Capítulo 5 Me vendí

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Fue casi un mes después que el pasado me alcanzó, como cada día de descanso, planeaba salir por las compras y más tarde cenar con Harry, Ginny y mi pequeño ahijado, Albus. Tomaba ya las llaves y mi bolso cuando el timbre sonó, de nuevo se me hizo extraño, pero atendí.

—Pensé que los vería más tarde en...—dije abriendo la puerta, quedándome de piedra al ver a Draco y Antares ahí.

— ¡Hemi! — sonrió emocionada la niña, pidiendo soltarse de su padre para correr hacia mí.

— ¿Qué... qué hacen aquí? — tomé a la niña, quien de inmediato se colgó de mi cuello.

—La verdadera pregunta es, ¿por qué hasta ahora estamos aquí?

—Draco, ¿qué hacen aquí?

—Buscarte, hablar contigo, te fuiste hace casi medio año sin decir nada, ¿sabes lo preocupados que estábamos? Pensamos que te había pasado algo.

—Pues ya ves que estoy bien, ahora si me disculpas, tengo cosas que hacer—le devolví a su hija.

—No, no, tenemos que hablar.

— ¿Sobre qué?

—Bueno, primero quiero disculparme, si ese día me hubiera controlado, Marcus no te habría señalado como sospechosa y...

—Escucha, lamento lo de Astoria, de verdad lo lamento y no te culpo, pues yo debí detenerte, pero eso no cambia las cosas, tú ahora debes ver por el bien de tu hija y olvidar lo que... todo— vi que la vecina de enfrente se había asomado, por lo que los hice pasar. Antares se había quedado dormida, así que la recosté en mi cama y regresé a la sala, donde él me esperaba.

—Sabes perfectamente que no puedo—continuó—, nunca pude, ni tú y ella lo sabía, fue su idea, ¿recuerdas?

—Por supuesto que lo recuerdo, ¿y qué?, ¿qué es diferente ahora?

—Que ella...

— ¿Que ella ya no está y ahora podemos ser libres de estar juntos sin escondernos como viles amantes?

—Si lo dices así, suena mal.

—No sólo suena, está mal.

—Hermione, yo te amo, tú me amas...

—Sigue siendo un, no. Si no te he pedido que te vayas es porque quiero que me hables sobre qué pasó después de que me fui y qué la llevó a ella a tomar esa decisión.

—Fue mi culpa— agachó la mirada.

— ¿Por qué tu culpa?

—Cuando te fuiste te busqué como loco, ella me imploraba que te encontrara y ella sabía lo que estaba sufriendo por no hacerlo. Ella levantó una alerta de persona desaparecida y contratamos a un investigador muggle, que tardó más de lo aceptable en encontrar algo sobre ti, mientras, yo caí en desesperación y ella por supuesto lo notó, cuando supimos que estabas aquí ella me mandó a buscarte, pero no podía dejarla sola y embarazada, le dije que si te habías ido así tus razones tendrías, también para dejarnos fuera de ello. Pero ella lo sabía, sabía que por dentro me estaba muriendo de la angustia. Después del primer mes intenté darme la oportunidad con ella y lo arruiné, la llamé por tu nombre y ella lloró, aunque siempre dijo que lo entendía y yo no volví a acercarme, pero todo se deterioró, sonará tonto, pero tú nos dabas estabilidad...

—Suena muy tonto.

—Pero no lo es, piensa, yo estaba feliz por tenerte conmigo; ella se sentía feliz por tener a alguien durante el día, te tomó mucho cariño; Antares te adora y...

—Y todo se trata de ustedes, ¿asumes que yo también era feliz?

—Pensé que lo eras.

—Un tiempo, porque vamos, era un acuerdo muy bueno si lo piensas de manera egoísta, pero al final terminé por entender que a quien más le hice daño fue a mí. Esa noche entendí que yo simplemente era la amante, la sustituta porque tu mujer no se sentía cómoda estando contigo ni tú con ella, ni siquiera podías tocarla, porque sabía que no la amabas. Ella me usó, tú me usaste y yo me vendí—en ese punto las lágrimas ya recorrían mi rostro.

El Acuerdo (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora