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El limón y la frutilla


Dale, boludo, no te puede gustar ese sabor — se quejó el pelinegro después de escuchar qué sabor quería Juan.

¿Qué te pasa, cabrón? El helado de frutilla es el mejor — seguía firme en su decisión el castaño.

Carrera y Robleis los mandaron a pedir el helado mientras ellos se quedaban en la mesa, pero estaban teniendo algunos pequeños inconvenientes.

Bueno, entonces queremos cuatro conos, uno de frutilla, uno de chocolate, uno de dulce de leche y uno de limón, por favor — le pidió a la cajera, recibiendo un asentimiento de su parte.

¡¿HELADO DE LIMÓN?! — exclamó el castaño después de ver qué sabor eligió el pelinegro.

Ajá, es buenísimo, ¿querés probar? — dijo, señalando su helado.

Ni de pedo.

Son la pareja más rara que conozco, pero raramente hacen una linda pareja — dijo la cajera de repente.

Juan se quedó quieto. — No, no somos... o sea- — no sabía qué responder.

Gracias, ¿cuánto sería? — dijo tranquilo el pelinegro.

Juan se quedó viendo a Spreen, ¿por qué no lo había negado? No estaban en la escuela y sus amigos no estaban cerca.

No puedo creer que se estén peleando por el helado favorito del otro — los retó Robleis (es como la mamá luchona del grupo).

¡Se estaba quejando de que me gusta el helado de frutilla cuando a él le gusta el de limón, ¿entienden?! — seguía quejándose.

Es re básico el de frutilla, seguro es el helado que pedís desde pequeño por eso no probó mejores — opinó Spreen.

¿Y qué tiene si es el que comes desde pequeño? Eso significaría que soy fiel.

Entonces, ¿tengo razón?, ¿es el helado que comes desde que eras pequeño?

No voy a responder eso. — dijo y los otros tres se empezaron a reír

Bueno, vos también comes el mismo helado desde que te conozco, Spreen — intervino Carre

Shhh — exclamó Spreen, entre dientes

Sin embargo, Robleis tuvo una idea para resolver la situación. — ¿Y si prueban el helado del otro y luego opinan? propuso, esperanzado

Después de que ambos negaran rotundamente, Juan y Spreen estuvieron de acuerdo con la propuesta de Robleis. Intercambiaron sus helados y probaron con cautela el sabor del contrario

Las expresiones en sus rostros cambiaron de incredulidad a sorpresa cuando descubrieron que, a pesar de sus diferencias, ambos helados eran deliciosos a su manera.

Bueno, admito que el helado de limón no está tan mal después de todo — concedió Juan, mirando a Spreen con una sonrisa.

Bueno, el helado de frutilla es una mierda — respondió Spreen, obviamente mintiendo, pero no le iba a dar la razón a Juan

Chinga tu madre, oso de mierda. — se quejó Juan.

———

Me desaparecí, perdón (la escuela me está consumiendo, ayúdenme)

Pretty lie! - SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora