Capítulo 5: El Encanto de Alejandra

7 2 0
                                    

El mundo intermedio en el que se encontraban parecía una sinfonía de luces y sombras. Las estrellas danzaban alrededor de ellos, y el aire vibraba con una energía que no podían comprender. Pero había algo más en ese lugar, algo que no estaba en las runas ni en las piedras de portal.

El grupo avanzó hacia la ciudad. Los edificios eran como cristales tallados, y las calles parecían flotar en el espacio. En una plaza, encontraron una fuente de agua que brillaba con una luz iridiscente.

"¿Qué es esto?" preguntó Kenta, asombrado.

Kenji, con sus orejas de lobo, se inclinó sobre la fuente. "Es como si estuviéramos en un sueño. ¿O en un cuento de hadas?"

Lumine, con sus ojos grises, sonrió. "Quizás este lugar es un reflejo de nuestros deseos más profundos."

Y entonces, apareció ella. Alejandra. Una chica de belleza etérea, con cabello oscuro y ojos que parecían contener galaxias enteras. Su piel era pálida como la luna, y su sonrisa iluminaba todo a su alrededor.

Kenta se quedó sin aliento. Nunca había visto a alguien tan hermoso. "Hola", balbuceó.

Alejandra se acercó. "¿Ustedes también están perdidos aquí?"

Sofía, la vampira, asintió. "Estamos explorando. Buscamos respuestas."

Alejandra miró a Lumine. "¿Y tú? ¿Qué deseas?"

Lumine se puso tenso. "Solo quiero seguir adelante."

Pero Kenta no podía apartar la mirada de Alejandra. "¿Quién eres?"

Ella sonrió. "Soy Alejandra. Y este lugar es mi hogar."

El grupo siguió a Alejandra por las calles de la ciudad. Ella les mostró jardines flotantes, bibliotecas llenas de libros que parecían susurrar secretos y un observatorio donde podían ver otros mundos.

Katsu, el robot, estaba fascinado. "¿Cómo es posible todo esto?"

Alejandra se encogió de hombros. "Este lugar existe más allá del tiempo y el espacio. Es un refugio para los perdidos y los soñadores."

Kenta no podía apartar la mirada de ella. "¿Y tú? ¿Qué deseas, Alejandra?"

Ella lo miró a los ojos. "Deseo encontrar a alguien que me haga sentir viva."

Lumine apretó los puños. "¿Y qué hay de mí?"

Alejandra se acercó a él. "Tú deseas proteger a los tuyos. Pero a veces, incluso los protectores necesitan ser salvados."

El grupo continuó explorando. Pelearon contra criaturas de pesadilla, resolvieron enigmas y descubrieron que Alejandra tenía un poder único: podía abrir portales a otros mundos.

"¿Por qué nos ayudas?" preguntó Kenzo.

Alejandra miró a Kenta. "Porque él me recuerda a alguien que perdí hace mucho tiempo."

Kenta sintió un nudo en la garganta. "¿Quién?"

Ella sonrió. "Eso es un secreto."

*Continúara*

AwakenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora