• CAP 3 •

19 2 0
                                    

Pov Tenko

Poco a poco esas grandes puertas de metal pedazo se empezaron a abrir mostrando la escuela a la cual Izuku asiste, con notable emoción en mi rostro avance. Era un lugar muy diferente al que recordaba en mis días de secundaria, para empezar ni siquiera me matriculé en esta escuela, yo ingresé a un instituto privado, de hecho, uno de los mejores en esta ciudad, sacudí mi cabeza. No vine aquí para hacer un tour por la escuela de mi hermano ni mucho menos para recordar mis días de estudiante normal, si no para ver de donde provenían aquellas marcas de golpes que se encontraban en mi lindo Izuku.

Empecé a meditar, ¿en dónde podría estar?, saque mi teléfono del bolsillo observando la hora, tomando en cuenta que mamá me pidió que le llevara su bento con apures es probable que pronto salga a su receso, cuando pensé en volver con el portero y preguntar por él, un bullicio llamo mi atención, mire al frente y ahí pude divisar unos rulos verdes que se me hacían muy conocidos, sonreí al verlo, era obvio que era mi Izuku, mi lindo rayo de luz. Volví a mi andanza esperando darle una linda sorpresa a mi hermano menor, pero, antes de llegar a verlo frené en seco, un mal sabor se posó en mi boca, al ver a Izuku pude percibir unas cuantas curitas en su cara, un sentimiento de insatisfacción emergió en mi interior, ¿Quién era el que le estaba causando tanto dolor a Izuku? Una expresión de enojo se apodero de mi rostro, trate de controlar mis emociones puesto que lo único vital en ese momento era encontrar al agresor de mi hermano y hacerlo papilla contra el piso.

El peli verde que anteriormente se encontraba sentado en el suave pasto que era casi tan verde como su pelo decidió moverse de aquel lugar, trate de observar mejor la situación pero se me fue imposible, en ese momento no sabía con exactitud si mi seño estaba fruncido por el enojo que tenia o por el sobre esfuerzo al que estaba sometido mi vista, empecé a acercarme para poder observar mejor el panorama, aunque no lo logre, no quería ser objetivo de curiosidad en la escuela por lo que no sabía cómo poder visualizar mejor la situación sin ser detectado, mientras mi tiempo se acababa un rayo de luz me ilumino, al frente mío se encontraba unas gradas y en ellas había un orificio, no muy grande, pero si lo suficiente como para que alguien delgado pudiera colarse por ahí, por suerte, yo era ese alguien. Me apresure a entrar en aquel hueco y para conveniencia mía, había un agujero lo suficientemente grande como para poder ver a través de él todo lo que estaba pasando afuera, gracias a esto mi estado de ánimo mejoro un poco, pero eso no quitaba que todavía iba a matar al idiota que está lastimando a Izuku.

Me puse cómodo pues desconocia por cuanto tiempo estaría ahí, por lo que era mejor estar preparado, empecé a ver y analizar el panorama completo, chicos corriendo, gritando y jugando, supongo, cosas normales de jóvenes de 12 años. Me esmeré en buscar a mi pequeño hermano, aunque costo un poco lo encontré. Estaba en el centro de todo, algo extraño, pues a mí Izuku no le gustaba ser el punto de mira del resto de personas, mirando con más atención puede reconocer a alguien más, un chico de cabello rubio cenizo, aunque en este momento se me escapaba su nombre, recordaba que él siempre estaba cerca de Izuku cuando era más chico. No sabía con exactitud el contexto de la situación, pero el peli verde se comportaba de manera extraña.

Su lenguaje corporal solo indicaba que se encontraba nervioso, esta cabizbajo mientras apretaba sus manos con miedio, y si lo observábamos con atención se podía percibir que estaba temblando, una sensación de incomodidad se extendió por todo mi cuerpo, si mal no recordaba aquel chico de cabello rubio cenizo era un amigo de la infancia de Izuku, si bien era un poco gritón y problemático, siempre estaba a su lado apoyándolo, entonces ¿Por qué Izuku se encontraba tan nervioso por estar al frente de el? Y, sobre todo, ¿Por qué Izuku estaba en el centro de todo?, no es propio de el hacer algo así.

Toda esta situación me parecía extraña, talvez lo mejor sería solo entregarle su bento, incluso pueda que después tenga la oportunidad de preguntarle el porqué de sus moretones, cuando estaba a punto de retirarme un fuerte golpe llamo mi atención, mire otra vez en dirección a mi hermano pude ver como aquel chico explosivo lo tenía sujetado del cuello de su camisa. Un enojo abrasivo se extendió por todo mi cuerpo, rasguñe con fuerza el cemento de las bancas, ¡¿ese era el estúpido que estaba haciendo sufrir a mi hermano menor?! En contra de mi voluntad seguí observando como mi pequeño hermano era violentado, pues no podía salir así como así sin causar un alboroto.

Reformando al villano Alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora