Capítulo 4: El Abismo Revelado

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Capítulo 4: El Abismo Revelado

El mundo al que habían llegado era una amalgama de sombras y luces titilantes. El suelo parecía líquido, como si estuvieran flotando en un océano de estrellas. El aire vibraba con energía desconocida.

Kenta miró a su alrededor. Sus compañeros también estaban asombrados. Ken, el dragón, extendió sus alas y se elevó. "¿Qué lugar es este?"

Lumine, con sus orejas de lobo, olfateó el aire. "No hay rastro de monstruos aquí. Pero algo se siente... diferente."

Sofía, la vampira, tocó el suelo. "La gravedad es extraña. Como si estuviéramos en un sueño."

Kenji, el semihumano, miró hacia el horizonte. "Hay una ciudad allá. ¿Deberíamos explorarla?"

Leroy, siempre analítico, estudió las estrellas. "Estamos en un plano intermedio. Entre mundos. Y esa ciudad podría tener respuestas."

El grupo avanzó hacia la ciudad. Las calles estaban desiertas, pero las luces brillaban en las ventanas. Edificios de cristal y metal se alzaban hacia el cielo estrellado.

En una plaza, encontraron una fuente de agua. Katsu, el robot, se inclinó sobre ella. "Esto no es agua normal. Es energía pura."

Sofía tocó la fuente. "¿Creen que esto está conectado a las mazmorras? ¿A la destrucción del mundo?"

Kenta miró a sus amigos. "Tal vez. Pero también hay belleza aquí. Como si el abismo guardara secretos y maravillas."

Kenzo, con sus brazos en llamas, señaló hacia una torre en el centro de la ciudad. "Allá. Hay algo en la cima."

El grupo subió la torre. Las escaleras eran infinitas, como si el espacio mismo se retorciera. Pero finalmente llegaron a una habitación circular.

En el centro, un pedestal brillaba con una piedra de portal. La misma que Kenta había encontrado años atrás.

"¿Cómo es posible?" preguntó Lumine.

Leroy estudió la piedra. "Es un punto de conexión. Entre nuestro mundo y este. Y creo que aquí encontraremos la verdad."

Kenta tomó la piedra. Las runas en su superficie se iluminaron. Visiones pasaron por su mente: la destrucción, las mazmorras, los monstruos.

"La verdad", murmuró. "Es más grande de lo que imaginamos."

Kenji, con sus orejas de lobo, sonrió. "Entonces, ¿qué haremos?"

Kenta miró a sus amigos. "Exploraremos. Descubriremos por qué las mazmorras aparecieron. Por qué despertaron habilidades mágicas en nosotros. Y cómo salvar lo que queda de la humanidad."

El grupo se tomó de las manos. La piedra de portal brilló con intensidad. Y entonces, se encontraron en otro lugar. Un mundo de tecnología avanzada, con rascacielos y naves espaciales.

"¿Dónde estamos ahora?" preguntó Sofía.

Leroy sonrió. "En el futuro. Y aquí, la verdad nos espera."

*Continúara*

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