Marlene se quedó estática en su lugar, y sus ojos se posaron en los de Calum.
- S-sí- susurró.
Calum extendió la mano y sus dedos se rozaron.
Al comprobar que Marlene temblaba demasiado como para lograr encender el mechero, Calum se inclinó hasta quedar a su altura y poder prenderlo.
Ambos se sentaron en sus respectivas sillas mientras se observaban.
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kittens; c.t.h.
Short StoryUna historia en la que dos extraños coinciden gracias a sus gatos, y, desde entonces, él no puede dejar de observarla a través del balcón de su terraza.