La cabeza de Atenea solo podía pensar en lo mucho que añoraba ver a Regulus cada día en su casa. Verlo ayudar a Apolo, divertirse con Hérmes, platicar con sus padres, simplemente convivir, pero ahora todo el tiempo. Y poder decir abiertamente sus sentimientos hacia él, sin algo que la detuviera.
La idea de tenerlo sentado a su lado en las cenas navideñas sonaba tan espectacular como que los acompañara a todos los viajes familiares. Él se encargaría de los carruajes, mientras Atenea bajaba los equipajes, o al revés.
Idealizar una vida romántica a su lado se había vuelto su actividad favorita, y su nuevo deseo.
Pensaba en lo mucho que deseaba presentarlo con todos como su pareja, y que los demás dijeran que son tan lindos juntos. Que son el uno para el otro. Porque lo eran, o al menos así lo sentía ella.
Atenea soltó un suspiro, y se levantó de su lugar. No tenía caso seguir ahí, imaginándose cosas. Ya no estaban sus primas, los chicos estaban pasando el rato a su manera, y Regulus en ese momento no era una opción.
Salió del Solárium envuelta en una toalla para cubrirse del frío. La fiesta de los adultos aún seguía, así que decidió subir por las escaleras de la cocina, así nadie la notaría.
Caminó por los pasillos infinitos, escuchando diferentes ruidos provenir de diferentes puertas, incluyendo la de su hermano. Giró los ojos con desagrado y continuó caminando hasta llegar a su puerta.
Entró a su habitación, y lanzó la toalla a una silla. Abrió los cajones de su armario, y sacó de ahí una bata de seda color negra y con tirantes. La colgó en la pared al lado de la bañera. Encendió unas velas, cerró la puerta, y comenzó a desvestirse por completo.
Se miró al espejo por un rato, pasando sus manos por su cintura y por sus senos. Odiaba el espejo. Siempre le recordaba todo lo que detestaba de ella. Se puso de perfil y miró su abdomen, sus brazos, y su espalda. Dejó caer su cabello y resopló.
Se dio la vuelta y se metió a la bañera. Se acostó un rato y luego se sumergió por otro rato. Abajo del agua todo se veía tan borroso como en su cabeza, pero ahí no se escuchaba nada, tal vez sólo el sonido del agua tapando sus oídos.
Después de relajarse, comenzó a bañarse, pasando el jabón por todo su cuerpo varias veces, y luego enjuagándolo con el agua limpia que caía de la llave.
Tardó unos treinta minutos, y luego salió de la bañera. Se secó todo el cuerpo con su toalla de baño, y se puso su bata. Trató de secar su cabello lo más que pudo con otra toalla, y luego echó todo lo que utilizó al cesto de lavandería.
Caminó hasta su cama y se lanzó sobre ella. Miró al techo por unos segundos, pensando en todo y a la vez en nada. Se levantó una vez más para apagar la luz y la de su lámpara y se acostó en la cama. Sin embargo, seguía pensando en lo mismo de siempre, mientras veía los rayos de la luna colarse por las cortinas que no estaban bien cerradas.
De repente, escuchó suaves golpes en su puerta. Se quedó tratando de descifrar si había sido en la suya o en la de alguien más, hasta que los volvió a escuchar y pudo asegurarse de que si era en la suya.
Hizo a un lado las sábanas y se levantó de la cama. Encendió la lámpara, y caminó hasta la puerta. La abrió lentamente y su rostro se iluminó en seguida.
—¿Regulus? ¿Qué pasa? Pensé que estarías divirtiéndote abajo en la fiesta— dijo Atenea recargándose del marco de la puerta, y sosteniendo la puerta con la otra mano.
—Dejó de ser divertido cuando empecé a cuidar a los que realmente se divierten— respondió Regulus y Atenea rió un poco. Luego hizo un gesto para que Regulus hablara y dijera por qué estaba ahí. —Oh, si, lo siento. Perdón por la intrusión, pero, Hérmes está en su habitación con no sé quién y todas las demás habitaciones están ocupadas, así que, quería ver si podía bañarme en tu baño. Sólo eso. Perdón, en verdad no quiero molestar, pero no quiero acostarme con agua de alberca— pidió Regulus y Atenea soltó una risa comprensiva. Asintió y abrió la puerta dejándolo pasar. —Gracias, y perdón. Prometo que no tardaré—
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The King || Regulus Black
Fanfiction"𝘛𝘩𝘦𝘳𝘦 𝘸𝘪𝘭𝘭 𝘤𝘰𝘮𝘦 𝘢 𝘳𝘶𝘭𝘦𝘳 𝘸𝘩𝘰𝘴𝘦 𝘣𝘳𝘰𝘸 𝘪𝘴 𝘭𝘢𝘪𝘥 𝘪𝘯 𝘵𝘩𝘰𝘳𝘯, 𝘴𝘮𝘦𝘢𝘳𝘦𝘥 𝘸𝘪𝘵𝘩 𝘰𝘪𝘭 𝘭𝘪𝘬𝘦 𝘋𝘢𝘷𝘪𝘥'𝘴 𝘣𝘰𝘺" Todos aspiramos a ser algo en la vida. La mayoría, aspiramos a cumplir deseos que nos fuero...