Tom cuando el era pequeño su mundo se reducía a ver sobre la ventana del jardín de niños y no se dignaba a hacer mucho.
Miraba sus zapatos, en ese momento eran unos tenis blancos los que siempre usaba aunque ya que era diario estaban bastante sucios.
Miraba por la ventana mientras se recostaba en sus brazos, no hablaba con otros niños era algo muy poco común, aunque sus ojos eran algo muy llamativos no era el lugar adecuado para mostrar tal belleza, por lo tanto usaba unos lentes sobre ellos, simulando unos lentes de sol, funcionaba fuera de la escuela pero dentro de esta se sabia de aquellos impresionantes ojos
Tan oscuros como el mismo abismo, tan exóticos como una perla negra, pero así como las cosas extrañas pueden ser adoradas, son tomadas como algo malo.
Si escuela era una escuela teocrática, los niños a su alrededor lo miraban con asco y recelo, le jugaban malas bromas, en un momento Tom decidió llevar a su única compañía, un oso, hecho por su familia, tenía su nombre y el pequeño niño solía jugar solo con el. Lo vestía de marinero, lo que el quería dedicarse de grande.
Ese día en específico estaba más feliz que antes, decían que su madre podría recuperarse de su enfermedad y levantarse de su cama, por lo que estaba feliz. Incluso su tío le regaló unos chocolates cuando lo dejo en la entrada de el colegio. Tom estaba feliz por primera vez.
Aunque esa felicidad se fue a mitad de el día. Los niños salieron a descanso y el jugaba con su oso en una parte de el patio, el cual solo estaba separado por una pequeña cerca de metal marcando el inicio de aquel bosque, al cual tenían prohibido entrar, Tom había escuchado varios rumores, entre ellos unos sobre un viejo laboratorio en el cual experimentan con personas. O una vieja casa en la cual vivieron dos ancianos y ahora sus espíritus cagan por el bosque. Pero Tom no creía en esas cosas sabia que solo eran historias para espantarlos, cuando realmente el verdadero peligro era por qué habían trampas para osos.
Un chico se acerco a el, Tom ya los conocía y su primer reflejo fue abrazar a su oso en busca de refugio, cerro sus ojos y solo espero, tal vez hoy estrenaría sus nuevas vendas con estampados, pero no pasó nada.
Abrió sus ojos un poco y el chicos seguían parados frente a el
— Hey Tim — hablo un chico de pelo rizado y rojo. Mientras ponía una sonrisa, tom lo miro preocupado y no soltó su peluche
— Es Tom — dijo con una voz un poco nerviosa creía que podía pasar algo malo
— lo siento — el pequeño le ofreció la mano desde arriba mientras bajaba la mirada, realmente parecía no estar muy interesado en corregir como dijo el nombre de el contrario — Te quería decir algo
El pequeño de ojos extravagantes se levantó sin tomar la mano de el chico de pecas, realmente le extrañaba, tomo con fuerza a su pequeño Tommy bear y miro la mano de el chico, como si estuviera extrañado. El chico al notar que no correspondieron su ayuda llevo su mano a los bolsillos y se encogió de hombros, como si estuviera apenado. Damian aquel chico de pecas soltó un pequeño suspiro, y paso una de sus manos a su cuello mientras evitaba el contacto visual con el menor. Sus pies se movían de forma ansiosa mientras hablaba
— Oye yo te quería pedir perdón, nunca debí tratarte así, no lo volveré a hacer. Y me gustaría ser tu amigo
Tom se extraño, mientras lo escuchaba, ese niño lo había maltratado muchas veces en el pasado como si fuera un juguete, o al menos así se sentía el durante esos años, igual nunca hizo nada para defenderse. Miro sus pies y puso una mano en el suéter de aquel uniforme azul... Para luego extender su mano.
— está bien... Solo si no lo vuelves a hacer
Y Damian tomo su mano con tranquilidad, como si fuera un pequeño acuerdo, un pequeño contrato.
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~ Porksoda ~ Season 2 ~
FanfictionTord Larsson, el líder de una armada que creía tener todo controlado, y esto hubiera sido así, si no fuera que cierto chico de cuencas le hubiera cambiado la jugada. (-----) • Como siempre, es Tomtord/Tordtom • Si lo te gustan estos ship's no leas y...