Me subo las mallas como puedo, estando aún sobre él es complicado, al menos el caballo va despacio y no necesito agarrarme muy fuerte. Dejo la manta colgando sobre mis piernas a la vez que me pongo a horcajadas sobre el lomo, con su brazo alrededor de mi cintura me atrae hacia él, dejando mi culo sobre su polla, oh dios mio, dime que eso no es lo que pienso.
Me gruñe.
-Estate quieta.
-Solo quiero ponerme cómoda.-le suelto, un poco más borde de lo que pretendía.
No puedo verlo, pero me da la sensación que ha puesto los ojos en blanco. Arrea al caballo y llegamos junto a Fergus en un momento, no estaba tan adelantado a nosotros, no se si ha podido oírnos, espero que no.
Agacho la cabeza cuando llegamos a su altura, avergonzada. Soy una experta disimulando la situación.
-Por cierto, muchacha ¿cómo te llamas? .-me pregunta Fergus, cuando llegamos a su altura, y ambos caballos cabalgan a la vez.
-Yo. eh, me llamo Catherine McKenzie.
-¿Como has dicho?, -el hombre que tengo detrás se tensa al decirlo.
-¿Eres una Mckenzie?.-me grita Fergus, quedándose con la boca abierta.
-Si
-Vaya, tu padre no estará muy contento cuando te vea.
-¿Mi padre? Murió hace 4 años, ¿lo conocías?
Ambos hombres se miran entre ellos, y yo no entiendo nada.
-¿Douglas McKenzie? Lo vimos en la última reunión de clanes, no es posible que esté muerto. -me confiesa Fergus.
-¿Douglas? No, mi padre se llamaba James, James Mckenzie. Os tenéis que estar equivocando de hombre.
-No hay más McKenzies por la zona, y Douglas tiene una hija llamada Catherine. -argumenta el hombrecillo montado a mi izquierda.
Que extraño, me quedo entrecerrando las cejas, esta situación me huele rara desde hace tiempo. Pero no soy capaz de aceptarla, aun no.
-¿Que vas hacer con ella, jefe? .-Fergus me señala con una mano.
-¿Como?.-quiero saber.
-De momento será mi prisionera, hasta que descubramos si dice la verdad.
-¿Como que tu prisionera? - intento girarme sobre la montura para enfrentarlo, pero me bloquea con el brazo, y no puedo moverme de mi sitio.
-Hablaremos cuando lleguemos.-me espeta, y se queda callado el resto del camino.
Yo estoy que me subo por las paredes con el enfado que tengo, pero pelear contra él y aquí no me llevara a ningún lado. Solo puedo respirar e intentar pensar alguna manera de regresar a donde deje el coche, o averiguar qué está pasando.
No llevamos mucho cabalgando cuando a lo lejos veo una fortaleza, no parece destruida, al contrario, puedo distinguir banderas en la torre más alta, son rojas y parece que tienen un lobo en el centro, desde esta distancia es difícil distinguirlo. A los pies de la fortaleza hay un pueblecito, unas cuarenta casas y otras pocas más esparcidas por el campo, no muy lejos de las murallas. En el otro lado puedo ver un lago que se abre en el horizonte.
Es muy hermoso y me pararía a contemplarlo si no estuviera en esta situación.
Hay jaleo en el borde del lago, gente bañándose y haciendo aspavientos, espera, no se están bañando. Espolea al caballo y nos acercamos lo más rápido posible, hay dos niños que se están ahogando y mucha gente en la orilla, gritando y agitando los brazos. ¿Por qué no van a por ellos? Ambos niños están sobre una barca pequeña, parece de juguete, a unos 15 metros de la orilla, no muy lejos, deberían poder ir a por ellos.
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Sin Cobertura (+18)
Romance-Dedicado a tod@s aquell@s que no han hecho una mamada- No soy una chica deportista, y para una vez que salgo me tropiezo con un playboy que me secuestra, pero hay algo extraño en él y empiezo a sospechar que no me encuentro en el mismo día que salí...