| Para este One Shot. Los personajes son los protagonistas de Good Omens. Las épocas compartidas y los recuerdos de tantos años juntos, pueden llevarlos a darse cuenta de que esos curiosos sentimientos no son nuevos, y que a lo mejor llevan algún tiempo estando presentes. |
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El ángel se paseaba por la librería caminando rápidamente de un lado a otro mientras ordenaba los libros en orden alfabético, Crowley estába ayudándolo, o algo así, simplemente lo seguía mientras observaba sus movimientos.
—Ángel...—
—Dime... querido.—
Parece que debajo de unos viejos pergaminos, estaba escondida una máquina de escribir que con un simple vistazo, automáticamente le trajo recuerdos al demonio.
—¿Recuerdas eso?— señaló el demonio, el ángel observó la máquina con una sonrisa burlona.
—¿Cómo podría olvidarlo? Estabas taaaan celoso.—
—¿Celoso yo? Ángel, eso es ridículo.—
—Bueno... si tú lo dices.—
| F l a s h b a c k |
Hace muchos años, Crowley vivía plenamente en su primer departamento en la ciudad de Londres.
Aziraphale aún no tenía la librería, vivía en una habitación llena de libros al otro lado de la ciudad, pero era tan sociable y alegre que todos lo conocían y conseguía libros por todos lados para seguir llenando su pequeña habitación.
El demonio, por otro lado, en su soledad y aburrimiento, a veces se volvía serpiente para asustar a las personas, pasaba la mayoría de su tiempo solo o durmiendo. Pero en algunas ocasiones Aziraphale iba a visitarlo y sentía mucha comodidad con su compañía.
—Toc Toc.—
—Ángel no tienes que decir 'Tot Toc' siempre que tocas la puerta, el sonido ya lo haces al golpear...—
—Oh, pero ¿Acaso no es divertido?—
—Ahgrrr.—
El ángel traía consigo una máquina de escribir, al pasar la dejó sobre la mesa de centro mientras Crowley servía dos copas de vino. Se sentaron uno frente al otro en dos sillones individuales de diferente color y textura.
