Wait For Your Love - Lynn Loud Jr.

5. (parte 2)

Después de comer y pasar un buen tiempo con Loud y las chicas, los bostezos comenzaron a hacerse presentes y la media noche estaba a la vuelta de la esquina.

Pronto algunas de las compañeras de curso de Lynn decidieron partir de nuevo a sus cuartos y fue ahí cuando la castaña y yo decidimos hacer lo mismo.

Nos despedimos entre sonrisas, abrazos y movimientos sutiles de mano, y caminamos un poco hasta nuestra cabaña, la cual no quedaba muy lejos del rio en el que nos encontrábamos.

Entramos y nos pusimos nuestras pijamas, yo en el cuarto y Lynn en el baño, obvio.

— ¿Ya estás lista? — Preguntó ella, por lo que asumí que ella ya había acabado de cambiarse.

— Dame un segundo. — Me coloque mi pantalón, finalizando con el look y luego anuncié. — Ahora sí. — Salió del baño. — ¿Spiderman? — Sonreí al ver su pijama.

Me recosté en mi cama, abrazando mi almohada mientras mi mirada divertida seguía en ella y en los pequeños hoyuelos que comenzaban a formarse en sus mejillas.

— Sh, no te burles. — Agachó la cabeza ligeramente para luego imitar mi acción, solo que ella fue a su cama.

— No es burla, me parece tierno. — Me encogí de brazos y compartimos unas sonrisas, para luego llevar nuestra atención a la televisión. — ¡Son como niños! — Mi emoción se despertó al ver el anuncio de que pasarían esa película en unos minutos.

— ¡Esa película es genial! — Señaló con toda su mano al televisor y compartimos la emoción. — El cable no es tan malo después de todo.

— Te lo dije, solo había que mantenernos positivas, es cuestión de... — Mis palabras fueron interrumpidas por un golpe en la puerta. Fruncí el ceño. — ¿Quien puede ser a esta hora? — Me levanté de mi cómodo lugar y camine hasta la puerta para abrirla casi de manera instantánea.

— ¡Babe! — Saludó animadamente mi amada y no pude evitar tirarme a abrazarla. — También te extrañé, ¿estás sola? — Preguntó ella y yo negué con la cabeza, mientras aún seguimos abrazadas.

— Está Lynn y si preguntaste por lo que creo que preguntaste... no creo que sería buena idea hacerlo aquí. — Expliqué mientras nos separabamos.

— Oh, no, tranquila. Solo quería asegurarme de que estén las dos aquí porque ya pasó el horario disponible para estar fuera, y además porque quería invitarte a hacer algo mañana. — Sonrió pícara y yo eché mi cabeza hacia atrás. — Es que en parte también te necesito, baby. — Explicó al ver mi gesto y yo asentí con la cabeza.

— Lo sé, lo sé. — Me reí nerviosa. — ¿Mañana por la noche en tu cabaña?

— Va. — Las dos nos miramos y unimos nuestras bocas en un deseado beso, un poco desesperadas.

Después de eso ella se fue, la vi marcharse hacía su lado del campamento y volví a entrar con una sonrisa y un pequeño rubor en mis cachetes.

— ¿Necesitaba algo? — Preguntó muy tranquila desde su lugar y yo negué.

— Nah, solo quería saber si estábamos bien y me invitó a su cabaña mañana por la noche.

[...]

— ¡Arriba, tenemos un turno en el Spa! — Me paré sobre la cama de mi compañera de cuarto y comencé a saltar alegremente mientras tarareaba una canción que sonaba por la radio.

Realmente me encontraba emocionada ese día, puesto a que todo lo planeado sonaba ideal: Ir al Spa, juegos toda la tarde y por la noche tendría algo de tiempo con mi pareja.