Tacos de Michi de su asiento.

- Te traje flores - De inmediato apartó los cuadernos de mi mesita y puso su ramo buchón.

- A ok, yo también estoy bien y buenos días se dice, y también se le cede el asiento a la persona que me estaba pasando la tarea.

- Al menos dame las gracias.

- ¡¿Te relacionas con Ran Haitani?! - El greñas ha hablado.

- Sip, aunque personalmente me gusta llamarlo Merlina - Ran hizo una mueca de disgusto.

De ahí en adelante el ambiente se volvió incómodo y Mickey y Draken se enteraron de que me relaciono con Ran y el mismo día Mickey acompañado de Draken entró pateando la puerta ¡¿Acaso es una costumbre o qué?!

- ¡¿Te relacionas con Ran Haitani?!

- Es la pregunta que más escucharé por unos días así que respondiendo a tu pregunta sí.

- Miss, te advierto que te podría hacer daño y no te recomiendo estar con él.

- Draken, no es como si me quisiera violar - ...

[...]

Ran y yo estábamos en un parque de puros millonarios y ya me habían dado de alta en el hospital y que se le ocurre a Ran poner su cabeza en mi hombro, una de mis áreas más sensibles y más propensas a provocar un gemido así que lo aparté.

- ¿Por qué me apartas?

- No me gusta que me toquen ahí.

- ¿A sí? - Tocó con sus dedos suavemente mi cuello y comencé a aguantar la respiración y temblar intentando que se aparte - Entonces sí te gusta.

- Ran, para por favor - No me hizo caso y me seguía manoseando, ok a este punto ya me estaba asustando así que simplemente me fuí.

Creí perderlo pero cuando iba por un callejón él me acorraló y dejaba varias mordidas en mi cuello y tocaba mis muslos, esto no me gustaba así que intente huir pero me tuvo contra el piso y se detuvo cuando vió que estaba llorando.

- ¿Tú de verdad no quieres?

No le respondí cuando lo empuje y comencé a correr. Hubo un punto en el que estaba entrando en ansiedad y me tropecé y caí.

- ¡Miss! ¿Qué te pasó? - Draken y Mickey me ayudaron a levantarme y yo sólo lloraba así que me cargaron hasta mi departamento y por suerte no estaban mis padres, Draken me sirvió un té y me calmé - Ahora cuéntanos ¿Qué te pasó?

Me quedé callada intentando no volver a llorar.

- Necesito un baño - Me fuí a bañar de inmediato, puede que no haya sucedido pero me sentía asquerosa, cuando volví Mickey notó las marcas en mi cuello y se molestó.

- ¡¿Quién te hizo eso?!

-... Ran Haitani... - Lo dije con la voz temblorosa y Mickey se molestó aún más pero Draken lo calmó y se quedaron conmigo en lo que llegaban mis papás.

Y de ahí en adelante todos los días cada que salgo uno de ellos o alguien de la pandilla me acompaña a donde voy.

La piba trastornada que shifteó a Tokio RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora