CAPÍTULO 2

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Hoy ha sido un día de esos que te hacen sentir que estás justo donde deberías estar. Después de mi primer día como psicóloga deportiva en el FC Barcelona, necesitaba compartirlo con mis amigas. Quedamos en nuestro café favorito, un lugar acogedor donde podíamos hablar sin prisas ni interrupciones.
Rebecca, Lia, Nina y Sofía estaban ya sentadas en una mesa, charlando animadamente cuando llegué. Al verme, me saludaron con entusiasmo y me indicaron que me uniera a ellas.

- ¡Carla! Cuéntanos, ¿cómo te ha ido el primer día en el Barça?- preguntó Lia, con una sonrisa ansiosa en el rostro.
- Ha sido increíble, chicas. No puedo ni siquiera empezar a describirlo -respondí, con los ojos brillando de emoción-. Desde el momento en que entré al gimnasio y vi a los jugadores entrenando en el campo, supe que estaba en el lugar adecuado.
Rebecca asintió, mostrando su interés mientras tomaba un sorbo de su café.
- ¿Y cómo fueron tus interacciones con los jugadores? ¿Te recibieron bien? -preguntó Sofía, con curiosidad.
-Sí, definitivamente. Algunos de ellos fueron muy amables y receptivos desde el principio. Tuve la oportunidad de hablar con Ronald Araujo y fue genial. Me dio la bienvenida y me deseó suerte en mi nuevo puesto -respondí, recordando la cálida sonrisa del jugador.
- ¡Eso suena prometedor! ¿Y qué hay de los demás? -preguntó Nina, con una mirada inquisitiva.
- Bueno, no todos fueron tan acogedores al principio -admití, pensando en ciertos encuentros que habían sido un poco más tensos-. Pero creo que con el tiempo podré ganarme su confianza. Es comprensible que algunos jugadores puedan ser un poco reacios a abrirse a un nuevo miembro del equipo.
Las chicas asintieron con comprensión, mostrando su apoyo mientras continuaba compartiendo detalles sobre mi día.
- Además, conocí a algunos de los jóvenes talentos de la cantera que acaban de ascender al primer equipo. Fue interesante ver su entusiasmo y determinación, aunque algunos de ellos parecían un poco sorprendidos sobre mi capacidad debido a mi edad -añadí, recordando la conversación con los chicos.
Rebecca inclinó la cabeza, pensativa, antes de hablar.
- Bueno, al final del día, lo que importa es tu profesionalismo y tus habilidades. Estoy segura de que demostrarás tu valía en poco tiempo -dijo con una sonrisa de ánimo.

Me sentí reconfortada por las palabras de mis amigas y me sentí agradecida de tener su apoyo incondicional en este nuevo capítulo de mi vida profesional.
Pasamos el resto de la tarde charlando y riendo, compartiendo nuestras propias historias y experiencias. Al final, me fui a casa con el corazón lleno de gratitud por tener un grupo de amigas tan maravillosas que siempre estaban ahí para mí, tanto en los buenos momentos como en los desafiantes. Y con la seguridad de que, con su apoyo, sería capaz de enfrentar cualquier obstáculo que se presentara en mi camino en el FC Barcelona.Por supuesto,
Al despedirme de mis amigas en el café y caminar de regreso a casa, me sentí llena de energía y determinación. Había compartido con ellas los altibajos de mi primer día en el FC Barcelona, y su apoyo había sido como un bálsamo para mis nervios y dudas.
Mientras recorría las calles de la ciudad, mi mente se llenaba de recuerdos de las interacciones del día. Desde las cálidas bienvenidas de algunos jugadores hasta los momentos más desafiantes con otros, cada experiencia había sido valiosa y enriquecedora. Recordé la conversación con Joan Laporta, el presidente del club, y su cálido recibimiento. Su confianza en mí como parte del equipo del FC Barcelona me había dado un impulso de confianza que había necesitado en mi primer día.
Al llegar a casa, me senté en el sofá y saqué mi portátil. Era hora de reflexionar sobre el día y hacer algunas notas para prepararme para las próximas semanas en mi nuevo trabajo.

Me sumergí en la tarea, repasando las interacciones con los jugadores y haciendo planes para cómo abordar las relaciones más desafiantes. Recordé las palabras de Rebecca sobre la importancia del profesionalismo y las habilidades, y me comprometí a demostrar mi valía a lo largo del tiempo.
Después de un rato, cerré mi portátil y fui a mi habitación sintiéndome satisfecha con mi primer día en el FC Barcelona. Sabía que habría desafíos por delante, pero también estaba emocionada por las oportunidades de crecimiento y aprendizaje que me esperaban.Con una sonrisa en el rostro, me preparé para descansar y recargar energías para el próximo día. Estaba lista para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en mi camino, sabiendo que contaba con el apoyo de mis amigas y la determinación de seguir adelante en mi nueva carrera en el mundo del fútbol.

𝐽𝑢𝑔𝑎𝑑𝑎 𝑀𝑎𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora