La chica se quedó paralizada en su lugar, y sus ojos azules se posaron en los de Calum.
Sus mejillas se sonrojaron inmediatamente.
- Sí, como Billie Joe...digo...eh...- por fin, el gato negro se soltó de las zarpas y el abrigo de Rosie.
- Lo siento, de verdad, no quería colarme en tu casa, es que mi gato...-
- ¿Cómo has entrado?-
- Eh...soy Marlene. Tu nueva vecina. Vivo en el piso de enfrente-
ESTÁS LEYENDO
kittens; c.t.h.
KurzgeschichtenUna historia en la que dos extraños coinciden gracias a sus gatos, y, desde entonces, él no puede dejar de observarla a través del balcón de su terraza.