A Iguro NO le gusta compartir | Obagiyuu

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Advertencia: Contenido sexual pejwjeje

Para mejorar mi narración, pienso hacer One-shots especializados en eso-

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La finca estaba llena, todos los pilares se encontraban en aquel lugar.

Y eso que el hogar del Pilar del agua era bastante grande.

Bueno más bien casi todos, gracias a la falta de presencia de Gyomei y Muichiro.

— ¡Fondo, fondo, fondo!

Mitsuri se encontraba emocionada mientras veía a Kyojuro tomar todo el líquido que contenía la botella de alcohol.

—¡Esooo! — Grito Tengen al ver que la bebida se había agotado. — Ahora te aguantaras una noche entera de vómito, puaj.

El tono sarcástico se hizo notar en su voz mientras veía la cara ya pálida del rubio.

—Jaja... sí. A todo esto, ¿dónde están Tomioka e Iguro? — El de cicatrices comenzo a ver a todos lados, en busca de los dos azabaches. — Ay no sé, no importa.

—Quizás que puercadas estarán haciendo, Shinazugawa. — El más alto de todos rodeo los ojos para después reír.

—No creo. Tomioka-san no le entra a esas cosas. — Dijeron al unísono ambas mujeres.

—Meh, uno nunca sabe. — Uzui tomó una cerveza para después pegarle con esta a Rengoku. — Despierta, tontazo.

[...]

Su espalda se encontraba apoyada en la pared mientras sus piernas rodeaban la cintura del heterocromático. Este lo embestia de manera ruda, fuerte y rápida, haciendo que diera pequeños saltos.

—¡Mgh! ¡Ah, Oba! — No podía evitar gemir el nombre de su pareja, no si tocaba cierto punto.

El de ojos bicolores no se quedaba atrás, de igual forma gemia una y otra vez el nombre del ojiazul.

—G-Giyuu, m-me voy a correr — No paraba las embestidas, pero si eran más lentas.

El nombrado se aferró a los hombros de Iguro, rasguñandolos con sus uñas en el proceso.

Iba a hablar, pero fue interrumpido al sentir un líquido llenar su interior.

Cuando este comenzo a salir de su entrada, se sentía caliente y raro.

Nada nuevo.

—¿Otra?

—Llevamos tres ya... y dos horas sin i-ir con los demás. — Regaño Tomioka, aferrándose aún más a los hombros de su pareja al sentir otra embestida.

—Uzui debe estar pegándole o amenazando a Rengoku. — Suspiro, saliendo del Interior de su novio. — Entonces, sino quieres, ¿Quieres que te limpie y te vista?

Giyuu tapó su rostro con ambas manos antes de hablar, le daba vergüenza decir las cosas aunque ya hayan pasado treinta veces antes.

—No... — pauso un momento, moviendo dos de sus dedos para poder ver a Obanai. — quiero seguir.

[...]

Su torso estaba pegado al futón mientras agarraba con fuerza las almohadas que tenían baba al haber estado pegadas en su rostro.

Su cuerpo se movía de manera desfrenada al tener a Iguro aferrado a su cadera para poder llegar más profundo al dar embestidas.

El heterocromático pego su pecho a la espalda del ojiazul, acercando su rostro a la oreja de él.

—Te amo, Giyuu — Sí, algo que le gustaba de él era que incluso cuando parecía perro de tanto querer marcar territorio era cariñoso.

—Y-yo.. ah.. yo también — El placer lo cegaba, con suerte podía modular bien.

Obanai mordió el cuello del ojiazul, dejando una leve marca en este.

Se despegó de él y llevo su mano a la virilidad de su pareja, comenzando a hacer un sube y baja con esta.

Mientras lo masturbaba mantenía su dedo en el orificio de este, masajeando aquella parte para producir un escalofrío en él.

El sonido del choque de cuerpos, el sonido del pegoteo del semen y la entrada de tomioka... sus gemidos...

No había nada que pudiera colocar más a Iguro.

Le encantaba ver tan sumiso a su pareja, verlo con los ojos llorosos por estar sumergido en el placer que el le provocaba, sus mejillas sonrojadas... Todo.

—O-Obanai... m-me voy a- — No pudo terminar la frase cuando ocurrió lo que diría. Su semilla salió manchando la mano entera de el de ojos bicolor.

Este retiro su mano, lamiendo la punta de su dedo.

Sonrió con malicia y limpio su mano con las sabanas del futón, aferrándose aún más a la cadera de Tomioka.

Comenzó a moverlo, llevando su cuerpo hacia su pelvis para después alejarlo. La espalda de Giyuu no se podía arquear más, igual a un lindo gato.

Sus ojos giraron por sentirse tan indefenso ante la sensación de placer que sentía al momento de que sus caderas eran movidas de un lado a otro. Sentir el miembro de su pareja  recorrer todo su interior era, de alguna u otra forma, algo que disfrutaba demasiado.

Podría estar así durante horas si era necesario.

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xau