Operación INFRA

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La guerra se había desatado, tal vez pocos meses desde aquel incidente del robot, recuerdo todavía el vacío y silencio de nosotros en los días posteriores.

Edd, quien era el más animado, para mí, la esperanza en persona, a tal punto que sus ojos para mí siempre brillaban con esperanza, como si siempre fuera ese su papel, el que unía a todos, el que cuidaba de todos. Pero después de eso sus ojos se apagaron, dejaron de ser un marrón claro a uno tan oscuro que podía verse casi negro, sus dibujos se quedaban a medias y las latas de Coca-Cola cada vez eran más, y su apartamento parecía un desastre.

Tom en vez de refugiarse en el alcohol se la pasaba tan sobrio que daba miedo el como no tomaba, incluso dejo de comer, eso hizo que su piel, que a pesar de tener un tono cálido y levemente bronceado empezara a palidecer, sus ojeras se hicieron mas notorias y su pelo empezó a ser desordenado de lo maltratado y falta de nutrientes, por ende decidió empezar a peinarlo hacia atrás, no veía películas, no dibujaba, mucho menos escribia melodías, siempre era lo mismo, le preguntabamos sobre algo y el al final terminaba diciendo que lo haría cuando tuviera tiempo, o estuviera mas animado, para una tarde que no estuviera amargado.

Yo por otro lado deje de cuidar mi físico, mis cremas para la cara, mi bloqueador solar, y jabones especiales para la piel e incluso el maquillaje que ocultaba de los chicos; todo eso lo deje de comprar, mi armario no dejo de crecer y mi colección de espejos se hizo compacta, mi cuarto dejo de ser reluciente y empeze a bajar de peso, tal vez por qué a veces me pasaba horas cuidando de Tom y Edd
Me estresaba cuidando a Edd de que comiera, y a Tom, para que no recaerá en las autolesiones. Los departamentos eran un desastre, me la pasaba cuidando el aspecto de los demás.

Un día llegué a mi departamento, Edd y Tom estaban dormidos desde hace un rato y cuando me mire a mi único espejo mi pelo estaba caído, mis manos eran más flacas de lo normal, tenía ojeras... Parecía un anciano, uno al que se le escapaba la vida de sus manos... Ahí fue cuando mi último espejo se rompió, junto con mi salud mental y la paz del mundo.

Mire los espejos en el piso y mi mano estaba sangrando, en uno de aquellos pedazos pude ver los ojos de Tom, aquellos ojos negros parecían estar asustados, preocupados. Me ayudó a cerrar las heridas de mi mano y ahí recordé que se supone que el que sabía de enfermería era yo, más que nada por qué mis padres me obligaron, pero Tom al final de cuentas siempre era protector, tal vez estaba haciendo esto de cuidarme ahora por qué el perdió ese papel y lo empecé a cargar yo, junto a el de Edd.

Me dió de comer y después se unió Edd, el ayudó a recoger mi departamento y ordenó mi ropa, volvió a colocar algunos espejos y tiró los que ya no servían.

Los tres nos acostamos juntos y dormimos como en los viejos tiempos pero eso solo duró unos segundos

Fuera de el edificio empezó a sonar varias alarmas de carros, gente gritando y pocos minutos después ambulancias, solo nos asomamos por la ventana de mi apartamento y ahí vimos, caos, varias personas con uniforme militar arrastrando a la gente de la calle a las camionetas blindadas, estás tenían un símbolo extrañó, una especie de M en manuscrito o algo así. Aunque después nos dimos cuenta gracias a Tom lo que era. Tom se alejo de la ventana, salió de el apartamento y empezó a llevar ropa de mi closet, también escuchamos la puerta de Edd abrirse, y ahí lo entendimos, no era cualquier cosa que se pasaría rápido

Era algo que se supone que ya habíamos enfrentado y parece que volvió por una revancha.

Siempre me preguntó después de verlo así de asustado, que hubiera pasado si no hubiéramos sido un grupo de amigos, que hubiera pasado si Tord fuera aquel doctor que siempre quiso ser, o si Edd hubiera hecho una película que se estrenará en la gran pantalla, o Tom si hubiera sido aquel gran músico estrella de rock, aquellos destinos que se merecían, aquellos destinos que siempre anhelamos y discutíamos en la sala mientras tomábamos refrescos y una pizza. Cómo en la secundaria, cuando estábamos confundidos, por qué no sabíamos cómo ser felices, nos la pasábamos amargados y discutíamos por cualquier cosa, aunque fuera de eso, nosotros con la confusión hormonal nos la pasábamos bien.

~ Porksoda ~ Season 2 ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora